En los cinco años comprendidos entre 1995 y 2000 la cooperación internacional había llegado a Yunguilla, con el apoyo de la Fundación Maquipucuna. Fue a partir de entonces cuando la comunidad logró consolidar sus actividades turísticas y productivas. No obstante, después de haber dado este primer paso, el apoyo económico y técnico, en torno a la gestión de proyectos, se terminó a finales del año 1999 y la comunidad se vio obligada a hacerse cargo del proyecto.
Esta época fue difícil para los pobladores ya que tenían que organizarse de nuevo y retomar las actividades. Finalmente, en junio 2000 se tomó la decisión de crear la “Corporación Microempresarial de Productores, Comercializadores y Prestadores de Servicios Yunguilla” que se inscribió en el Ministerio de Trabajo de aquel entonces. Esta figura legal –una “gestión a doble dimensión”, es decir una combinación entre la empresa privada y una forma comunitaria– permite a los socios de la corporación, el ejercicio de actividades económicas productivas: como la elaboración de productos pero también el turismo comunitario. De esta manera, todas las labores que la comunidad ha ido desarrollando –el grupo agroforestal, el grupo de mujeres, las personas encargadas de ofrecer servicios al turista– se podían juntar bajo el techo de la corporación manejada por una propia estructura administrativa; que actualmente se encarga de conseguir nuevos proyectos.
Sobre la organización interna de la corporación es importante mencionar que se rige a partir de una directiva que incluye las funciones de presidente, vice-presidente, secretario, tesorero además de tener varios coordinadores de trabajo, según el área de actividades. De tal manera, los socios están activamente integrados en las labores administrativas y cada uno tiene que cumplir con una función específica. La directiva rinde cuentas a la Asamblea – que está formada por los socios de la corporación, en la actualidad 54 personas – ya que ésta tiene el poder de decisión final. Del mismo modo, cualquier nuevo proyecto o nueva inversión tiene que ser aprobado por la Asamblea. Un aspecto clave para el funcionamiento interno de la corporación es el hecho, de que las ganancias que se están generando no se reparten entre los socios a finales del año sino que solamente pueden ser reinvertidos en nuevos proyectos de la corporación. Como comenta el actual presidente de Yunguilla, Rolando Collaguazo, este mecanismo ha servido para no entrar en conflictos internos en torno a lo económico en beneficio de toda la comunidad que se ve fortalecida.