Los orígenes del grupo se remontan al año 2011, cuando la comisión de Vecinos de Guichón adquirió notoriedad a raíz de las denuncias de las fumigaciones aéreas y terrestres con agrotóxicos en campos del INC y en campos privados en zonas cercanas a las localidades de Guichón y Merinos. Esto motivó que denunciaran el hecho en instancias públicas de denuncias y a oganizar debates donde participaron autoridades, técnicos y vecinos.
Asimismo, las reuniones sirvieron para que las familias reclamaran el acceso a la tierra, haciendo notar que, de manera inidividual, en determinadas ocasiones demandaron tierras al Gobierno pero que, por diversos motivos no se les otorgó.
En la memoria de la reunión fundacional puede leerse:
En la ciudad de Guichon a los 8 días del mes de septiembre de 2011.
Se reúne un grupo de vecinos de la jurisdicción del Municipio de Guichón (Guichon, Piñera, Beisso, Merinos, Morato, Tiatucura).
Con el objetivo de conformar un colectivo que tiene como finalidad acceder a tierras del Instituto de Colonización en calidad de arrendatario.
Los vecinos allí reunidos son todos pequeños productores rurales que sostienen sus familias con tareas vinculadas a la producción, hortícola, apícola, ganadera etc.
En su mayoría tienen ganado en la calle y colmenas en predios rentados.
Estas familias eligen a diario vivir en el medio rural, quieren la vida que tienen, y están dispuestos a quedarse en su lugar.
Estas familias han criado sus hijos en el medio rural, trabajando la tierra haciendo un uso sostenible de los recursos naturales.
Son conscientes que de no mejorar sus condiciones de producción se verían obligados a abandonar la zona en la que habitan y mal vender sus animales (…).
En esta reunión los vecinos expresaron sus experiencias con la Regional del Instituto de Colonización, manifestando una larga lista de frustración y disconformidad ; algunos de estos vecinos hace más de 20 años que están como aspirantes a tierras del Instituto de Colonización y no conocen los motivos por los que no se les ha adjudicado.
En otros casos no ven apertura de parte de la regional cuando buscan información para conocer los requisitos de acceso a la tierra. Simplemente son ninguneados y frustrados en sus expectativas.
Por lo que se sugiere que se realice un seguimiento de expedientes y de informes de la regional para conocer los criterios que están siendo utilizados a la hora de adjudicar y designar fracciones de Colonización.
Por estos motivos se resuelve en esta instancia solicitar al Director del Instituto Nacional de Colonización una entrevista con los vecinos aquí reunidos”.
Colectivo de Vecinos de Guichón y la Zona “Tierra pa' todos”.
En noviembre del mismo año el Colectivo “Tierra pa’ Todos” se reunió por primera vez, con dos directores del INC en la Escuela Agraria de Alternancia de Guichón, oportunidad donde se planteó una descripción general de la producción rural en la zona, las dificultades de las gestiones ante instituciones y la situación del grupo y sus preocupaciones elementales: el acceso a la tierra, el deterioro ambiental progresivo y la no resolución de problemas claves en el medio rural, sobre todo la expulsión de las familias y los pequeños productores, según consta en el Proyecto del Colectivo.
Medio año después, mayo de 2012, el Instituto Nacional de Colonización (INC) cede en calidad de pastoreantes al grupo “Tierra Pa’ Todos” la fracción Nº 2 de la Colonia Miguel Rubino ubicada en Cuchilla del Fuego (Queguay Chico), y durante cuatro días se lleva en tropa el ganado desde Guichón, Merinos, Piñera y Beisso para pastorear el predio.
El 12 de enero de 2013, fecha en la que se conmemoró el 65º aniversario de la creación del INC, el presidente del Directorio celebró el acontecimiento en el predio que explota “Tierra Pa’ Todos” en Cuchilla del Fuego.
El 31 de enero el Directorio del Instituto Nacional de Colonización votó la adjudicación directa de la Fracción Nº 2 de la Colonia Miguel Rubino al grupo Tierra pa’ Todos, comenzando así un periodo de prueba conocido como “precariato”, el cual dura dos años.
En marzo del 2013 se realizó la Mesa de Desarrollo Rural del MGAP en la Escuela Rural Nº 81 de Cuchilla del Fuego (Queguay Chico), donde participaron más de 50 personas representantes de las instituciones y organizaciones sociales del Departamento de Paysandú.
Tomando en cuenta la productividad de la superficie a la que accedió el Colectivo en sus inicios en relación a los 20 integrantes que se presentaron como tenedores de ganado, el Colectivo estableció en el año 2012 mediante reglamento un “cupo de 25 Unidades Ganaderas (UG) en total (vacunos y ovinos)” (Art. 32) por integrante. Esto se aproximaba al 50% del promedio de superficie por colono integrante de las nuevas experiencias asociativas del INC en ganadería a nivel nacional, y al 20% del promedio de tierra que ha otorgado el INC por colono en sus 70 años de existencia.
La estrategia que se definió colectivamente para crecer y “emparejar los cupos” se establece en el Artículo 33 del Reglamento de “Tierra pa' Todos”: “En el caso de que alguno de los integrantes no pueda completar el cupo de 25 UG cederá lugar a los demás integrantes. (Estos) están comprometidos a ir disminuyendo su stock medida que los que cedieron su lugar vayan aumentando su cupo hasta llegar a las 25 unidades ganaderas.”
Este criterio “cooperativo” colaboró en contar con rodeos suficientes para “poblar” todo el campo de animales (ya que se había definido frente al INC una capacidad de carga de 582 UG), llegando algunos integrantes a ocupar transitoriamente 4 o 5 cupos hasta que sus compañeros completaran el que le corresponde.
Una conquista de “Tierra pa' Todos” fue demostrar que los trabajadores rurales de la zona, históricamente desconocidos para el INC, eran capaces de crecer de forma equitativa, siendo beneficiados con poca superficie de tierra, dando lugar a integrantes con pocos animales.
Otra conquista fue haber mantenido el funcionamiento colectivo en la producción, pese a que la propiedad de los rodeos vacunos fue esencialmente individual.
No es un detalle menor para zonas tradicionalmente dedicadas a la ganadería extensiva compartir la gestión de un emprendimiento en una relación de pares con más de 20 integrantes. Lo corriente es “manejar el campo como se maneja una estancia”, donde existen relaciones verticales de subordinación, obediencia y responsabilidades laborales individuales.
Según los integrantes entrevistados, colaboró en este proceso asociativo la cultura o experiencia local de cooperativismo y asociativismo (de colonias lecheras cercanas, de apicultores, artesanas, etc.) así como la experiencia grupal de los integrantes del Movimiento por la Tierra de otros departamentos del país.