Organización e instituciones propias
Manifestar, en primer lugar, que existe un abismo entre la concepción occidental de justicia y política, y la amplia y poliédrica concepción de armonía del pueblo nasa. De hecho, comprender con responsabilidad, las distintas concepciones de vida de los pueblos indígenas es dura tarea. Para el caso del pueblo nasa, debemos presentar el concepto del NyafxiTey we´sx, que traducido o interpretado podría significar “ley de origen”.
Dado que desde 1991 el artículo 7 de la Constitución Política Colombiana establece que “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana”, el pueblo nasa ha hecho un gran esfuerzo en reconocer y proteger su etnia y cultura estableciendo la Ley Origen de los pueblos nasa a pesar de que “no tiene origen, siempre ha existido, es una existencia espiritual; es el principio espiritual de la existencia”, como ésta establece. Desde el origen, sentido y pensado con el corazón, continuamos tejiendo nuestro camino.
En Corinto, hace 25 años que se viene trabajando en el Plan de Vida Cxhâ Cha Wala –Grande Fuerza- como herramienta para la construcción, en un largo plazo de hasta 30 años, de sus Sxa’w, o sueños. Caminando la palabra, como su cosmovisión entiende, y recuperando y recordando el conocimiento y los saberes ancestrales se está construyendo este Plan de Vida que consiste en vivir de nuevo en comunidad y acorde con sus usos y costumbres. A día de hoy este significativo proceso ya ha visto alcanzadas muchas transformaciones gracias a la gestión del cabildo, sus activadores, el ejemplo y participación de toda la comunidad. Sin embargo, falta mucho por hacer y concientizar. Idalia enfatiza que “la esencia del Plan de Vida es la asamblea, ella es soberana y es la que hace posible que se vaya realizando el Plan”.
La asamblea es la máxima autoridad del cabildo. Ésta se encuentra normalmente cuatro veces al año, pero suelen haber asambleas extraordinarias y existen asambleas temáticas y regionales de menor envergadura. En ellas se ponen en común las problemáticas por las que pasa el cabildo, se hace el informe y aprobación del presupuesto del año siguiente y se fortalece el sentimiento comunitario y de identidad. El alcalde del municipio de Corinto suele ir a una asamblea al año, y las relaciones entre él y la comunidad nasa suelen ser, -si se logra contener el descontento general- diplomáticas. En la asamblea número 79, realizada el 7 y el 8 de marzo de 2016, se reunieron casi 1.500 nasas corinteños, y se vivió un ambiente de participación, transparencia y entusiasmo con el proceso del Plan de Vida. En ocasiones especiales se han llegado a juntar 6.000 personas.
El Centro de Armonización
Con el derecho a la Jurisdicción Especial Indígena en mano, según el que los pueblos indígenas tienen autonomía en constituir sus propios sistemas de gobierno y justicia, el Cabildo de Corinto ha obtenido un gran logro al poner en funcionamiento el Centro de Armonización Guanábano. Se trata de lo que en la sociedad occidental llaman prisión, pero sin muros ni guardianes y con la finalidad de reeducar –o deseducar- e reintegrar a los sujetos que tienen la suerte de poder conmutar su pena en él. Un centro donde pasan solo una semana al mes internos, el resto del tiempo lo pueden disfrutar con sus familias, teniendo frecuentemente que acudir a reuniones, tareas, mingas o actividades.
Los comuneros y comuneras que pueden gozar de esta opción son aquellos que están registrados en el censo del cabildo y a los que la justicia colombiana ha condenado por la infracción de la Ley 30, delitos de tráfico de substancias ilícitas. Casos de homicidio, violación o violencia de género no pueden acogerse a este privilegio por ahora, pero también son gestionados por las autoridades indígenas que pueden decidir la pena que deberán cumplir ya en la justicia convencional. Jorge Dicue Largo[1], vicegobernador del cabildo en la actualidad y uno de los coordinadores del Centro de Armonización, define éste como “un espacio de resocialización y reintegración a la comunidad”.
Gobierno propio, presupuesto propio
Como se pudo entender anteriormente, la principal figura organizativa, el cabildo, es de origen colonial. El gobernador es la autoridad más importante y, aunque hace poco se ha estipulado que pueda ser de cuatro años, su mandato es siempre de un año. Es el encargado de que el proceso y la comunidad se desenvuelvan en armonía con la ayuda de los demás integrantes de la administración del cabildo. Como afirma el que fue gobernador en 2012, Héctor Favio Dicue, “solo se ejerce autoridad dando el ejemplo”.
A pesar de ser una forma de organización colonial el pueblo nasa ha adaptado algunos aspectos a su propia epistemología o, por lo menos, a su propio lenguaje. De este modo, por ejemplo, el Cabildo de Corinto se organiza en siete ya’jas –asi llaman en nasa-yuwe a las bolsitas de tejido tradicionales-, que serían un equivalente de las secretarías o departamentos en la organicidad occidental.
Cristóbal Secue (+)
En 2001 llegan por primera vez, a través de la Ley 60 de autonomía que se desprende de la Constitución, las transferencias para el presupuesto propio, que sin embargo, hasta el año 2015 era la alcaldía quien administraba. Uno de los líderes que trabajó y peleó mucho hasta este logro fue Cristóbal Secue, asesinado ese mismo año 2001 cuando asumía la presidencia del CRIC. En los últimos años el Cabildo de Corinto ha recibido alrededor de 1.200 millones de pesos colombianos –400.000 $ aproximadamente- anuales de la nación, 0.54% del presupuesto para todos los resguardos indígenas de Colombia.
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[1] Jorge Enrique Dicue Largo es el vicegobernador del Cabildo de Corinto. Es uno de los tres coordinadores del Centro de Armonización. Cuando era presidente de la Junta de Acción Comunal del corregimiento de Quebraditas sufrió graves amenazas de muerte por parte del sexto frente de las FARC por lo que tuvo que abandonar la comunidad.