Se trata de una experiencia colectiva en la lucha, defensa y gesta de la recuperación socio territorial iniciada desde tiempos milenarios. Pero fue desde la década 1970, con el gobierno de Juan Velasco Alvarado (1968-1975), que la nación Wampis adoptó nuevas formas de lucha.
Primera etapa: nacimiento de las primeras comunidades, organizaciones y el proceso de reivindicación territorial formal
Los primeros asentamientos nucleados Wampis nacen hacia los años 1950 y 1960, etapa en la cual, las familias Wampis que vivían dispersas en las cabeceras de las quebradas empiezan a nuclearse y a asentarse en lugares algo más accesibles, motivados por la posibilidad del establecimiento de escuelas para sus niños.
Es por ello, que los primeros procesos de reivindicación territorial fueron iniciados por las comunidades (las primigenias en su género), a través de sus autoridades comunales (presidentes comunales según la ley de comunidades nativas de 1974 o apus, actualmente denominado “iimarus” (visionario en el idioma Wampis). Estos asentamientos nucleados fueron denominados por aquel gobierno, “comunidades nativas” (Ley No. 20653, Ley de Comunidades Nativas y de Promoción Agropecuaria de las Regiones de Selva y Cejas de Selva del 18 de junio de 1974), modificada parcialmente por el gobierno de Francisco Morales Bermúdez (Ley No. 22175, vigente a la fecha). La Ley No. 20653, fue la primera en reconocer para el caso de los pueblos indígenas amazónicos del Perú, la personería jurídica de las comunidades y su derecho a contar con un título de propiedad.
El proceso de titulación consistía en la inscripción y linderamiento de los terrenos comunales pasibles de ser ampliados posteriormente. Las primeras titulaciones las asumió el propio Estado, en el gobierno de Juan Velasco Alvarado (denominado gobierno revolucionario, 1968 – 1975). Para los indígenas amazónicos este proceso resultaba novedoso porque hasta antes de la ley de comunidades no existían títulos de propiedad colectivos en la Amazonía. Pero a todas luces resultaba reduccionista y cercenador, porque dejaba grandes extensiones de los territorios de ocupación y uso ancestral sin titular, pasando a manos del Estado y considerados como Terrenos Libres del Estado (TLE).
En paralelo a este proceso, los pueblos indígenas amazónicos del Perú, inician un proceso de organización, surgiendo las primeras organizaciones y federaciones de nivel local y nacional (en los primeros años del movimiento indígena amazónico no habían surgido aún las llamadas organizaciones regionales).
En el caso de los Wampis, nace el Consejo Aguaruna y Huambisa (CAH, 1976), por los nombres con los que entonces se conocía a los pueblos Awajun y Wampis, respectivamente. Esta organización fue una de las primeras, la misma tomó como agenda central la reivindicación territorial (inscripción, titulación y ampliaciones de los territorios comunales) con la simpatía y apoyo de la cooperación internacional. Las comunidades Wampis estuvieron integradas al CAH hasta el año 1992, fecha en la que nace la Sub Sede del Consejo Aguaruna y Huambisa con sede en la comunidad Chapis (río Kanus), dando mayor autonomía a las comunidades Wampis dentro de esta organización. La llamada Sub-Sede se disolvió en el año 2015 con el nacimiento del GTANW.
En las sucesivas Asambleas Generales del CAH, la principal agenda y debate colectivos giraban en torno a la reivindicación territorial teniendo como estrategia seguir el proceso legal existente (reconocimiento, titulaciones y ampliación de los territorios comunales o segunda titulación), lo que equivale a la titulación de nuevas áreas aledañas a las tituladas para recuperar progresivamente, y en lo posible, la integridad territorial quebrada con la titulación como islotes y por la colonización. Aun cumpliendo con este proceso no se lograba cubrir todas las áreas de ocupación y uso ancestral, pues quedaban extensiones grandes conformadas por las zonas altas y cerros considerados sagrados y espirituales.
Por esa razón, el CAH en su XXXII Asamblea General Ordinaria, acordó y planteó al Estado (1989) la creación de “Reserva Comunal Aguaruna y Huambisa”, como etapa final del proceso de la recuperación territorial, con la cual se intentaba recuperar la territorialidad o territorio integral de los Wampis y Awajun mediante la titulación de las áreas aledañas a las comunidades existente.
Esta petición y requerimiento fue el primer intento de formalización del proceso de recuperación territorial. Sin embargo, el Estado nunca resolvió esta petición, por lo cual el proceso continuó consolidándose y dando forma al pensamiento de autonomía (recuperación de la autonomía perdida por el contacto con la cultura occidental) y la territorialidad. Cabe indicar que en este proceso los actores o protagonistas principales fueron las autoridades comunales, los dirigentes de las organizaciones, los líderes y lideresas.
En ese contexto, consideramos necesario indicar que se trata de un proceso complejo, arduo, conflictivo y burocrático, porque no solo se trataba de una gestión burocrática ante el Estado, sino también que en la práctica implicó enfrentamientos físicos con agentes foráneos invasores (invasión de colonos), en muchos casos promovidos por el propio gobierno de turno. Al ser región de frontera los sucesivos gobiernos consideraron conveniente promover la colonización de los territorios Wampis y Awajun mediante la construcción de carreteras y de la entrega de lotes a colonos procedentes, principalmente, de la región andina.
Para reclamar sus derechos ante las invasiones, las comunidades y el CAH tuvieron que plantear demandas judiciales engorrosas. Además, la defensa de los territorios, que obligó a los Wampis y Awajun a desplegar sus fuerzas físicas y comunales desalojar a los invasores foráneos y dio lugar al enjuiciamiento y encarcelamiento de muchos líderes y dirigentes.
En ocasiones estos enfrentamientos por la defensa territorial dieron lugar a pérdidas de vidas de los indígenas. Solo por mencionar algunos de estos casos: el Muun Damián Tibijam (Awajun), fue asesinado por los colonos por defender sus territorios, un mes después de que la organización lo lograra liberar de la cárcel, y Chu Nugkankit Petsain (Awajun) quien fue muerto en abril de 1986.
Muun Damián Tibijam
Muun Chu Nunkanquit Puetsaentsa
En conclusión, podemos señalar que fue una gesta y lucha por recuperación territorial que tuvo, principalmente, dos frentes: lucha legal ante el Estado (principalmente el Ministerio de Agricultura, Poder Judicial y el Ministerio Publico) y la defensa de los derechos territoriales a través de la organización y la acción colectiva ante los proyectos de ocupación e invasión de nuestro territorio.
Segunda etapa: proceso de reivindicación territorial
Esta etapa con enfoque ampliado de las reivindicaciones territoriales, lo asumen ya las nacientes, organizaciones regionales de la organización nacional indígena amazónica AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana). Para el caso la nación Wampis se encuentra en la jurisdicción de la Coordinadora Regional de los PPII de San Lorenzo (CORPI SL) que está integrada por nueve organizaciones y pueblos indígenas. En el año 1996, CORPI SL dio inicio a un debate con participación de los nueve pueblos en el que se dan los primeros criterios, medidas, estrategias y mecanismos para la recuperación territorial integral o territorialidad, como se hace referencia al planteamiento de configuración territorial como pueblos.
Como antecedente de este proceso se debe mencionar la decisión previamente tomada por la Organización Shuar del Morona (OSHDEM), una organización Wampis (Shuar) de la cuenca de Morona (Kankaim), en el distrito del mismo nombre, provincia de Datem del Marañón, región Loreto, hoy integrada al GTANW. A inicios del año 1995 sus comunidades de base debatieron una nueva configuración o reconfiguración territorial que debería incluir los territorios de uso y ocupación ancestral, haciendo remembranza y memoria de la ocupación socio histórico cultural.
Tercera etapa: nacimiento del GTANW
Desde el año 2010, la nación Wampis asumió un rol más protagónico y rumbo definido por lo que realizó una serie de trabajos de gabinete y campo, para la formulación de la sustentación socio-técnica de la autonomía Wampis y su territorio integral. En efecto, se formularon los primeros estudios antropológicos que sustentaron de manera fehaciente la ocupación ancestral del territorio que se compone además de dos mapas: territorial e histórico cultural. El primero presenta la configuración del territorio con sus linderos descritos en una memoria. El segundo presenta las evidencias de la continuada ocupación territorial de la nación Wampis en su territorio, a través de la georreferenciación de lugares sagrados, asentamientos antiguos, vestigios arqueológicos, caminos ancestrales, etc., que forman asimismo parte de la tradición oral trasmitida de generación en generación; ambos son complementarios.
De igual modo, se formuló un documento con la fundamentación jurídica del derecho de la nación Wampis a su territorio, que se apoya tanto en las evidencias de la ocupación territorial y continuidad del sujeto pueblo Wampis como en los instrumentos internacionales y la jurisprudencia del sistema de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Entre los trabajos de campo, podemos mencionar diálogos y debates entre los pueblos colindantes para definir de manera consensuada y con consentimiento los linderos históricos. En el caso de la nación Wampis, ésta colinda con los pueblos Chapra, Awajun y Achuar y con todos ellos se estableció los hitos de colindancias.
Camino a la autonomía
En el año 2014, se empezó la formulación del primer borrador del Estatuto de la Autonomía, siendo socializado y debatido en diversas reuniones hasta fines del año 2015. En la Tercera Cumbre de la nación Wampis, con participación de los líderes, lideresas, dirigentes, jóvenes, mujeres, de las dos cuencas, se proclamó por unanimidad el ejercicio de la autonomía de la nación Wampis. En este evento (27-29 de noviembre del 2015), en la comunidad Soledad (Kanus) (distrito Río Santiago), se ratificó la adopción de “nación”, en lugar de “pueblo” y se eligieron sus primeras autoridades para un periodo de cuatro años.
Asamblea de constitución del GTANW, Soledad 2015
Lo inspirador de la autonomía Wampís
El ejercicio de facto de la autonomía de la nación Wampis, a través del Gobierno Territorial Autónomo (GTA), es un proceso de larga data, pero lo resumiremos iniciando desde la creación de las comunidades o nuclearización de las poblaciones indígenas de la Amazonía Peruana (década de los 50).
Entre los elementos que refuerza y sustenta el ejercicio de la autonomía se resume en los siguientes aspectos:
Ø Autonomía comunal: La Constitución peruana otorga a las comunidades autonomía en lo administrativo, económico y la libre disposición de sus tierras (artículo 89º). El ejercicio de esta autonomía en la práctica y en algunos casos, resulta nociva porque faculta prácticas contrarias al sistema de protección y conservación que tanto pregonan los indígenas. La Constitución tiene buenas intenciones, pero aplicada de manera distorsionada y en provecho propio de autoridades comunitarias o en interés de terceros, resulta nociva, siendo que, algunas de ellas aprovechan esta autonomía para concretar tratos desventajosos con terceros en perjuicio de la comunidad y, por ende, todo el pueblo (malos negocios con madereros, mineros o de otro tipo) que trae como consecuencia la destrucción de los bosques vírgenes, contaminación de aguas, entre otros impactos negativos socio ambientales. El GTANW tiene como uno de los objetivos reorientar esta tendencia y tomar la administración y control de los territorios al beneficio de las comunidades y la naturaleza.
Ø Visión multicomunal: La dispersión y atomización de las comunidades significaba convivencia aislada, poca vinculación entre las comunidades, sin ninguna estrategia comunitaria-global efectiva para afrontar colectivamente los procesos externos y englobantes mundiales, colocando a los indígenas en una situación de extinción sociocultural e incluso biofísica e identitaria. Siendo este punto uno de los motivos que toma el GTANW para promover los vínculos socio históricos culturales generando encuentros masivos y debates inter y multicomunal para la toma de decisiones colectivas y consensuadas para la construcción del futuro común.
Ø Estrategias colectivas: Para afrontar creativamente y de manera proactiva las tendencias locales, regionales y mundiales (globalización), que viene afectando a los pueblos indígenas del mundo en lo económico, cultural; etc., poniendo en riesgo la existencia biofísica, cultural e identidad y los derechos humanos, es una de las variables relevantes, por lo que la nación Wampis con el ejercicio de su autonomía intenta afrontar estratégica y colectivamente para contrarrestar las fuerzas y amenazas nocivas.
Construcción y consolidación del futuro común
Para asegurar la continuidad e identidad de su cultura, la nación Wampis considera el ejercicio de la autonomía, sustantivo y apremiante, que persigue como meta final el logro de “Tarimat Pujut” (vida grata, buen vivir), tomando como base y esencia la reivindicación territorial, territorialidad o territorios integrales que asegure la continuidad biofísica y la identidad de la nación Wampis. Ésta es la esencia del GTANW.
La implementación de este ejercicio implica la construcción, fortalecimiento y consolidación de la Gobernanza Territorial de la nación Wampis que, en concreto significa la puesta en marca simultáneamente y principalmente de tres aspectos claves:
· La administración adecuada y efectiva de los aspectos internos
La creación, fortalecimiento y consolidación de las capacidades internas (familias, comunidades y organizativas), que en esencia significa la administración y control efectivo de los territorios (titulados y de ocupación y uso tradicional). Esto a su vez involucra dos ejes temáticos: administración de los aspectos socio cultural, económico, educativo, político y organizativo, etc. y el mantenimiento y consolidación del sistema de protección, cuidado y conservación de la naturaleza, los bosques y la biodiversidad.
· La capacidad y relacionamiento creativo con el Estado, los niveles de gobiernos y la sociedad civil en general
La nación Wampis y el GTANW no intenta ni constituye una amenaza del País, al contrario, exige al mismo la adecuada adaptación de las normas internacionales a la normativa interna, haciendo coherente los avances jurídicos internacionales que se traduzca en el respeto de los derechos humanos y colectivos muy colisionados resquebrajados en los últimos años. Esta misma línea prevalece para el distinto nivel de gobiernos (regional y local).
Para el caso de la sociedad civil, será un relacionamiento positivo para los debates y, de ser el caso, desarrollar incidencias colectivas en los temas de interés común tales como el cambio climático, protección y conservación de la naturaleza, democracia, pobreza monetaria, entre otros aspectos.
· La búsqueda y el establecimiento de proyectos propios y autónomos en los distintos ejes temáticos
Los debates internos y autodiagnósticos críticos son necesarios y apremiantes para el establecimiento de pensamientos y proyectos propios en los ejes temáticos claves como educativo, económico, cultural, salud, político, etc.
Situación actual y retos
El 2 de mayo de este 2017, se notificó al Estado la decisión y auto proclamación para el ejercicio del GTANW, presentando la documentación de sustentación técnica; en las sucesivas fechas se hizo a los ministerios, instituciones y poderes del Estado. En estos momentos, se hace lo mismo con los niveles de gobierno que involucra los territorios de la nación Wampis (región de Amazonas y Loreto).
Algunos retos relevantes:
· No se trata de un territorio homogéneo, por cuanto, al interior coexisten dos caseríos mestizos, por lo que estamos en proceso de construcción de protocolos de convivencia pacífica, vecindad fraterna, de paz y armonía, basado en el mutuo respeto. Lo mismo sucede con los puestos militares asentados en los territorios de la nación Wampis.
· El empoderamiento adecuado del GTANW a nivel interno, resulta uno de los retos más exigentes, relevantes y urgente, de modo que en estos momentos estamos en pleno proceso de la socialización masiva de las bondades del GTA.
· Desarrollo de las incidencias local, regional y nacional para hacer masivamente visible el ejercicio de la autonomía y autogobierno de la nación Wampis a través del GTA.
Estrategia de Acceso
En caso de la nación Wampis, el acceso a la tierra era primigeniamente (tradicional) de total libertad, en el cual cada familia o individuo tenía la entera facultad de acceso de tierra a la libre elección, zona y lugar y tamaño de la tierra. Cuando se conforman las comunidades (asentamiento de las familias y clanes) en un lugar específico (nuclearización), el acceso sigue siendo lo mismo (libre), pero sujeto a un instrumento interno (estatuto y reglamento) para evitar acaparamiento y mal uso de ella por cualquier interesado. En ese sentido, en la actualidad, los comuneros y comuneras reconocidas como tales, tienen el mismo derecho y libertad de elegir y acceder la tierra para desarrollar sus diversas actividades, incluidas las económicas: agrícolas, crianza de aves, piscigranjas familiares, cultivo de cacao y otras de interés de cada familia o persona Wampis.
Por tanto, el ejercicio de la autonomía, a través del GTANW, tiene como base esencial e ineludible, el aseguramiento de tierras y territorios para garantizar el bienestar de las familias y comunidades Wampis, estrategia que garantiza la soberanía alimentaria, siendo esta actividad, la principal, cultural y socio histórica. En la vida actual, la tenencia de tierra asegura también la satisfacción de otras necesidades, por ejemplo, la necesidad monetaria, de modo que, en respuesta a ella, se desarrollan actividades orientadas a este rubro (especialmente el cultivo de cacao orgánico, piscigranja).
En el sentido más amplio y con visión holística e integral, la tierra, territorios, la naturaleza y los bosques en general no se limitan solo a nivel agrícola, sino también cubre otros elementos socio cultural y espiritual. Las cataratas, zonas espirituales, etc. son de dominio espiritual de las que los Wampis se sirven para nutrir y fortalecer sus visiones; vale decir, los Wampis mantienen una relación muy estrecha con la parte espiritual con la naturaleza, realidad vigorosamente reconocida por los instrumentos internacionales.
Por ello, los Wampis hablan de territorios integrales o territorialidad que en concreto señala al sistema de vida y no una visión, idea o pensamiento, menos un proyecto. La integralidad territorial, no se refiere a la soberanía nacional, ni la frontera de un país, sino básicamente la totalidad del habitad de un pueblo y también la no segmentación de los componentes de la naturaleza (espacio cósmico, ecosistema, incluido el sistema hidrográfico) que funciona como una totalidad, manteniendo el equilibrio total e integral. Por ello, los Wampis hablan de “territorios” en el sentido más amplio (tierra, bosques y la naturaleza en general) y en ese entendido, el acceso a la tierra es libre tanto para los hombres y mujeres; todos tienen el mismo derecho al acceso y uso de ella para la satisfacción de sus necesidades básicas.