ASTRACAVA y la lucha por una Zona de Reserva Campesina
Olimpiadas campesinas
Dado que Colombia tiene un problema endémico en cuanto a la concentración de la propiedad de la tierra, su distribución y su titulación, el campesinado de este país se ha visto obligado, como se ha explicado, a poner en práctica una reforma agraria propia basada en el cultivo y el trabajo de la tierra ajena y en la permanencia y por lo tanto la defensa del territorio. Actualmente el 64% de la población rural vive en estado de pobreza, el 29% vive en condiciones de indigencia y el coeficiente de Gini llega al 0.87, acercándose a la desigualdad completa. Todo eso según el dosier informativo de “Zonas de Reserva Campesina en el Valle del Cauca” elaborado conjuntamente con el INCODER y la Coordinación Campesina del Valle del Cauca en 2014.
La Ley 160 de 1994
Enfocada teóricamente a la mejora de esas circunstancias, se aprobó hace 23 años la Ley 160 de 1994 como hipotética fórmula de desconcentración de la propiedad de la tierra bajo la orientación del Banco Mundial. Esta ley es la que crea la figura jurídica de Zona de Reserva Campesina, entre otras cosas, a través del artículo 80 según el cual “son Zonas de Reserva Campesinas las áreas geográficas seleccionadas por la Junta Directiva del INCORA –Instituto Colombiano para la Reforma Agraria-, teniendo en cuenta las características agroecológicas y socioeconómicas regionales. (…). En las ZRC la acción del Estado tendrá en cuenta las reglas y criterios sobre ordenamiento ambiental territorial, la efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de los campesinos, su participación en instancias de planificación y decisión regionales y las características de las modalidades de producción”.
Según documentos de la misma organización de ASTRACAVA, la ley fue “una fórmula con núcleo neoliberal que prefirió el mecanismo del mercado subsidiado de tierras a la intervención estatal para hacer efectiva una reforma agraria democrática, mediante la cual se siguió manteniendo y alimentando la estructura latifundista. El programa de mercado subsidiado que inició con 1.82 millones de dólares del Banco Mundial solo benefició a 13.000 familias y su reducción fue gradual hasta caer en picado”. A pesar de eso, la organización campesina protagonizó importantes movilizaciones, las llamadas “marchas cocaleras”, que llevaron al Decreto 1777 de 1996 según el que se reglamentaron la creación, los propósitos y el desarrollo de las ZRC. La última pieza, antes de la constitución oficial de las primeras ZRC al sur del país, fue el Auto 024 de 1996 del INCORA.
De este modo, una ZRC se define como un área geográfica delimitada con historia de colonización, predominancia de terrenos baldíos y la presencia importante de recursos naturales. La figura se ha propuesto como mecanismo para la reforma agraria y la construcción de paz territorial y para propender la organización campesina, la generación de soberanía alimentaria y la posibilidad de que el campesinado pueda acceder a servicios básicos como salud, educación, asistencia técnica o mercadeo. En la teoría, aunque como es común en Colombia por ahora no sucede en la práctica, las ZRC deben tener un Plan de Desarrollo Sustentable propio subvencionado, una vez constituida legalmente la ZRC, por el Estado.