En el límite oriental de la región del Chaco
Sawhoyamaxa es el nombre de una comunidad indígena perteneciente al Pueblo Enxet o lengua sur, uno de los Pueblos que habitan el Paraguay, asentada en el límite oriental del Chaco paraguayo, en uno de sus tres departamentos; el de Presidente Hayes, a la altura del kilómetro 370 de la ruta que une las localidades de Pozo Colorado y Concepción.
Sawhoyamaxa, es una palabra en idioma Enxet que significa “del lugar donde se acabaron los cocos”, que identifica el lugar de reivindicación territorial de habitantes indígenas; quienes al momento del inicio del reclamo oficial el año 1991, vivían en aldeas indígenas dispersas en establecimientos ganaderos, al oeste del Río Paraguay.
Clasificación del caso
En junio de 2014 que se da algo inédito en la historia de la lucha por la tierra en Paraguay: una comunidad indígena, logra la restitución de las 14.404 hectáreas de tierras que hace más de 20 años viene reclamando como suyas y que ya en el 2006, la Corte Interamericana de Derechos Humanos había determinado que en justicia le pertenecía. Fue a través de la figura de la expropiación, que por primera vez se aplicaba en Paraguay para esta extensión de tierras indígenas, en la era democrática.
La comunidad indígena de Sawhoyamaxa debió recorrer estos más de veinte años de burocráticos procesos para determinar y concretar lo que desde 1991 afirman: que esas tierras les pertenece, que en esas tierras nacieron ellos y nacieron y murieron sus abuelos; que de esas tierras debieron salir por causas totalmente ajenas a su voluntad y autodeterminación; que esas tierras les fueron arrebatadas por un Estado que estaba llamado a protegerla, por un Estado que sistemáticamente violentó sus derechos por años y permitió que intenten sobrevivir en un contexto de pobreza extrema.
El caso de Sawhoyamaxa no es muy diferente al resto de las comunidades indígenas, donde se vive en un estado de emergencia permanente. Frente a Sawhoyamaxa, se erigía un poderoso sector ganadero, base, junto al sector agrícola, de la economía del Paraguay. Los titulares de las tierras reivindicadas por Sawhoyamaxa, aun teniendo grandes extensiones de tierras en varios puntos del país, no dieron tregua para mermar el grito indígena de justicia, tras argumentos de frágil sostenibilidad jurídica pero altamente persuasivos para un entorno político corrupto y representante directo de sectores de poder.
Resulta, por tanto, significativo, el logro alcanzado con esta restitución. Además, porque Sawhoyamaxa despertó la simpatía nacional e internacional a niveles inicialmente insospechados. La demanda traspasó las fronteras y logró que miles de personas se sientan identificadas con una causa totalmente ajena a su realidad inmediata pero que despertaba el más profundo sentido de justicia. Sawhoyamaxa tomó las riendas de su propia situación y decidió no dar un solo paso atrás.