Hoy en día la familia Murillo Barajas es un referente en la producción orgánica y agroecológica, lograron constituir una cartera de más de 60 productos certificados que salen al mercado de manera habitual.
En un principio se empezó con la producción de plantas aromáticas y luego se dio paso a la producción de hortalizas y frutas. Muchas personas visitan la finca para comprar los productos, pero también hacen envíos a otras regiones los días viernes y sábado. Sus productos son comercializados en supermercados orgánicos de Bogotá y tienen una clientela fija que atienden a domicilio. Pertenecen a la Asociación de Mercados Campesinos lo que les permiten llevar sus productos a otras regiones del país a la vez que comercializan en la feria de la plaza de Guasca todos los domingos.
Hoy se presentan con su propia marca ECOMUOBA (Ecológico Murillo Barajas), han construido una imagen comercial y están dispuestos a seguir adelante.
Desde nuestro punto de vista, no hay nada más complejo que la diversificación que ofrecen día a día, si una empresa tuviera tanta y tan distintas variedades necesitaría equipos de planificación seguimiento y evaluación permanentes, pues esta familia sabe cómo hacerlo.
El éxito de la finca del Alisal y San Luis se basa en la concepción de la producción agroecológica como un proceso permanente de acumulación de conocimientos locales, investigación cotidiana y adaptaciones rutinarias y permanentes a los nuevos factores climáticos y contextos económicos que van surgiendo.
El cuidado permanente de la finca, es un proceso largo que implica, conformar una cobertura vegetal para el suelo, cuidar los árboles, un sistema integrado y dinámico entre plantas, producción animal y sistema de vida familiar, un sistema alelopático, les ha permitido convertirse en un referente en la región, por lo que de manera permanente reciben visitas del ámbito académico, técnicos y de otros productores para aprender de su experiencia. Doña Clementina estima que al año comercializan alrededor de 12 toneladas de productos.