Desde nuestro ingreso al predio del Vivero “Dr. Alejandro Gallinal” en 2009 hemos logrado desarrollar, a pesar de las dificultades, varias actividades: retorno a la cría de cabras como producción principal; cría de gallinas ponedoras para venta de huevos; cría de chanchas madres para venta y autoconsumo; producciones vegetales: plantamos maíz, avena y moha como forraje para las cabras. También contamos con una huerta para autoconsumo, cultivos que con tiempos de seca y la falta de agua para riego no tuvieron los rendimientos esperados, con excepción de la avena. En este tiempo logramos construir nuestra vivienda de 13x6m, 78m2.
Producción caprina en Toledo, 2016.
En los últimos tres años la producción caprina fue la siguiente:
· 2013: 17 madres, 32 crías, venta de leche, quesos y crías;
· 2014: 29 madres, 44 crías, venta de leche, quesos y crías;
· 2015: 40 madres, 36 crías, venta de leche, quesos y crías;
· 2016: 20 madres, 30 crías, venta de leche, quesos y crías;
· 2017: 20 madres.
A la espera de la aprobación de un proyecto productivo agroecológico
Hoy en día tenemos un proyecto productivo agroecológico y el conocimiento y las habilidades para llevarlo a cabo pero no tenemos las condiciones materiales-económicas para iniciarlo y desarrollarlo. En el mes de septiembre del año 2016 entregamos por escrito al INC un proyecto productivo y de términos de negociación para efectivamente solucionar la situación que nos aqueja. El proyecto productivo fue considerado positivamente y realizable, pero el INC se desentiende del acceso a mecanismos de financiación de escala y no reembolsables.
En este sentido, nuestra lucha familiar es por la tierra y las condiciones, dado que en el contexto económico actual es imposible desarrollar nuestro proyecto productivo y las características territoriales de la fracción que habitamos no son las adecuadas para este tipo de proyecto. Dejando de lado por el momento el lucro cesante que es evidente que nos ha generado el INC en estos años de vulneración a los derechos.
Creemos que la mejor solución a esta situación es que nos mudemos a otro predio al noroeste de Montevideo, donde actualmente se intenta rearmar institucionalmente y a escala territorial un polo de producción caprina. Esta posibilidad existe, dado que este año hemos participado de reuniones con el PAGRO[1] y otros productores caprinos, los cuales ya nos conocemos hace años, debido los orígenes y la reducida cantidad de productores caprinos en la región. Para este proyecto se cuenta con la producción de estos pequeños productores y con la maquinaria para el procesamiento de derivados de forma industrial, que ya se dispone de un emprendimiento productivo anterior en el PAGRO.
Propuesta de Centro de Formación Agrícola, Social y Ambiental en el Vivero
La fracción que habitamos y su ubicación poseen características territoriales que sí la tornan ideal para un uso social. Como dijimos, el predio es parte del Vivero Nacional Dr. Alejandro Gallinal, de propiedad estatal y declarado Monumento Histórico Nacional. Aparte, en la planificación estatal del 2007, particularmente en el Plan Estratégico de Gestión Integrada de la Cuenca del Arroyo Carrasco, se concibe al predio del Vivero como un “parque público integrado al sistema y de uso multifuncional”, integrando en él “vías verdes transitables por el público”, “fajas de protección de arroyos o cañadas” y “nodos de actividad”.
Sin embargo, la realidad del territorio no condice con lo valorado y planeado en los documentos: la situación actual del patrimonio edilicio es de más de tres edificios abandonados y la calidad ambiental y de los ecosistemas es decreciente (basura y estado del Arroyo Toledo, tierras en desuso y sucias, patrimonio en proceso de deterioro, ver en galería de imágenes).
Reconociendo el potencial que posee el territorio con todos sus actores, y particularmente el predio del Vivero y nuestra fracción, se propuso formalmente junto al Movimiento por la Tierra y contra la pobreza que este último acceda a la fracción para crear un Centro de Formación Agrícola, Social y Ambiental.
Este Centro se dedicaría al trabajo territorial, realizando actividades y cursos prácticos y teóricos sobre agroecología y autogestión ambiental en un sentido amplio, y a otras temáticas y actividades relacionadas, y frente a la creciente expansión urbana funcionaría como pulmón y zona verde y como un área de integración entre lo rural y lo urbano. El rol del Centro sería el de recuperar la formación agrícola, con los avances del enfoque agroecológico, para que jóvenes y mayores puedan acceder a ella. (...)
A modo de cierre
Muchas veces nos trataron de soberbios y faltos de humildad, nosotros aprendimos a responder: que tenemos la soberbia de creernos con derechos y nos falta humildad para ser sumisos. Estamos convencidos que la lucha constante por la tierra y las condiciones es necesaria. Hoy después de tantos años de lucha y viendo cómo los administradores circunstanciales, que dependen del partido político que esté en el poder, entregan el rico patrimonio nacional al bajo precio de la necesidad, y viendo las omisiones y la desidia en cuanto a una política de tierra, nosotros exigimos y proponemos que ahora nos dejen hacer, sabedores que nada podemos esperar si no es por nosotros mismos. También la vida nos ha enseñado todo lo que hay para hacer de positivo en el repoblamiento de la campaña como proyecto país.
El acceder a una fracción de tierra por el INC y vivir en el campo, poder generar el propio trabajo y sustento, en un ambiente sano, como pequeños productores rurales, con las condiciones donde la familia se desarrolla, es de mucha importancia y es fundamental que lo entendamos para poder parar el éxodo del campo a la ciudad.
Es muy importante la lucha de nuestras familias y de las organizaciones sociales que integramos que el uso de los recursos naturales potencien la conciencia de la vida en el campo. Eso nos permite que criemos a nuestros hijos con el amor a la naturaleza, y con los valores de que en la vida no todo es plata, la parte humana tiene mucho más valor y la debemos defenderla.