El territorio familiar y comunitario de la “Escuela Agrosocial La Capilla” hace parte del Movimiento Social Diversidad Agrodescendientes. Este espacio de transformación social se ubica en la vereda Chalarca, en el Municipio de La Unión, en el Oriente del Departamento de Antioquia, extremo Noroccidental de Colombia al norte de Suramérica. Sus coordenadas geográficas son 8.857222 y -75.276667, teniendo una temperatura en la cabecera municipal entre los 12°C y 18° C, con una altitud de la cabecera municipal de 2.500 m.s.n.m. El municipio La Unión tiene una extensión territorial total de 198 Km2, con un área urbana de 62 Km2 y en el área rural de 136 Km2. Queda a 57 kilómetros de la ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia.
Está altiplanicie extensa, limita por el norte con los municipios de La Ceja y El Carmen de Viboral, por el este con El Carmen de Viboral, por el sur con los municipios de Sonsón y Abejorral y por el oeste con el municipio de La Ceja. El municipio de la Unión, cuenta con bosques que se caracterizan por tener buena humedad y un piso térmico frío, tiene colinas bajas, recibe influencia de los vientos húmedos del valle del Magdalena.
Las Escuelas Agro-sociales son posesiones territoriales, dinamizadas como propuesta de transformación político-social y ambiental del Movimiento Social Diversidad Agrodescendientes. Estos espacios son directamente de las familias campesinas ya sea por herencia o por la figura de compra y venta, las cuales se ponen a disponibilidad de esta organización, como espacios de encuentro de la misma comunidad. Allí se generan diálogos de saberes que permiten volver a prácticas ancestrales de Soberanía y Defensa Territorial para la permanencia en los territorios, visibilizando y dignificando el papel del campesinado y pequeño productor, como sujeto que lucha frente a las lógicas neoliberales extractivistas.
Hace cerca de 2 años, Agrodescendientes dinamiza la “Escuela Agrosocial La Capilla” como escenario educativo, en el que se busca la transformación progresiva de la cultura, llevando a cabo ejercicios prácticos de Agricultura Tradicional Campesina, Diálogo de Saberes, Apicultura, Silvicultura, y diversas temáticas e intereses enfocados a satisfacer las necesidades comunitarias. Este territorio proactivo fue posible gracias a los esfuerzos que la familia viene haciendo desde hace más de cuatro generaciones, los cuales han fijado en la agricultura y la ganadería una forma de vivir, sentir, pensar y hacer; obteniendo legitimidad en el municipio y en el departamento como líderes agrarios.
La familia Valencia Moreno ha realizado un esfuerzo generacional, por mejorar su calidad de vida y la de múltiples personas en la región. Enseñanza, que mantienen desde que sus ancestros les mostraron la importancia de cuidar la tierra y ponerla a dar alimentos para las zonas urbanas.
Llega la hora en que uno tiene que pensar en formar un hogar, y formé un hogar, ya en la edad que estoy tengo mis cuatro hijos, todos son muy trabajadores y saben que el ejemplo que se les ha dado, no lo pueden dejar embolatar (Libardo de Jesús Valencia, agricultor).
El hogar de Libardo de Jesús Valencia García de 82 años y Judith Moreno de 86 años de edad, se ha sabido sostener incluso en los momentos de dificultad, asumiendo los retos de la vida en el medio rural, junto con sus hijos Carlos Enrique V.M., José Libardo V.M., Carmen Judith V.M. y la hija menor Sandra Eugenia V.M., los cuales también han conformado sus hogares en este municipio.
La conocí en mi vereda, me fui haciendo amigo de ella, ella era maestra allí, hasta que entramos en una relación de 10 años, y nos fuimos muy fieles tanto ella como mi persona y nos llegó la hora en que ya nos resolvimos casarnos, nos ha ido bien ¡gracias a Dios! Lo principal de la vida: ¡Es que uno tiene que preocuparse por darle felicidad al ser que lo está acompañando a uno, el secreto fundamental de un hogar es preocuparse por la persona que tiene de compañía y que esa persona ponga de parte de ella también, en el mismo tono!
Uno de los principales retos en la ruralidad es el poder acceder a la tierra y Libardo de Jesús Valencia García ya tenía un avance significativo desde el año 1954 cuando mediante un préstamo con la Caja Agraria logró un acuerdo para ir pagándola, al tiempo que la trabajaba. En 1964 pudo ampliar su predio con otro préstamo con la Caja Agraria, accediendo a 16 cuadras más para pagar con hipoteca abierta, en un plazo de 20 años, para este momento, ya convivía con su esposa Judith Moreno.