El vocablo Longaví es una derivación del mapudungún de las palabras Lonko-vilu o Longo-vilu, que significa Cabeza de serpiente. Según las crónicas de Jorge Valladares Campos, la toponimia del lugar proviene de la serpenteante trayectoria que posee el río y su “cabeza”, representada por el Volcán Nevado Longaví, la cumbre andina más alta del sector que alcanza los 3.242 metros sobre el nivel del mar. El territorio está fuertemente delimitado por el valle que se forma entre el río homónimo, que nace en la ladera sur del volcán y el río Achibueno, su hermano nacido en la ladera norte. Esta zona se extiende desde el sureste hasta el noroeste siguiendo el cauce de los ríos hasta que ambos tributan sus aguas en el río Lonkomilla [Oro del jefe, que sirve de límite natural.
El territorio que actualmente corresponde a la comuna, es el mismo que otrora se llamó La Hacienda Longaví, entregada por La Corona española a la Compañía de Jesús en 1639. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, la Hacienda pasa a manos de Mateo de Sotomayor, sufriendo una serie de subdivisiones que, en 1904, conformarán la Villa de Longaví. Posteriormente en 1937, es oficialmente fundada.
La zona se caracteriza por poseer una fuerte vocación agrícola, una cultura tradicional ligada al trabajo de la tierra y a la vida campesina, producto de una larga tradición de inquilinaje que se mantuvo hasta las postrimerías del siglo XX, al igual que la mayor parte de la región. Esta cultura luego pasa a ser parte de lo que Bengoa denominó el corazón de la nación chilena, territorio donde se gesta la emancipación de Chile del reinado español y por el cual cruzaron los ejércitos realistas y patriotas durante la guerra de independencia (1810-1818). Tras el repliegue de los ejércitos españoles, la zona de Maule sur y la actual provincia de Ñuble se convierte un peligro para la naciente república, debido a la fuerte presencia de pillos y bandoleros que dominaban los caminos entre la ciudad de Talca y Concepción. La banda de los Pincheira fue el más afamado y temido grupo de bandidos realistas y montoneros que asolaron la zona del Maule y Chillán hasta que son capturados y ajusticiados por el general Bulnes en 1832. La presencia de estos grupos armados quedó inscrita en los apellidos que hoy en día son habituales en las comunidades de los poblados y zonas rurales de la comuna.
Actualmente, el territorio sigue manteniendo su vocación agrícola en la cual destacan los cultivos de cereales, principalmente trigo y arroz con un 36% de la superficie sembrada; frutales como los cerezos, arándonos y frambuesas con 13%; y cultivos Forrajeros con un 13%. De acuerdo a los datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica CASEN, la mayor parte de las actividades económicas de la comuna se caracterizan por ser de carácter primario, las cuales concentran el 60% de la fuerza laboral ocupada. Estas actividades son la agricultura, la ganadería, la caza y la silvicultura. Luego vienen las actividades de comercio que representa al 22,7% de la fuerza laboral; un 12,7% corresponde a la industria manufacturera y finalmente un 3,8% en otras actividades. La mayor parte de los trabajadores de la comuna corresponden a trabajadores no calificados con un 57,5%, mientras que cerca del 67% de los ocupados son empleados y obreros del sector privado. La situación anterior se sostiene en los bajos niveles de escolaridad de la comuna, la que presenta cerca del 40% de la población sin educación primaria completa; un 13,6% que no posee educación formal y tan solo 5,6% que alcanzó a llegar o terminar una carrera técnica de nivel superior o profesional.
La situación de escolaridad y laboral de la comuna responde a que la mayor parte de la población longaviana se ha dedicado históricamente a la agricultura, cuyo mercado es dominado actualmente por las agroindustrias exportadoras, en especial en el rubro de los berries. Hoy en día la gran mayoría de los habitantes se dedican al trabajo por temporadas en los grandes terrenos agrícolas durante los meses de verano, muchas veces con bajos salarios y condiciones laborales precarias. Por otro lado, la comuna sufre un proceso en que la juventud rural tiende a migrar hacia su centro urbano o a ciudades de mayor tamaño, con la expectativa de acceder a la educación superior. Al mismo tiempo, durante los últimos 2 años la comuna ha recibido una fuerte migración internacional caracterizada principalmente por trabajadores de origen haitiano, quienes se integran a las faenas y trabajos de temporada.
Estatua de Los Hermanos Campos en la entrada de Longaví
Finalmente, y como puede apreciarse, la comuna de Longaví aún mantiene su fuerte raigambre rural y agrícola, sin presencia de comunidades indígenas y poblada fundamentalmente formada por mestizos y descendientes de españoles que poseen una cultura campesina y tradicional palpable hasta el día de hoy.