Se trata de una iniciativa de articulación regional que busca impulsar un cambio de perspectiva respecto a lo rural, sus poblaciones, territorios y propuestas, requiere de la movilización de los Aliados por la tierra en toda Sudamérica.
Sumar mil casos de acceso a la tierra con poblaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes es un proceso masivo de reflexión que empieza a despertar acciones e incidencia concreta.
Las mil experiencias rurales pueden inspirar mil respuestas a la crisis alimentaria global y cambio climático que el capitalismo no tiene.
¿Por qué un Movimiento Regional por la Tierra y el Territorio?
Tradicionalmente el desarrollo rural remite a conceptos como pobreza, expulsión, insatisfacción de necesidades, marginamiento, desnutrición, inviabilidad, insostenibilidad, etc. Es preciso reconocer que esta lectura se ha convertido en un discurso reiterativo y rígido que funcionaliza al desarrollo rural a un tipo de política pública que subestima y relega la vida en el campo.
El Movimiento Regional por la Tierra y el Territorio nace en reacción a estos enfoques y prácticas, proponiendo una renovada mirada de lo rural.
El Movimiento es una iniciativa que contribuye de manera complementaria a las agendas reivindicativas de las organizaciones campesinas e indígenas y al debate por la vida rural, los recursos naturales y la soberanía alimentaria frente al capitalismo, la expansión del latifundio y el agronegocio.
El Movimiento promueve un punto de vista nacido en el apego y retorno a la tierra, destacando buenas prácticas de acceso, control y producción que permiten vislumbrar alternativas que provienen del campo y con ello se pretende incidir en la agenda pública, en la sociedad rural y urbana, sobre la pertinencia de considerar el agro y la agricultura familiar campesina e indígena como una posibilidad cierta, dinámica, efectiva y exitosa.