Retornar al campo y construir el hogar propio
Marina: Mis papás no han dado tierra. [En la familia del] Eduardo son dos hermanos, un varón y una mujer, su papá tiene tierra para él, pero no ha dado, nosotros solitos tenemos que salir adelante, tampoco no estamos en crisis ¿no? Nosotros solitos siempre, por eso hasta este terreno nos hemos comprado. Nos hemos encontrado y siempre hemos trabajado los dos. Yo me sé ahorrar en banco así, y de ahí, sabe ir él a trabajar también a la mina, cuando llega yo directo al banco deposito, entonces, los dos hemos trabajado. Nos hemos encontrado, a mí no me gusta ser egoísta con mi familia ni con su familia, yo trato siempre de ser humilde, hasta con su papá ‘así, así haremos’ le digo, hasta a él.
[…] Solitos tenemos que trabajar, solitos tenemos que hablar, yo pienso [que] esa meta tengo, tengo que llegar a empacar, acomodar; algún día tener trabajadores, así pienso, esa es mi meta, pero voy a llegar siempre digo, en terreno hay que invertir harto.
[En la ciudad] yo siempre he trabajado [como] ayudante de la cocinera, en pensiones sé trabajar, sé ir también de lavandera de ropa, después ya no me gustaba ser empleada, nunca me ha gustado, sé ir y no me sabe gustar. De ahí he ido a trabajar [como ayudante de] albañil, de eso me ganaba un poco más. Nos hemos juntado con el Eduardo, él trabajaba de maestro y yo de su ayudante, así trabajábamos, entonces nos hemos ahorrado, los dos todo nos hemos comprado, así los dositos (sic) nomás. [Al principio] él no trabajaba, él estudiaba y yo también, como no trabajábamos [el] día completo, entonces eso nomás llevábamos, nada nos hemos comprado, nos hemos juntado los dos nomás, pero gracias a Dios nunca me ha faltado plata, siempre he tenido platita.
Él sabe querer movilidad, ‘movilidad nos compraremos’ decía, yo nunca he querido eso, primero el terreno tiene que ser, con ese motivo hemos caminado, ahora tal vez nos vamos a comprar, [pero] primero es el terreno, abajo tengo un poco más y ya [es] doble trabajo, aquí [a la Comunidad Amachuma Chico] más venía, por eso me he construido mi casa aquí. Ahora nos vamos a ir a otra parte a vivir, hemos dicho, conseguir [terreno] en Palca, así nos podemos hacer una casa, es que mi hija [Luz] ya va a entrar a la escuela, un poco más trabajo va a ser, abajo es, por eso nosotros no pensábamos comprar abajo [en la zona Matikuni Qeyapaya], por eso primero nos hemos comprado aquí [en Amachuma Chico]. Aquí un pedazo más nos vamos a comprar, aquí nos vamos a hacer casa, así hemos pensado, aquí más carito (costoso) piden por el terreno.
El Eduardo está haciendo [cargo de] secretaría de relaciones, bien nomas, [pero] poca gente es [en la comunidad Amachuma Chico] y hemos pensado [que si] va a ser poca gente, va a girar rápido[1], después de cuatro años igual nos va a tocar [hacer cargo], entonces prefiero venderlo, abajo [en Matikuni Qeyapaya] estamos afiliados también.
En esta comunidad Amachuma Chico era junta de vecinos cuando hemos comprado el terreno, nos hemos afiliado, yo tengo terrenos aquí debajo de mi mamá y siempre venía a hacer y me conocen. Mi mamá antes me mandaba con carne, casi todos me conocen, [en la] junta de vecinos me he presentado y no me han dicho nada y me he afiliado a la zona. Me han querido hacer recibir la fiesta, pero siempre les he negado eso (…) es para mucha plata pasar esa fiesta, primero tengo que tener mi casa, recién estoy [haciendo]. Con lo que recién me he comprado abajo, ahí mi esposo pertenece a la subcentral Tuhuaco, él ha estudiado en esa comunidad, entonces le conocen igual, ‘bienvenido’ nomás le han recibido, entonces es responsable. ‘Háganse’, nos han recibido, ‘bienvenidos’, así nomás
Mi papá todos los cargos ha hecho en la comunidad, mi mamá no, no le gustan esos cargos, nada siempre, mi papá nomás ha hecho. Antes casi las mujeres no se metían, [pero ahora] yo aquí en la subcentral, yo como secretaria de relaciones de las Bartolinas[2] he entrado, y la hermana Dorotea de Retamani ha entrado como cabeza [de la organización de mujeres]. Yo sin saber he pisado esa subcentral de Huancapampa, así hemos organizado todas las comunidades, nosotras somos fundadoras, dos años y con esta gestión, tres años tiene la [organización] de mujeres. Después la hermana Dorotea se ha ido a la federación provincial, yo me he quedado como cabeza, me he quedado, me han elegido, he entrado y yo no le he negado a la gente.
Nos hemos organizado, todo hemos hecho en esa gestión, nuestro estatuto orgánico hemos sacado (…) hemos refundado un 29 de enero [como] aniversario de Huancapampa, bien nos ha ido, a todas las comunidades hemos fundado también, a todas las hermanitas, a todas las 7 comunidades [de la subcentral] hemos organizado.
Algunas familias vivimos bien, yo con mi esposo me llevo bien, los dos nos ayudamos, él me manda a todas partes, yo igual, va a jugar, va a pasear con sus amigos; yo cuando quiero ir igual me deja; pero algunas familias no viven así y a la mujer siempre le dejan en la casa, no le dejan ni hablar en las reuniones, tampoco van a los ampliados, nada.
Hemos visto, ahora que la organización se ha levantado, las hermanas ya participan, hay veces entre hermanas, nosotras, pura hermanas sacábamos un ampliado de pura mujeres, y sabemos bajar [a las bases], la secretaria ejecutiva y algunas instituciones, [con información sobre] cómo se puede cuidar una mujer de algunas enfermedades, sabemos invitar a talleres a las doctoras de Palca. Varios talleres hemos hecho, [con] Fundación Tierra igual, cómo nos puede pertenecer el terreno y cómo podemos manejar. Ese tiempito estaba también CARITAS Bolivia, entonces decían como manejar las tierras. Las hermanas de ahí ya hablan, ya participan, hasta en las reuniones de las comunidades participan porque hasta en mi comunidad (Choqueqota), las mujeres tres veces nomás tenían que asistir a la reunión en vez del hombre, después ‘ya no estás tomada en cuenta’, así le decía. Nosotros hemos sacado para ambas organizaciones un solo estatuto y hemos hecho en Huancapampa, que las mujeres pueden participar, pueden reemplazar a sus maridos.
A las mujeres no querían hacer participar, así era, ahora ha cambiado, ya participan las hermanas. Hay también [talleres para mostrar] cómo pueden tratar a sus hijos. Algunas hermanas son bien nerviosas para las wawas, entonces no tratan bien, hemos sacado un tallercito, [sobre] cómo podemos mantener y tratar bien a las wawas y a los esposos, y los hombres cómo nos pueden tratar a nosotras, para eso hemos traído de la Defensoría [de la mujer]. Se ha cambiado, ahora ambas organizaciones (mixta y de mujeres) ya [han] cambiado, a veces las mujeres están más [preparadas], así ya se ve.
Por ese cargo hasta mi chacra ya dejaba, ya no hacía. Tenía que ir a la ciudad, a veces viajaba y entonces he procurado ir. Hemos tratado hasta [el tema] del camino, hemos ido hasta la gobernación, hemos ido a exigir, el [dirigente de la organización] Tupaj Katari era también bien exigente, disponía su tiempo, me llamaba ‘así vamos a hacer’ me decía, y a todas partes he ido y me ha costado la experiencia también.
Cuando he entrado al cargo recién he conocido [a Cáritas] y nos ha ayudado, nos ha enseñado cómo podemos mantener la tierra, para que no vaya con la inundación, la tierra se va pues abajo, entonces para que se quede hemos hecho tacanas[3], barreras hemos hecho con alcachofa para que ya no se vaya abajo más la tierra.
Eso más que todo estoy haciendo y [practico] cómo ya no manejar el abono químico, es que mi mamá no siempre maneja abono (guano) de la oveja, con eso lo mezclaba a la papa con un poquito de agüita, así nomás siempre colocaba mi mamá, entonces, yo así hacía. ‘El abono [químico] hacía endurecer la chacra’ sabía decir mi mamá, pero los últimos ya colocaba [abono químico] mi mamá, algunos colaban y decían ‘la arveja bien grande hace dar el abono, bien lindo’.
Compran de la ciudad químicos, al último estaba utilizando mi mamá, ahora ‘ya no utilices mami, en la chacra bien feo endura, ya no es como mi chacra’ le he dicho. Yo no utilizo siempre, ni en mi terreno, ni allá abajo, ni aquí, prefiero colocar abono de oveja, por camionadas me compro, entonces con eso ya me sobra, a la siguiente hago igual me pongo, eso nomás ya no químico, para fumigar igual, cal con azufre hago hervir y con eso fumigamos, ya no compramos. Cuando le gana [la plaga] de ahí talvez ese Amidox sé comprar, no es tan fuerte.
[1] El sindicato agrario impone una dinámica de rotación de cargos entre todas las familias suscritas en la comunidad.
[2] Popularmente, se conoce como las Bartolinas a las mujeres de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”. De esta organización nacional se desprenden federaciones departamentales, provinciales, municipales, y en algunos casos, subcentrales y comunales. Se trata de una estructura paralela a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.
[3] Terrazas agrícolas construidas manualmente en pendientes. Se atribuye esta tecnología a los saberes ancestrales de los pueblos indígenas andinos.