Desde la reocupación, la comunidad intenta salir adelante con su propio esfuerzo y con ayuda de particulares. La tan comprometida ayuda del Estado aún no llegó.
Cabe resaltar que la sentencia de la Corte IDH establece la obligatoriedad para el Estado de destinar USD. 1.000.000 para un fondo de desarrollo comunitario. Parte de este monto fue depositado en una cuenta estatal y fue apropiado ilegalmente por el entonces presidente del Instituto Paraguayo del Indígena a fines de 2012 e inicios de 2013.
Sin embargo, la comunidad no se ha amilanado, y a la par de realizar las denuncias pertinentes por ese caso, se encuentra llevando adelante cultivos en huertas comunitarias, recolección de frutos en el bosque y artesanía que vende a la vera de la ruta o a través de la ayuda de particulares.
Sin embargo, también elaboró un completo proyecto sobre el que destinará parte del fondo ordenado por la Corte y que contempla cría de animales, cultivos, artesanía, actividades de revitalización cultural, atención a la educación, salud, estructura habitacional y sanitaria.
El camino, todavía se muestra sinuoso, pero la certeza de la propia fuerza de Sawhoyamaxa, y el despertar activo y genuino de otros actores solidarios en pos a una causa justa, ayuda a seguir transitándolo. Mucho queda por delante para Sawhoyamaxa, pero la mirada ya está puesta hacia un presente de dignidad y un futuro auspicioso.