Según el censo realizado por la gobernación del Resguardo en 2013, en Palma Alta conviven 403 personas, 175 mujeres y 228 hombres; actualmente 106 personas se encuentran estudiando y el 70,2% cuenta con afiliación a alguna empresa prestadora del servicio de salud. Cada grupo familiar tiene una parcela para el PANCOGER (parte de la producción agropecuaria que el pequeño productor destina a satisfacer sus necesidades), se cultivan árboles frutales, maíz, arroz, algodón, caña, frijol y sorgo entre otros alimentos, del cuidado de estos cultivos así como de la crianza de especies menores como gallinas, cerdos, patos, pavos, pollos se encargan las mujeres y las jóvenes, los jóvenes mayores de 14 años, así como los oficios de buscar y recoger leña y agua.
La organización social en Palma Alta está basada en familias nucleares, con fuertes relaciones de parentesco, reflejadas en estructuras ancestrales de resistencia. La organización política es representada por el cabildo, elegido cada año en asamblea por la comunidad y tienen el encargo de ejercer funciones administrativas y de autoridad.
Cada semana se hace un “convite” o jornadas comunitarias en las que se realizan acciones de formación política, se rinde informe y noticias por parte de la junta del resguardo, se hacen oficios colectivos de mejoramiento y saneamiento tales como trabajar en las parcelas colectivas, fabricación de cercas, tumba de árboles, poda, reforestación en esta minga participan los líderes, un representante por cada familia y niños mayores de 14 años cuando algún miembro no pueda asistir.
La violencia bipartidista que se desató en Colombia a partir de finales de la década de 1940, dejó en medio del fuego cruzado a las comunidades Pijao que nuevamente se vieron sometidas al etnocidio que provoca el despojo de tierras, obligándolas a migrar transitoriamente a otros municipios del interior y fuera del Tolima.