Cuando niños, en la década de los 60, doña Clementina, originaria del Municipio de Zetaquira Provincia de Lengupá departamento de Boyacá y don Luis del municipio de Guasca son llevados a vivir a la ciudad de Bogotá. Este el inicio de una historia de encuentros y desencuentros.
Doña Clementina Barajas Domínguez y Don Luis Murillo, junto a sus hijas Gloria y Pilar, su hijo Luis Ángel, su esposa Rocío y la nieta Váleri, constituyen un núcleo familiar unido por el conocimiento de la producción orgánica y el policultivo, el entusiasmo y el prestigio por el respeto a los sistemas naturales. La Familia Barajas Domínguez hoy es un referente en la región por su unidad y sobre todo por su vocación de producir agroecológicamente y mostrar un importante logro económico, que se resume en su lema: producimos nuestra comida y de muchas personas más.
Los hijos mayores de la familia cuentan con estudios universitarios y han optado por seguir sus propias vocaciones pero continúan apoyando la iniciativa de la Finca, con la producción y la comercialización de sus productos, como lo hace la hija menor quien estudia ingeniería agroecológica y apoya en la logística de la hacienda.
Don Luis y doña Clementina participan activamente en muchas iniciativas y forman parte de diversas organizaciones de la región, como ser la Asociación de Granjeros Ecológicos de Guasca (AGREGUA), la Asociación de Mercados Campesinos, la Asociación de Turismo (ASOTURISMI Guasca) y la Junta de Acción Comunal de la Vereda. A través de estas organizaciones los Murillo Barajas han recibido apoyo y respaldo del Gobierno Municipal de Guasca, de profesores universitarios, de organizaciones regionales y nacionales.