Los territorios de la ocupación y la comuna
La ocupación Amarildo de Souza es un caso particular de acceso a la tierra y territorio en Brasil, que comienza en la madrugada del 16 de diciembre de 2013 en el barrio de Ratones que se ubica en la zona norte del municipio de Florianópolis, una isla que es la capital del estado de Santa Catarina en el sur de Brasil. La región sur de Brasil es conocida por su gran cantidad población descendiente de migrantes alemanes, italianos y poloneses; además por ser región ganadera y de producción de granos. En Brasil es frecuente asociar la región sur a la prosperidad y a la riqueza, siendo considerada la “Europa brasileña”. Actualmente junto a São Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais es un polo industrial del país, aunque exista una extensa área de pequeñas propiedades que se dedican a la agricultura familiar, territorios indígenas y largas áreas de preservación ambiental.
Florianópolis es una de esas ciudades que si antes era territorio de pescadores y agricultores, cultivadores sobre todo de la yuca con su posterior procesamiento para la harina (una de las bases de la alimentación brasileña), hoy es uno de los polos tecnológicos del país y atrae a muchos turistas por su naturaleza exuberante. En consecuencia, es una ciudad que en las últimas décadas ha recibido a miles de migrantes del interior de Santa Catarina y otras regiones como São Paulo, Paraná y Rio Grande do Sul.
Es un caso particular porque aunque el territorio de disputa inicial, arriba descrito, la demanda dio impulso a que se lograra en julio de 2014, un territorio distinto de 138 ha, a 36 Km de la isla de Florianópolis, para el asentamiento provisorio de las familias en el municipio de Aguas Mornas, mientras la justicia federal no determina la condición de las otras 600 ha (hoy se sabe que son muchas más, y que la Secretaría del Patrimonio de la Unión busca el reconocimiento de 900 ha de tierras públicas ociosas ante la justicia federal). El nuevo territorio es hoy totalmente productivo, para la comunidad que allá se organizó comunitariamente.
Primer territorio de la Ocupación Amarildo de Souza[1]
Segundo territorio de la ahora Comuna Amarildo de Souza[2]
Resignificar el territorio, recuperar la dignidad y autonomía
El caso empieza con 60 familias – en general de la periferia de la ciudad de Florianópolis, muchas de las cuales ya se habían participado de otra ocupación urbana reciente, con fines de obtener una vivienda; fueron además, algunos militantes salidos del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) e inclusive moradores de la calle – que reivindicaban no solamente una vivienda, sino trabajo y tierra, es decir, producir en el territorio y así dejar de ser trabajador asalariado precarizado en la ciudad.
Para acceder a la tierra, las familias de la Ocupación Amarildo han enfrentado, en primer lugar, la problemática de la distribución territorial desigual de la Isla de Florianópolis. Desde un empiezo se vieran amenazados por la violencia policial y por los medios de comunicación, que declaraban la propiedad privada del territorio y por eso consideraban ‘invasión’ a la estrategia de las familias y activistas (han estado presentes el MST, las Brigadas Populares, el Partido Comunista Brasileño, el Movimiento de los Moradores de la Calle, estudiantes y sociedad civil), haciéndolos pasibles de ser criminalizados.
Eso significó repensar el territorio, no buscar sólo vivienda, no emplear la mayoría de sus sueldos en renta y las necesidades básicas de salud, vestimenta y alimentación; dejar de ser trabajador precario, asalariado o informal en las temporadas turísticas, y volver productiva la tierra ociosa a través del trabajo colectivo – como una Comuna -. Todo esto significó la recuperación de la dignidad y la autonomía. Por todo esto, el área ocupada fue más grande que la necesaria para la construcción de las viviendas, se ha reservado una gran parte del territorio para la producción colectiva de alimentos orgánicos, para su misma subsistencia y también para el comercio.
La organización es también política pues debe enfrentar las amenazas actuales y anteriores, para difundir el problema de la tierra en la región y sus mismas estrategias de lucha, para defenderse jurídicamente en todos los procesos judiciales, y combatir la reproducción ideológica del miedo y la idea de que una ocupación es una invasión, hecha por los medios de comunicación locales y nacionales. Es además organización que se articuló para la búsqueda de soluciones, para dar función socio-ambiental al territorio primeramente ocupado y ahora como territorio provisorio.
Por esa razón pensamos que es un caso particular, pues si el proceso de acceso a la tierra-territorio ha empezado por la demanda de vivienda digna, en muy poco tiempo y a través de la memoria colectiva del origen rural del primer territorio es que las demandas de las familias fueron siendo modificadas. Lo que significa que hubo una resignificación del territorio para esas familias, sobre todo en un país donde la propiedad comunal de la tierra es siempre excepción, donde nunca hubo una estructural reforma agraria y el agronegocio representa 40% del Producto Interno Bruto del país. La demanda tierra, trabajo y techo fue la que hizo cambiar la forma de pensar el territorio no sólo para las primeras 60 familias ocupantes, sino para las más de 400 familias que se unieron a la ocupación en el transcurso del tiempo, ya que el territorio también pasó a significar una salida para la precarización del trabajo que enfrentan los trabajadores locales, a través del retorno a la producción agrícola, pero de acuerdo a los preceptos de la agroecología, para producir alimentos orgánicos.
Además el territorio también pasa a significar la recuperación de la dignidad, sobre todo cuando en el momento de la resistencia encuentran solidaridad mutua y apoyo de una parcela consciente de la sociedad civil organizada, lo que les permite pensar en realmente avanzar hacía una autonomía y otra forma de organización territorial. Es lo que los lleva a crear la organización comunal del territorio, es decir, que el área productiva sea trabajada por todas las familias en su conjunto y que la producción sea repartida entre la subsistencia de los moradores y la venta en el comercio local, con el reparto igualitario de los frutos del trabajo.
No sólo eso, la Ocupación Amarildo de Souza permitió repensar desde la sociedad civil el significado del territorio para la región, que hace mucho fue entregado a la especulación y que puede llegar a ser en el futuro un territorio colectivo productivo, para garantizar a la población local productos orgánicos, mientras la gran mayoría de la población brasileña consume alrededor de 5,2 litros de agrotóxicos al año.
El nombre de la ocupación y ahora asentamiento Comuna Amarildo de Souza tiene que ver con recordar la historia trágica de muchos trabajadores brasileños, como una forma de no olvidar la necesidad de la lucha en contra de las desapariciones forzadas y crímenes que comenten el estado en nuestro país todos los días, en razón de la marginalización y el racismo. El albañil Amarildo de Souza desapareció de la favela donde vivía, Rocinha, en Rio de Janeiro, en el día 14 de julio de 2013, cuando fue llevado a una unidad de la policía “pacificadora” (UPP) y nunca más fue visto. El Ministerio Público acredita que Amarildo de Souza fue víctima de tortura y investiga por el crimen a más de 25 policías militares de Rio de Janeiro. Las familias y las muchas personas que apoyaron la lucha por acceso a la tierra y territorio fueron unánimes en escoger el nombre del albañil para representar la lucha de todo el pueblo brasileño en la ocupación y ahora comuna.
[1] Véase: https://www.google.com.br/maps/place/SC-401,+Florian%C3%B3polis+-+SC/@-27.4851478,-48.4984501,544m/data=!3m1!1e3!4m2!3m1!1s0x952746d11fbb3b4b:0xdfacbc942e36010d
[2] Véase: https://www.google.com.br/maps/place/Que%C3%A7aba,+%C3%81guas+Mornas+-+SC/@-27.7486964,-48.956387,13z/data=!3m1!4b1!4m2!3m1!1s0x9520c6ff4babd2db:0x13baa00f69b494c1