Territorio Kamentza
El Pueblo Kamentza, también denominado Kamsá, Kamëntšá, Camsá o Kamnsá, habita su territorio ancestral en el valle de Sibundoy, en medio de las montañas orientales de los Andes colombianos del Sur, en un espacio de transición e integración de los mundos andinos y amazónicos. El pueblo Kamentza cuenta con cabildos[1] en los municipios de Sibundoy, San Francisco, Mocoa, Orito, Villa Garzón, San Miguel y Bogotá. Su mayor presencia está en el Alto Putumayo, que en los municipios de Sibundoy y San Francisco, pero con una importante migración hacia el Medio Putumayo, en los municipios de Mocoa y Villa Garzón. Las comunidades sobre las que se sustenta este caso corresponden a aquellas que viven en el Valle del Sibundoy y en las montañas de altura que lo rodean en las estribaciones del Macizo Colombiano, la estrella hídrica más importante de Colombia, y por ello lugar de miles de fuentes de agua, con cuerpos lagunares en la Alta Montaña, páramos y ecosistemas ricos en flora y fauna. El municipio de Sibundoy cuenta con mayor densidad poblacional Kamentza, y en la esquina de su plaza principal se ubica el principal centro administrativo del pueblo Kamentza, las instalaciones del Cabildo de Sibundoy, siendo además muy presentes en la iconografía del parque central con la presencia de una serie de estatuas relativas a la cosmovisión Kamentza. De acuerdo con el Cabildo al 2014 habitan en el municipio de Sibundoy 6.029 indígenas Kamentza distribuidos en 1476 familias, que corresponden al 58% de la población total Kamentza, así como al 42% de la población del municipio.
Foto 1. Cabildo y monumentos a la cultura Kamentza en el parque municipal de Sibundoy.
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Se llega al municipio de Sibundoy por carretera desde la ciudad de Pasto, capital de Nariño en un viaje de casi 2 horas que atraviesa un complejo de paramos y bordea la laguna de la Cocha hasta llegar al valle rodeado por montañas que superan los 3500 metros de altura. Desde ahí se desciende a Mocoa, Capital del Departamento del Putumayo a unos 80 km en un viaje de dos horas y media.
Un caso de r-existencia territorial y cultural
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Esta coyuntura llama a la unión entre las comunidades, para pensar conjuntamente las causas de estos problemas y construir acciones concretas. Aquí destacamos todo el proceso de construcción del llamado “plan salvagurada” que los propios indígenas han denominado “BËNGBE LUARENTŠ ŠBOACHANAK MOCHTABOASHËNTS JUABN, NEMORIA Y BËYAN”, que significa “Sembremos con fuerza y esperanza el pensamiento, la memoria y el idioma en nuestro territorio”, plan con el que se busca recuperar lo propio en las diferentes actividades económicas, políticas, sociales y culturales del pueblo Kamentza. Pero la conciencia sobre la necesidad de preservar el territorio y la cultura no se reduce al Plan Salvaguarda, sino que además se han emprendido una serie de acciones, desde movilizaciones con cerramiento de vías bajo el lema “por la tierra, por la vida, por nuestra existencia”, así como gestiones para constituir nuevos resguardos[1] y ampliar los existentes, acciones jurídicas en defensa de los derechos sobre el territorio, pero además una serie de acciones que buscan difundir y recobrar los saberes y haceres propios, desde las técnicas y semillas de la agricultura ancestral, hasta la forma de educar a los hijos e hijas en su conciencia territorial y cultural, así como la revitalización de los saberes y practicas artesanales, artísticos y espirituales.
Foto 5. Entrevista Judy Jacamanejoy.
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Las experiencias de los jóvenes organizados del pueblo Kamentza no se reducen entonces a la lucha formal y jurídica por el reconocimiento de sus territorios y la ampliación de sus resguardos ante el Estado, que son esenciales, sino que conllevan varias medidas, entre las que destacamos, la conciencia de la importancia de los saberes-haceres raizales a sus territorios, y la necesidad de mantenerlos, re-descubrirlos, ampliarlos y fortalecerlos en sus territorios. Como lo menciona Judy Jacanamejoy, “defender lo propio es defender el ser y el cuerpo como primer territorio”, que como saber y práctica, sustenta la vida en los territorios comunales del pueblo Kamentza. Consideramos que el pueblo Kamentza tiene una importante conciencia de trabajar en estos diversos frentes de re-existencia territorial, en tanto no se trata tan solo de resistir a las dinámicas que los afectan, sino de mantener su existir diferenciado, buscando conservar el mayor grado de mantenimiento de las “formas primordiales” (Zavaleta, 1982) que garantizan mayor autonomía en la reproducción de las formas sociales, políticas, económicas y culturales, que sustentan su soberanía alimentaria, sus vidas, mundos y territorialidades. Todas estas acciones son consideradas en conjunto como una forma integral de combinar esfuerzos por la salvaguarda de la vida, la dignidad y la existencia de los Kamentza.
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[1] Resguardo es la figura jurídica con la que el ordenamiento legal del Estado colombiano le reconoce el territorio a los pueblos y comunidades indígenas.
[1] Cabildo, que viene del latín “capitulum”, es una forma de organización del gobierno y su institucionalidad, que es introducida en Abya Yala / América Latina durante el régimen colonial. El cabildo, también denominado como ayuntamiento o concejo, tiene la función de ser el representante legal y ocuparse de los asuntos de la ciudad o villa. En el caso de los pueblos indígenas de Colombia, la forma en la que se les reconoce su autogobierno es por medio de la concesión de cabildos propios. Según el Decreto 1088 de 1993, por el cual se regula la creación de las Asociaciones de Cabildos y/o Autoridades Tradicionales Indígenas, en su artículo 2 se les define como “una entidad pública especial, cuyos integrantes son miembros de una comunidad indígena, elegidos y reconocidos por ésta, con una organización sociopolítica tradicional, cuya función es representar legalmente a la comunidad, ejercer la autoridad y realizar las actividades que le atribuyen las leyes, sus usos, costumbres y el reglamento interno de cada comunidad”.