A partir de estos acontecimientos, la comunidad ha desarrollado varios mecanismos de defensa de su territorio. La Constitución del Ecuador de 1998, por primera vez incorporó los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades indígenas y, de esta manera, permitió una mayor protección de los territorios ancestrales. El mismo año, Ecuador ratificó el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que hace referencia a derechos de trabajo, derechos a la tierra y el territorio, a la salud y la educación de los pueblos indígenas.
En base a estos cambios legales, en 2005, los pobladores de la Toglla tomaron la decisión de autodefinirse “comunidad ancestral” e inscribirse en el CODENPE, adquiriendo un estatus legal distinto. A partir de este momento, la comunidad no solamente acoge a los propios comuneros y comuneras, sino que además forman parte del pueblo Kitu Kara y de la nacionalidad kichwa; y por lo tanto, pasa a ser sujeto de derechos colectivos. Así mismo cambia la forma de representación; de tener un cabildo como las demás comunas en el país, se pasa a estar representada por un Consejo de Gobierno Comunitario que incorpora mayores competencias, por ejemplo el derecho a aplicar la justicia indígena.
De hecho, y en comparación con el MAGAP, el ente responsable para las comunas, el CODENPE, garantiza de mejor manera los derechos específicamente de los pueblos y nacionalidades indígenas. Para los propios comuneros y comuneras, la decisión de registrarse en el CODENPE no ha tenido cambios considerables en la vida comunitaria, y lo identifican, sobre todo, como una “estrategia de defensa” (Entrevista a comunero de La Toglla, 2014). De la misma manera, la conciencia de los habitantes sobre los derechos de la comunidad ha sido importante para poder defender las tierras comunitarias.
Otro hito clave en la historia de resistencia de la comunidad fue en 2007, cuando la Asamblea Nacional Constituyente de Montecristi concedió la amnistía a los dirigentes que habían sido perseguidos y que posteriormente quedaron libres de cargos. Más de 30 procesos civiles se resolvieron de esta manera; del mismo modo, el Estado Nacional reconoció la defensa del territorio y de la naturaleza que llevaron a cabo los comuneros y comuneras de la Toglla.
Tanto la amnistía como la actual Constitución, que entró en vigencia en 2008 que ratificó los derechos colectivos de las comunidades, dieron lugar a una “tensa calma” en la Toglla. La comunidad logró seguir adelante y una nueva directiva busca incorporar nuevos proyectos para consolidar la vida comunitaria; a pesar de que la lucha por la tierra sigue manifestándose en la memoria de los comuneros y comuneras. Por último, la problemática de los títulos individuales que se otorgaron de manera ilegítima dentro del territorio comunitario y, sin que el fraccionamiento haya sido aprobado en la asamblea general, aún no se ha resuelto por completo. El gobierno comunitario desconoce estos títulos; sin embargo, se está trabajando con la población que muestra interés y voluntad de ser parte de la comuna, para involucrarla en la vida comunitaria y no crear más tensiones internas.
Remedio indígena contrapolicía
Rosita Cabrera, lider indígena de la comunidad La Toglla, parroquia Guangopolo,canton Quito, provincia de Pichinca, Ecuador. Filmado en la Casa Indígena de Riobamba, Ecuador. Cámara Rafael Alvarez Domenech (Felo).