Nos encontramos en un predio rural, lindero a la ciudad de Toledo, departamento Canelones, ciudad periférica al noreste de la capital del país, Montevideo, Uruguay; en las coordenadas de Latitud 34.74929º S y Longitud 56.10146º O. Habitamos y producimos en un predio estatal, que pertenece al vivero Alejandro Gallinal de la dirección forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), dicho vivero está declarado patrimonio histórico nacional.
El espacio en el que nos encontramos conjuga un parque y bosque nativo con centenares de especies y senderos interpretativos con un museo de la madera, un centro de estudio Escuela del Consejo de Educación Técnica Profesional - Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), una vía férrea aún en uso y un vivero y centro de germoplasma de semillas para futuras reproducciones.
Ciudad de Toledo, predio del Vivero Nacional (en rojo) y nuestro predio (en blanco).
Retorno, lucha y esperanza por la tierra
En este documento Mercedes Acland y Gustavo Delfín, mujer y hombre de nacionalidad uruguaya, madre y padre de una hija y dos hijos, contamos nuestra historia familiar de acceso a la tierra, a la vivienda y a la producción.
Tras nuestra decisión de retornar al campo, en los últimos 20 años hemos pasado por varios predios en los que hemos habitado y producido, en un contexto muchas veces precario, de lucha, de resistencia social y popular, de dinámicas político-partidarias y estatales negativas y contextos económicos desfavorables.
Hoy en día vivimos en un predio al cual accedimos en 2009 por dotación estatal, a través del Instituto Nacional de Colonización (INC), organismo encargado de satisfacer la demanda social de acceso a la tierra y a la producción.
Por otra parte, fruto de la acumulación de años de irregularidades e injusticias en el proceso recorrido por nuestra familia, nos encontramos en un momento de crecientes conflictos y negociaciones para acceder a las condiciones adecuadas mínimas para producir y habitar.
En Uruguay existe un conflicto constante entre colonos, directorio del INC, organizaciones sociales, sindicatos, sectores de partidos políticos y otras partes interesadas. Esta misma situación ha afectado a nuestro acceso a la tierra de forma plena, por lo que buscamos que se resuelvan las injusticias cometidas por el INC, se resarzan los daños realizados a nuestra familia y se potencien mejoras políticas.
Nuestros objetivos y proyectos de vida, dado al actual territorio en que vivimos, son acceder a las condiciones para habitar y trabajar la tierra, de modo de vivir bien y con lo suficiente. Contamos con el conocimiento, la experiencia y la voluntad para trabajar en producción caprina agroecológica, sin embargo por motivos materiales, políticos, financieros y legales no hemos podido realizar una buena producción. Además como parte de Movimiento por la Tierra Uruguay[1] y junto a éste, proponemos la creación de un Centro de Formación Agrícola en la fracción de Canelones que hoy en día habitamos.
Pese a todas las dificultades que se nos presentaron para acceder a predios estatales en condiciones adecuadas, nuestra familia apuesta a romper el éxodo del campo a la ciudad, algo así como un contra-éxodo, y a la calidad de vida en el medio rural. Para ello, desarrollamos un proyecto basado en el respeto a la naturaleza y demostrando que la producción agroecológica es posible y viable para vivir dignamente haciendo uso responsable de los recursos naturales, en defensa del territorio y la soberanía alimentaria.
[1] Organización de trabajadores que desde 1987 ha apoyado y nucleado diferente conflictos y demandas en torno al acceso a la tierra y la producción, gestionado chacras, cooperativas de pescadores, comedores populares y apoyando a distintas organizaciones gremiales.