La comunidad de Villa Fátima pertenece al municipio de Ascensión de Guarayos capital de la Primera Sección Municipal de la Provincia Guarayos, localizada al norte, a 300 km de la capital del departamento de Santa Cruz. Presenta altitudes entre los 157 a 257 metros sobre el nivel del mar, en las llamadas tierras bajas de Bolivia y está ubicada en el “Escudo Brasilero”, que carece de grandes cadenas montañosas y donde abundan ríos encajados en mesetas. El clima es clasificado como húmedo y subhúmedo mesotermal, la temperatura media anual es de 25° C y la precipitación es de 1.500 mm.
Campesinos frente a la reserva forestal
Villa Fátima se encuentra dentro de la reserva forestal Vida Silvestre Ríos Blanco y Negro creada en el año 1990. Entre las provincias Ñuflo de Chávez y Guarayos, la reserva tiene una superficie de 1.400.000 has., que es administrada por el gobierno departamental de Santa Cruz por medio de su Dirección de Áreas Protegidas.
Dicha reserva, prohíbe la explotación de los recursos madereros, la agricultura y ganadería.
Cuando los campesinos llegaron a estas tierras en los noventa, buscando un mejor futuro, encontraron un paraíso devastado por las madereras de la región. Al poco tiempo de establecerse, llegó la prohibición por parte de las instituciones gubernamentales, del departamento de Santa Cruz, para poder realizar producción agrícola, explicando que se encuentran en una reserva forestal. De las parcelas de 50 has., que cada uno de los 48 campesinos tiene, sólo podrían sembrar 5 has. por familia. Ante esta “atadura de manos” como dicen los campesinos, tocaron las puertas de instituciones y organizaciones para generar otras alternativas a la agricultura. Crearon una mancomunidad que agrupa a seis comunidades campesinas del este de Ascensión de Guarayos y se constituyeron como Asociación de Productores Agropecuarios Campesinos de Villa Fátima, como tal tramitaron la titulación de 2.250 has. por parte del INRA. En la actualidad realizan actividades como sistemas agroforestales, piscicultura, apicultura, para tener ingresos económicos y no incumplir las prohibiciones de la reserva forestal, lo que demostró su capacidad organizativa y su decisión de seguir siendo campesinos y habitar la región.