Símbolo de la cooperativa con imagen de Juan Velasco Alvarado
Frente a los procesos de urbanización y el desarrollo de programas de vivienda, los parceleros productores buscaron mecanismos para seguir produciendo sus tierras y lidiar con las presiones de las empresas inmobiliarias. Un primer mecanismo tiene que ver con la articulación de los parceleros del valle del Chillón desde el 2008 con la finalidad de hacer memoria los años de lucha y todo lo que significó la conquista para el acceso a las tierras agrícolas. En los primeros años, la organización de este evento fue impulsado por Aquilino Gaspar, quien ha ocupado, al igual que Ysolina Chavarría, cargos importantes dentro del centro poblado y en la cooperativa. Desde entonces, el 24 de junio de cada año se reúnen todos los parceleros del valle del Chillón frente a la casa de Aquilino Gaspar para celebrar el Día del Campesino y hacer homenaje también a Juan Velasco Alvarado por haber llevado adelante la política de reforma agraria que permitió la destrucción del poder de la oligarquía y la formación de Cooperativa Agraria de Producción en la década del setenta. A través de este evento, los parceleros buscan transmitir el mensaje sobre la importancia de mantener las parcelas agrícolas por el bienestar de las familias y de la ciudad (...).
Asociación de Productores Orgánicos del Valle
Otro mecanismo de articulación de los productores agrícolas está asociado al cultivo y promoción de productos orgánicos. Esta organización es reciente. Desde el 2014, alrededor de cuarenta parceleros del valle del Chillón, vieron la necesidad de organizarse mediante una asociación y así promover la producción agroecológica y orgánica.
Ysolina Chavarría Quispe, quien es miembro activa de la asociación, manifiesta: “Los productos transgénicos hacen daño a la salud y frente a eso venimos, desde hace algunos años, organizándonos como Asociación de Productores Orgánicos del Valle del Chillón. Nos organizamos en sectores, cada cooperativa es un sector ahora. Participamos todos los que tenemos aún parcelas. De los aproximados 900 hectáreas que recibimos con la Reforma Agraria, solo quedan 300 hectáreas para la producción agrícola, todo lo demás está ya urbanizado. Recibimos orientación y asistencia por parte de profesionales que saben de esto, lo que hacemos es promocionar alimentos orgánicos en los restaurantes de la ciudad”.
En síntesis, los objetivos de la Asociación de Productores Orgánicos del Valle del Chillón giran sobre todo en torno a dos puntos:
1) Brindar capacitación a los parceleros para un adecuado cultivo de productos orgánicos, con la presencia de profesionales que conocen el tema.
2) Promoción del consumo de productos orgánicos en las familias del centro poblado de Punchauca y construir redes con todos los restaurantes y mercados posibles del distrito de Carabayllo y de Lima Metropolitana.
Las charlas, asistencia técnica y la capacitación se realizan de manera colectiva, pero la producción por ahora es individual y familiar, aunque no descartan la posibilidad de que más adelante puedan producir de manera conjunta. Desde hace algunos años, más o menos desde fines del año 2013, vienen participando en las ferias que organiza la Municipalidad Distrital de Carabayllo por el aniversario del distrito. Estas ferias se llevan a cabo en el estadio Lolo Fernández, situado en el pueblo joven El Progreso, donde los productores promocionan sus productos de panllevar, así como animales menores que crían, sobre todo aves de corral.
La resistencia continúa
Una de las preocupaciones de los parceleros productores es que las nuevas generaciones puedan seguir con la producción del campo. En ese sentido, con la finalidad de garantizar el relevo generacional, buscan los mecanismos y momentos para que sus nietos e hijos que viven con ellos, además de estudiar, también puedan participar en las diversas etapas que implica la producción agrícola.
Establo de vacas lecheras en Punchauca
En el diálogo que tuvimos, Ysolina Chavarría narró desde sus expectativas y motivaciones para seguir resistiendo y mantenerse en el campo a pesar las condiciones que proporciona el proceso de urbanización acelerado: “Continuaremos con la siembra de nuestras chacras hasta que nuestras fuerzas nos acompañen. Una chacra no solo te da alimento, también hace que puedas darle trabajo a la gente. ¿Dónde van a trabajar los jornaleros cuando se acaben las chacras? (...) Tengo mis tres nietos que están estudiando pero tenemos la esperanza que ellos puedan seguir con lo que ahora nosotros hacemos, ojalá que no vendan estas tierras y más bien produzcan para que puedan vivir de la chacra. Aunque tenemos muchas dificultades para cultivar y hay muchas inmobiliarias que nos piden que les vendamos, nosotros seguiremos caminando y sembrando nuestras parcelas, ¿quién no tiene dificultades? Nada es fácil, pero a pesar de eso haremos que la urbanización no termine con nuestras chacras, con nuestras parcelas. Ya vamos resistiendo más de diez años a las inmobiliarias. Aunque a los gobiernos no les preocupa el agro, a nosotros sí. Para nosotros es importante porque de eso vivimos”.