El territorio y la vida: el hacer comunidad en Villa Fátima
Hitos históricos sobre el acceso a la tierra
Por la práctica que emprenden los campesinos de Villa Fátima, podemos hablar de una propuesta de ecología popular desde un modo de vida campesino, al menos en dos sentidos. Por un lado, hacen propuestas productivas que son sustentables y por otro, generan organizaciones para incidir en las políticas ambientales de la región.
El modo de vida campesino y la ecología popular como lugares de encuentro
Si bien en la provincia Guarayos, se tienen noticias sobre la inmigración en los años setenta y ochenta, produciendo la marginación de los indígenas originarios, el caso de los campesinos de Villa Fátima es diferente en lo que respecta al acceso a las tierras, que ocurre en los años noventa, corresponde a un segundo momento en el que el gobierno no dispone de nuevas tierras para asentamientos y los campesinos compran derechos de posesión, no formalizados legalmente, a población originaria del lugar. Posteriormente este derecho propietario será legalizado a través del proceso de saneamiento del INRA, y se trató de un saneamiento a título colectivo.
Este proceso de llegada de campesinos a Villa Fátima y comunidades aledañas, se dio principalmente a lo largo de la década de los noventa. Los testimonios refieren las condiciones de pobreza en las que vivían, y la búsqueda que emprendieron a mejores lugares.
En la búsqueda para obtener su reconocimiento se establecieron como sindicato agrario, posteriormente ante los cambios legislativos y las movilizaciones de los indígenas Guarayos, pasarían a formar parte de la COPNAG; pero como esta es una organización que se enfoca a las comunidades indígenas, decidieron separarse pues según su percepción, su palabra no era tomada en cuenta, en parte comentan, por las diferencias que existe entre indígenas y campesinos de tierras altas y la población originaria de tierras bajas como los indígenas Guarayos,
Los pobladores de Villa Fátima, por otra parte, conformarían la Asociación de Trabajadores Agropecuarios Campesinos el 27 de septiembre de 2008, con la finalidad de buscar apoyos en la producción agrícola. Esta organización queda afiliada a la Asociación Integral de Productores Agropecuarios de Ascensión de Guarayos (AIIPAAG), donde la mayoría de la población encontraría un “brazo productivo” como dicen, para fortalecer la comunidad y conseguir apoyos como asistencia técnica, tecnologías e insumos para producir.
Los campesinos en Villa Fátima, se enfrentan con la prohibición de poder sembrar sus parcelas y hacen una alianza y vínculo con el municipio e instituciones de desarrollo. Sobre todo es percibido un cambio desde el año 2009 cuando se inician los sistemas agroforestales, la producción de abejas y la instalación de granjas piscícolas. El municipio en coordinación con el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), apoyó en la capacitación sobre el manejo, cuidado de las abejas y en el equipamiento.
El uso de la tierra refiere a una interacción biocultural, pues no sólo se diversifican los cultivos y los animales, y se aumenta la productividad; se hace un manejo ecológico de los recursos desde un conocimiento multicultural y multidisciplinario haciendo compatibles los conocimientos de los campesinos de la comunidad de Villa Fátima.