Sociedad, temporalidad/territorialidad del pueblo Kamentza
Mujeres Kamentza en la Danza del maíz
El pueblo Kamentza denomina su territorio ancestral como “tabanok” que significa: “lugar de partida y llegada, volver, devolver o retornar”, según el Plan Salvaguarda, en el Valle de Sibundoy, que constituye un lugar de comunicación entre los pueblos originarios andino-amazónicos, en donde se intercambian semillas, artesanías, medicina ancestral, alimentos, entre otros. Para los Kamentza desde su nacimiento se les vincula con otro vientre, el vientre de la madre tierra “Tsbatsanamamá” en el ritual del “shinÿak”, cuando se entierra la placenta con el obligo del recién nacido junto a una piedra “shachekbé”. Ritual inicial que busca que este ser volverá siempre a su madre tierra y continuará el legado de los mayores y sus habilidades para cultivar, construir viviendas, hacer artesanías, cerámicas, cestos, tejidos y tallados, y ser intérpretes de la naturaleza, de los sueños y de los ciclos de la vida. Esto es lo que los hace seres Kamentza: “kamuentsá yentsá, Kamëntšá biya” “seres de aquí con pensamiento y lengua propia”. Cuya lengua además tiene la particular característica de ser única, esto es, no tiene familiaridad con otro tronco lingüístico, lo que subraya su importancia y la antigüedad de este pueblo en su territorio, así como la profundidad de los saberes y haceres que transmiten en su lengua. En todo un complejo de relaciones socio-territoriales que sustentan, tanto material como espiritualmente, al pueblo Kamentza, como: “pueblo armonioso, solidario y laborioso, que logró desarrollar un sistema socio-económico, en estrecha relación con Bëngbe Tsbatsanamamá “Nuestra Madre Tierra” y el cosmos, transmitido de generación en generación a través de la oralidad”.
Foto 7. Taita Domingo Cuatindioy. Reconocido medico tradicional.
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Los Kamentza, dentro de su tradición y memoria oral, identifican tres tiempos: el Kaca temp “tiempo de la oscuridad, de la crudeza, seres mitológicos, sucesos extraordinarios”, como origen remoto de la cultura; posteriormente Kabëngbe temp “tiempo de florecimiento de la cultura, con sus propias formas de autoridad, trabajo, festejo y parentesco”; un tercer momento el Squenëngbe temp “llegada de la gente externa o colonizadores” este tiempo ha estado marcado por la violencia física, emocional y espiritual; finalmente Shentsam temp “el tiempo de la escasez o de la hambruna” donde todas las culturas habrán de habitar, meditar y concertar para pervivir.
Para los Kamentza es en el tiempo del kabëngbe temp que florecen los saberes y haceres como pueblo en la agricultura, en las artes con la música y su diversidad de instrumentos musicales, así como la danza, en las fiestas y acontecimientos sociales, en la espiritualidad con una relación especial a través de la planta del Yagé, en una forma de religi-ón, que los re-liga a la naturaleza y al cosmos en procura permanente del “equilibrio hombre-naturaleza, que se derivan de las prácticas rituales con plantas sagradas”. Demostrando con sus diversos saberes y haceres ancestrales complejos conocimientos de astrología, matemática, geometría, medicina, educación, formas de gobierno en una muy especial cosmogonía y ontología que vincula saberes y prácticas con elementos amazónicos y andinos, que mantienen una fuerte vigencia en las comunidades indígenas Kamentza y que son reivindicadas hoy por los jóvenes como esenciales para su pervivencia como pueblo, en un contexto de “integración y desarrollo” vía IIRSA y peligro de extinción como pueblo.
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