El territorio donde se encuentra asentada la comunidad Los Nacimientos – Río Las Cuevas es parte de una región andina de valles de altura (entre los que se encuentran el Valle Calchaqui y el Valle del Yokavil), poblada mayormente por comunidades campesinas e indígenas situadas entre los 1800 y 3000 m.s.n.m. Sobre la Ruta Nacional Nº 40 se ubican los municipios que hoy son centros de referencia administrativa y política en las diferentes jurisdicciones del valle. Las comunidades indígenas habitan por lo general en la zona de los cerros y mantienen relación con los pequeños poblados y cabeceras municipales, ya sea para trabajar, estudiar, realizar trámites, intercambios, abastecimientos, ir a los centros de salud, entre otras actividades.
La localidad de Los Nacimientos según el Censo de Población en 2010 contaba con 215 habitantes (INDEC, 2010). En la zona más poblada cuentan con agua corriente y luz eléctrica que provee la empresa Energía Catamarca SAPEM. En el caso de las familias asentadas en zonas rurales más alejadas, en especial las que conforman la base Río Las Cuevas que se encuentran al pie del cerro y/o a la vera del río Las Cuevas, se proveen de luz eléctrica mediante paneles solares y el agua la obtienen de vertientes y del río. Como gran parte de la población de Argentina, no cuentan con gas natural, utilizando para cocinar y calefaccionarse gas envasado (en garrafa) y leña que recolectan en la zona.
En el pueblo Los Nacimientos se encuentra la Escuela Provincial Nº 412 de gestión estatal que recientemente ha cumplido 100 años de existencia y donde actualmente asisten estudiantes del nivel inicial (10 alumnos), del nivel primario (20 alumnos) y del nivel secundario (9 alumnos), según matricula de 2018. En dicha escuela está vigente la implementación de la modalidad de Educación Intercultural Bilingüe (EIB), dado que una parte de su estudiantado pertenece a la comunidad diaguita Los Nacimientos – Río Las Cuevas; y desde hace un par de años se pone en práctica el izamiento de la wiphala junto con la bandera de la República Argentina.
El kakán, la lengua que según historiadores compartían las poblaciones diaguitas del siglo XVI, en la actualidad prácticamente ya no se habla, producto de las reiteradas conquistas que sufrió el pueblo diaguita (primero, por parte de los incas y luego, por los españoles), así como de los procesos de colonización mediante las instituciones educativas y religiosas, principalmente, que prohibían hablar en otra lengua que no fuera la dominante. Hoy las familias que habitan la zona hablan en español, aunque también está bastante presente en sus expresiones el quichua.
En cuanto a servicios de salud, en el pueblo de Los Nacimientos hay una posta sanitaria con un agente sanitario que realiza atención primaria de la salud. Para otro tipo de atenciones los pobladores deben dirigirse a la localidad de Hualfín donde hay un pequeño hospital o a las ciudades de Belén o Santa María donde encuentran mayor infraestructura hospitalaria. Cabe mencionar que las comunidades diaguitas, así como gran parte de las familias rurales del noroeste argentino, tradicionalmente han sabido curar, atender, prevenir y sanar sus dolencias, padecimientos y enfermedades a partir de acciones terapéuticas que conforman un amplio repertorio tradicional-ancestral-popular de saberes y prácticas que son transmitidas de generación en generación y que son parte de su cultura como pueblo. Las familias tradicionalmente han realizado curaciones y tratamientos para prevenir y/o atender enfermedades, ya sea con preparaciones caseras o mediante la intervención de algún curador o “médico campesino” valorado por la comunidad. Uno de los curadores tradicionales o “chamán” más reconocido en la zona es Antonio Cruz, quien además es el cacique de la comunidad.
En 2016 se conforma ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) la comunidad diaguita Los Nacimientos – Río Las Cuevas, que se constituye como organización de autogobierno indígena en el territorio. La comunidad se organiza en torno a la asamblea, como espacio fundamental para la deliberación, socialización y toma de decisiones comunitarias, las cuales son definidas por consenso. En la misma participan los/as comuneros/as que están censados dentro de la comunidad, y son ellos en forma colectiva quienes definen autoridades comunales y los representantes de la comunidad (cacique, secretario, delegados de base) que llevarán a cabo las decisiones que son tomadas en la asamblea comunitaria. El accionar del cacique y de los delegados de la comunidad está supeditada a las decisiones y voluntades de la asamblea de comuneros. Asimismo, la comunidad cuenta con una responsable del área de salud, otra del área de educación y una persona encargada de recibir a visitantes y realizar el guiado por la comunidad.
La comunidad tiene sede en la localidad de Los Nacimientos, la cual cuenta con una Delegación Comunal como institución de gobierno estatal local. Esto quiere decir que la Comunidad Diaguita Los Nacimientos – Río Las Cuevas se establece como una organización de gobierno territorial indígena paralela a la forma estatal de gobierno local, cuya autoridad es el Delegado Comunal dependiente de la Provincia de Catamarca y cuya población excede a la censada como comunidad diaguita.
La economía de las familias que forman parte de la Comunidad Diaguita Los Nacimientos – Río Las Cuevas, al igual que la mayoría de las comunidades diaguitas catamarqueñas, está compuesta por una diversidad de actividades, que van desde la producción ganadera (ovejas, llamas, vacas, cabras, etc.) ya sea destinada a la obtención de carne, cuero, lana o fibra para tejer; la agricultura (alfalfa para forraje, maíz andino, quinoa, papa andina, huerta, etc.); la elaboración de vinos y dulces frutales; la recolección de frutos del monte; la producción de artesanías; emprendimientos independientes vinculados a la gastronomía o al desarrollo de oficios; como también el trabajo asalariado fuera de las comunidades. El trabajo es principalmente familiar, pero también comunitario.
Cada familia tiene parcelas propias, que constituyen el espacio de vida y de reproducción de la familia, la cual fue transferida de generación en generación como herencia familiar y cuyo control se mantiene “respetando los límites y las posesiones de cada comunero” (Antonio Cruz, 2018). En el caso de familias comuneras que no cuentan con una parcela propia (porque, por ejemplo, se han ido a trabajar o a estudiar a otro lado y retornan a la comunidad a vivir), el cacique reunido en asamblea con la comunidad puede asignarle una porción de territorio para poder asentarse. A dicho espacio familiar, se suman los campos comuneros o territorio comunitario dedicados para pastoreo de animales, producción agrícola comunitaria o monte. Antonio nos cuenta que para él “la tierra es el espacio de vida y reproducción de la comunidad, allí está la hacienda y la agricultura”.
En cuanto a la comercialización de sus productos, por lo general, cada familia la realiza por su cuenta, aunque en ocasiones se organizan entre varias familias para llevar sus producciones a ferias o eventos regionales que se llevan a cabo en la zona (por ejemplo, a la “Feria Andina” o a “Belén, cuna del poncho” en la localidad de Belén; a ferias en época de carnaval en Hualfín; entre otras). En esos casos uno o dos familiares van y llevan la producción propia y de otros para vender en un puesto conjunto.