Según el último censo de población y vivienda que se realizó en el Ecuador (2010), la población rivereña de los distintos cantones y provincias que se entrelazan en éste espacio territorial alcanzan los 100.000 habitantes.
La ocupación de las casi 30.000 ha de tierras cultivables, por el espejo de agua y de las aproximadamente 160.000 ha de franjas de protección, generó la destrucción de bosques y un fenómeno de acaparamiento por hacendados y extranjeros que deforestaron para crear potreros, una de las pocas actividades rentables en la región. Todos estos procesos fueron observados de cerca por la Comisión de Estudios para el Desarrollo de la Cuenca del Río Guayas (CEDEGE)[1] y sus sistemas de sensores remotos.
Este proceso de transformación de la posesión de la tierra provocó deforestación de bosques, erosión de la tierra, y además, el desalojo de los más jóvenes obligados a convertirse en mano de obra rural o urbana.
Actualmente, la población se asienta en aproximadamente 65 pequeñas y medianas comunidades, en donde se dedican a la agricultura de subsistencia, pero en condiciones adversas: carentes de servicios básicos, arrinconadas hasta por tres cuerpos de agua y rodeados por una masa de compactos lechugines.[2]
La cotidiana lucha de las familias del embalse Daule-Peripa contra el lechuguín.
[1] Entidad estatal de presencia regional, dedicada a la gestión del agua, el riego y drenaje en la cuenca del Guayas y en la Península de Santa Elena. Su vida institucional se dio entre 1965 y el año 2008. Fue controlada por las élites económicas y políticas de Guayaquil.
[2] Especie invasora, única en su calidad flotante que es considerada como plaga. Los lechuguines crecen y se multiplican en las aguas represadas como resultado de un proceso de eutrofización