Cuando el mundo era de los Ashaninkas
Los Ashaninkas, “gente”, “paisano”, “familiar” en la lengua vernacular, son el pueblo indígena amazónico más numeroso del Perú. Según datos del Ministerio de Cultura su población en la actualidad es de 114,183 personas.
En el Perú asentamientos Ashaninkas pueden encontrarse en los departamentos de Junín, Ucayali, Huánuco, Cusco, Pasco, Ayacucho y en menor medida, Madre de Dios.
Además de ello, una gran población Ashaninka se ha asentado en los barrios marginales de la ciudad de Lima, adonde llegaron huyendo de la violencia y el genocidio al que fue sometido el pueblo Ashaninka durante los años del conflicto armado interno iniciado en 1980.
Asimismo, un pequeño grupo poblacional Ashaninka, no mayor de 869 personas, habita en Tierras Indígenas de la región del Alto Yurúa, en Brasil. Son los descendientes de los indígenas que llegaron a ese país a fines del siglo XIX huyendo de los caucheros peruanos que invadieron su territorio.
También hay pequeñas poblaciones Ashaninkas en el departamento de Madre de Dios, en Bolivia
La Comisión de la Verdad y de la Reconciliación (CVR), el grupo de trabajo interdisciplinario creado en Perú durante el gobierno de transición del presidente Valentín Paniagua para esclarecer las responsabilidades de la violencia política producida entre 1980 y el año 2000, considera que el pueblo Ashaninka fue uno de los pueblos indígenas más afectados por el terror ejercido por el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL), el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y sectores del ejército encargado de reprimirlos.
No existen datos precisos, pero la mayoría de especialistas e instituciones que se han ocupado del tema de la violencia política en el Perú calculan que de los 55 mil Ashaninkas que vivían en la Selva Central al iniciarse el conflicto, cerca de 10 mi fueron desplazados forzosamente en los valles de los ríos Ene, Tambo y Perené por los cuadros militares del PCP-SL o huyeron de sus comunidades de origen. Seis pobladores Ashaninkas fallecieron en este período de exacerbado terror.
Se calcula que durante los años de la violencia desaparecieron entre 30 y 40 comunidades Ashaninkas.
Localidad base de este trabajo: San José de Cutivireni
Provincia: Satipo
Departamento: Junín
Latitud Sur: 11° 51° 39 8¨ S
Longitud Oeste: 73° 55 22¨ W
Altitud: 436 msnm
…
El vínculo del Perú oficial con los pueblos que habitan el inmenso territorio amazónico ha estado caracterizado históricamente por el desprecio y la invisibilización. Durante la Colonia, las fronteras del país de los antis o chunchos, así llamaban los incas a los habitantes de esta región indómita, apenas pudo ser ocupada por milicias enviadas desde Lima o por agricultores interesados en la producción de coca (Erythroxylum coca), un insumo fundamental en el engranaje económico de este período.
Los registros históricos dan cuenta de una relación tensa, de conflicto permanente, entre la avanzada colonizadora y los regnícolas. Los españoles de las haciendas Avisca y Tono, en la frontera selvática de Paucartambo, en el Cusco, para mencionar solo un ejemplo, se quejaban, hacia 1689, de los reiterados ataques de los chunchos, a quienes había que enfrentar permanentemente. Incluso mencionan el trabajo de los matachunchos, “cintinelas que resguardan la gente de la inbasion de los chunchos que siempre esta de dia con sus armas defensibas y ofensivas”.
Con el paso del tiempo Chunchos, campas, aguarunas fueron las denominaciones que se les fue dando a los habitantes de la exuberante Amazonía –una región que ocupa más del 60 % del actual territorio de la República del Perú. En todos los casos, se trataba de categorías cargadas de racismo y exclusión.
Los Ashaninkas de esta historia, llamados campas hasta hace poco tiempo, fueron uno de estos pueblos marginales, fronterizos que en el imaginario del país dominado por las élites criollas “vivían en los bosques de manera salvaje” y posiblemente practicaban el canibalismo.
Mapa
Descargar Caso
Compartir
Comentar
® Movimiento Regional por la Tierra 2017 •