Cuando se iniciaron los primeros procesos de poblamiento había abundancia de maderas nobles, como el mogno, ipê y cerejeiras. Acerca del nombre, se dice en la región que Chupinguaia quiere decir “río de sangre” en una de las lenguas indígenas locales y se refiere a las grandes masacres de indígenas que precedieron a las grandes migraciones de las décadas del 1970 y 1980.
Corumbiara se localiza a una latitud1 2°59'55" al sur y a una longitud 60°56'37" este. De acuerdo con el último conteo de población realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), tiene 10.459 habitantes y un área total de 3.602 Km². Fue creada en el 1992, como desarrollo del Proyecto de Colonización Paulo de Assis Ribeiro, promovido por el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA). La región tipo posee un clima ecuatorial, con temperaturas medianas de 27°C, gran cantidad de lluvias, y un enorme potencial hídrico, pero que está sumamente desgastado por la deforestación, lo que puede ser irreversible en pocos años si la tendencia no cambia. En relación a la vegetación, Rondônia estaba compuesta por un 70% de selva amazónica y 30% por cerrado[1]. Es importante señalar que gran parte del territorio virgen amazónico ha desaparecido y ahora son tierras destinadas al cultivo de soya o a la cría extensiva e intensiva de ganado.
Según el Atlas del Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Corumbiara es de 0.668.
Originalmente, el Asentamiento Zé Bentão era un proyecto unitario de reforma agraria, pero en el proceso de legalización de la tierra, en el 2012, fue dividido en seis áreas: Proyecto de Asentamiento (P.A) Renato Nathan, P.A Alzira Augusto, P.A Zé Bentão, P.A Oberico Carvalho, P.A Maranatá I y P. A Maranatá II.
La reforma agraria en Brasil
La ley de reforma agraria fue instituida en Brasil por el Estatuto de la Tierra (Ley N° 4504/64), decretado en la dictadura militar. Según la ley, “la reforma agraria es el conjunto de medidas que visen promover mejor la distribución de la tierra, a través de modificaciones en el régimen de su pose y uso, con el objetivo de atender a los principios de justicia social y el aumento de la productividad”. (Art.1, § 1°).
La reversión por interés social, según la ley, debe “condicionar el uso de la tierra a su función social” (art.18), y recaer, principalmente, sobre “latifundios; áreas sobre las cuales los propietarios desarrollen actividades predatorias”. La Hacienda Santa Elina reunía todas estas características y, por esto, estaba completamente apta a la reversión por parte del Estado brasileño.
Sobre la Hacienda Santa Elina recae varios masacres, según Elias Querino da Silva: "Aquí fue el lugar en dónde más hubo masacres en Rondônia. Aquí hubo la masacre de los pueblos originarios, de los mineros y varias masacres de campesinos sin tierra".
Ocupación del territorio
La ocupación del departamento es muy reciente y ha empezado con mayor fuerza en la década de 1970. Durante la dictadura militar en Brasil (1964-1985), diversos presidentes llevaron a cabo proyectos de colonización en Rondônia. El objetivo era doble, por un lado, regular y facilitar el monopolio de la tierra por parte de las grandes corporaciones extranjeras de extracción de materia prima vegetal y animal (látex y casiterita, principalmente) y de producción agropecuaria; y, por otro, aliviar las tensiones sociales por demanda de tierras por parte de pequeños productores y campesinos sin tierra del noreste y sur del país.
La ocupación de Hacienda Santa Elina -“Gleba Columbrara”
La ocupación del área conocida como “Gleba Corumbiara” se concretó en el 1976. El Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) definió parcelas de 2 mil hectáreas que, de acuerdo a las leyes, no podrían ser de un único propietario, sin embargo en la práctica esto fue lo que ocurrió.
Se priorizó como beneficiarios de esta áreas a los propietarios con posibilidades económicas para llevar a cabo la deforestación de la selva amazónica. Evidentemente los campesinos pobres, que acudieron a la zona en busca de tierras, no las tenían. Pero, aún así, algunos ingresaron a la selva para deforestar algo de territorio y muchos de ellos no volvieron, por causa de la malaria y otras enfermedades tropicales.
Para tener el control definitivo de la Gleba, los grandes propietarios de la región llevaron a cabo un verdadero genocidio en contra las naciones indígenas que ocupaban el territorio.
[1] Uno de los biomas brasileños, se asemeja a la Savana y transita entre el campo limpio y la floresta.