Entre el limbo legal y la resistencia campesina
Autoridades en la FADEMAD
Aunque el contexto sudamericano en la última década haya dado algunas luces a su política agraria, a través de políticas culturales a favor de las poblaciones rurales o posicionamientos a favor de un modelo productivo alternativo, el Perú es todavía la excepción, en este entendido, Loaiza (2014) explica que la inversión en la agricultura peruana, desde la década de los setenta hasta la última década de este siglo ha presentado una tendencia decreciente. El presupuesto del Ministerio de Agricultura en el año 2012 representó 1.06 % del presupuesto nacional, este panorama es entendido por Loaiza como una “descapitalización institucional, financiera, de cuadros humanos y de capacidad en el sector agrario”.
Este contexto confirma las palabras de Ascorra, pero también la sensación de los campesinos. Al sistematizar este estudio, estuvimos presentes en una reunión entre la FADEMAD y las nuevas autoridades departamentales. La secretaria de actas Isabel Yallico, ante la incertidumbre de la llegada o no de las autoridades, se refería a sus compañeros y los animaba a estar pendientes y a recordar el carácter histórico de sus demandas, pronto se le escucho decir, “hasta el ratón vive del agricultor” y aunque las muchas asociaciones reunidas en la sede campesina, soltaron carcajadas, se sentía un clima de preocupación. Para esta federación agraria las problemáticas principales siguen siendo la formalización/titulación de la propiedad rural, las etapas pendientes de los programas de mitigación a los impactos en el eje carretero Iñapari-Puerto Maldonado, la invasión de áreas agrícolas, la necesidad de proyectos productivos que sobrepasen las “parcelas productivas” e incluyan las posibilidades de transformación y comercialización. Lo que parece más grave es la reiterada situación de “título sobre título”, que refleja la inseguridad jurídica a la que han estado sujetos los campesinos durante décadas, y además, una debilidad institucional que al parecer hace juego con la lógica de extracción de recursos de diferentes actores, en esta zona existen concesiones de castaña, concesiones forestales, concesiones mineras, entre otros, y todos tienen un espacio determinado, ya sea el suelo agrícola, el vuelo forestal, el subsuelo, las riveras, etc. a tal grado que alarmados, campesinos, técnicos y dirigentes, exclaman, “los territorios pueden tener hasta 7 usuarios, que le dan divisas al Estado”.
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La asistencia gubernamental habría estado acostumbrada a proponer proyectos de reforestación, que no consideraban el tipo de población a la que debían dirigirse, campesinos serranos que no saben del manejo forestal y que debían entenderse con técnicos que les entregaban plantines o herramientas, pero nunca visitaban sus predios, ni trabajaban con ellos. Este asistencialismo se caracteriza por transferir material y bienes, pero no fortalecer productiva u organizativamente a los campesinos. Para el año 2007, que la Asociación El Progreso “Yanaocas” había logrado titular a buena parte de los productores, ya se tenían antecedentes de invasiones por la minería ilegal.
Campamento minero
Doña Narcisa de la Asociación Unión Progreso, cuenta, “toda la gente estaba con la fiebre del oro querían a entrar a trabajar donde sea, pero acá Unión Progreso ha defendido siempre su tierra para que no entre nadie a trabajar han conservado la agricultura (…) en ese tiempo ya unos mineros habían entrado ahí adentro, ya todos se levantaron, pusieron denuncia y vinieron las autoridades (…) era un perjuicio porque ya habíamos visto en la pampa del [Km.] 108 y 107 todo estaba quedando desierto, donde ya no se podía trabajar nada la chacra, de esa manera toda la gente han visto eso y han reaccionado, hemos pensado en apoyarles, de sacar a los mineros, si entraba uno, ya era para que todos entren y dejen desierto ahí adentro (…) de esa manera hemos entrado a sacar a los mineros de ahí adentro, nosotros, todos en conjunto, ese día estaba lloviendo, afortunadamente todo se aclaró (…) han llevado tractores para poder sacar esas máquinas, claro [los policías] nos han defendido en esas formas, ellos todas las autoridades, policía, fiscal”.
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