Funcionamiento de la Asociación Agropecuaria Río Punino
José Miguel Criollo Reyes fue uno de los fundadores de la Asociación Autónoma de Trabajadores Río Punino, ex presidente de la organización por algunos periodos y eje fundamental para la obtención de las tierras que hoy les pertenecen. En la actualidad es uno de los miembros más activos de la Asociación Agropecuaria Río Punino, él nos relata: “Antes cuando se conformó la organización se reunía cada mes o cada 15 días porque debíamos darle seguimiento permanente a la legalización de las tierras. Ahora el funcionamiento de la organización ha cambiado, las asambleas son cada mes o mes y medio para ponerse al tanto de asignaciones, titulación y trámites legales en el quehacer campesino”[1].
Respecto a la organización interna, Ángel Vélez Mendoza, presidente de la Asociación, explica: “La asociación tiene una directiva que se elige cada dos años y frente a la cual sus integrantes eligen en asamblea general los siguientes cargos: Presidente, Vicepresidente, Secretario, tres vocalías con cada uno de sus suplencias”.[2]
Tras al acceso a la tierra, su vida se transformó
En las entrevistas realizadas, los miembros de la Asociación explican que la tierra es el elemento principal para sus vidas, las cuales fueron transformadas gracias a ésta. El acceso a la tierra les permitió estabilizarse, asentarse sobre un territorio específico y, con ello, mejorar de alguna forma sus condiciones materiales de vida y las de sus familias.
Ellos afirman que, si no se tiene la tierra, “es como si no se existiera”; mientras que el título de propiedad es el que le permite al campesino ser visible frente al Estado y que dota de reconocimiento y capacidad para ser sujeto de crédito con las entidades financieras, además para negociar y exigir obras a los gobiernos locales, seccionales y centrales.
Consideran que su acción y decisión de tomarse las tierras fue determinante para cambiar su condición de jornaleros a pequeños propietarios.
Pero también son muy claros al señalar que las políticas para las y los campesinos no han cambiado, menos en los últimos diez años de gobierno de Rafael Correa. Afirman, categóricamente, que no ha existido en el Ecuador una verdadera reforma agraria.
“Nunca hubo reforma agraria porque los terrenos de los terratenientes siguen perteneciendo a una sola persona sin ser productivos, cuando en la ley consta que a los seis meses de no ser productiva la tierra, el dueño será multado y al año se realizará el proceso de revocatoria del título de la propiedad. Además la atención a la agricultura no ha sido efectiva y la ayuda que se promete a los sectores campesinos no se cumple”, explica José Miguel Criollo Reyes, socio fundador de la Asociación Agropecuaria Río Punino.
Finalmente, señalan que en cuanto a la reforma tributaria, los impuestos a la tierra solo lo pagan los sectores populares que tienen entre 10, 30 o 50 hectáreas (para la Amazonía) cuando existen terrenos que rebasan las 80 hectáreas y no han pagado sus impuestos.
Uso y manejo de la tierra
Actualmente los campesinos de la asociación producen cacao, yuca, café, maíz los cuales son comercializados a baja escala en los mercados del cantón Francisco de Orellana. Asimismo, para su consumo interno producen naranjilla, plátano, naranja, y también cuentan producción avícola y de potreros.
Tras el desarrollo de entrevistas a miembros de la Asociación Agropecuaria Río Punino y la observación crítica, se vio que el uso de la tierra depende de la acción individual de cada uno de los propietarios. Como organización aún no lograron definir una producción colectiva, que les permita fortalecer sus condiciones de competencia frente a otros productores. Asumen que por sus condiciones, aún no pudieron rebasar la barrera de comercialización de los mercados del cantón Francisco de Orellana.
Señalan, como una de las razones de las debilidades de la diversificación de la producción, que el campesinado pobre no tiene acceso a la tecnología, ni a subsidios, ni a capacitaciones entregadas por el Estado, por lo que el trabajo continúa se realiza en parcelas de dos hectáreas.
Necesidades en la actualidad
Sobre el lugar en el que habitan, la organización campesina denuncia que el problema principal es la ausencia de vías que les impide dinamizar su producción y comercializar sus productos. Si bien, ha logrado que se abra una ruta de transporte con la exigencia al municipio, señala que ningún estamento de Gobierno ha aportado en ese espacio desde 1992.
Otro de los problemas fundamentales es la ausencia de un dispensario de salud que atienda a los enfermos. Como la comunidad tampoco tiene agua potable, los problemas de salud se recrudecen y se generan un sinnúmero de enfermedades especialmente en niños.
Por estas falencias, los entrevistados piden al Estado dar atención prioritaria al sector campesino. Afirman la necesidad de reformar las leyes agrarias que no les garantizan calidad de vida y que por el contario los mantienen olvidados a pesar de ser el sector que genera la alimentación para el conjunto de Ecuador.
Para ello, los dirigentes se propusieron reactivar la organización campesina, dotar de formación política a los integrantes de la asociación y aportar especialmente a los nuevos y jóvenes dirigentes, quienes permitirán preservar los espacios propios de acción y articulación campesina.
[1] José Miguel Criollo Reyes, socio fundador de la Asociación Agropecuaria.
[2] Ángel Darío Vélez Mendoza, presidente de la Asociación Agropecuaria.