Actualmente en Bolivia existen varias normativas que respaldan y reconocen los derechos de las mujeres a la tierra en iguales condiciones, como es la Constitución Política del Estado (2009) y específicamente la Ley Nº 3545 de Reconducción Comunitaria (2006), modificatoria a la Ley No. 1715 (INRA), donde se establecen procedimientos para garantizar el derecho al acceso, distribución y tenencia de la tierra desde el enfoque de equidad de género. Esta normativa en su Disposición Final Octava instituye que: “se garantiza y prioriza la participación de la mujer en los procesos de saneamiento y distribución de tierras. En caso de matrimonio y uniones conyugales libres o de hecho, los títulos ejecutoriales serán emitidos a favor de ambos cónyuges o convivientes que se encuentran trabajando la tierra, consignado el nombre de la mujer en primer lugar. Igual tratamiento se otorgará en los demás casos de copropietarios mujeres y hombres que se encuentren trabajando la tierra, independientemente de su estado civil”.
Patarani fue una de las primeras comunidades de la región que gestionó el proceso de saneamiento de sus tierras, logrando obtener los títulos ejecutoriales tanto de las propiedades individuales como colectivas, extendidos por el INRA en la gestión 2013. Según datos del INRA en total entregaron 912 títulos ejecutoriales correspondientes a una superficie de 962 hectáreas. En este proceso, la situación legal de las mujeres ha dado un giro radical, toda vez que en cumplimiento de la Ley de Reconducción Comunitaria, en un acuerdo comunal dispusieron que todas las mujeres pasen de propietarias tacitas a propietarias legales, asumiendo la titularidad de sus propiedades. De los 912 títulos ejecutoriales, aproximadamente 95% tienen al nombre de una mujer en primer lugar, seguido de sus conyugues y 2% figuran como propiedades únicas. En este sentido, las disposiciones legales a favor de las mujeres presenta efectos positivos, al menos en términos cuantitativos, cabe esperar que a la larga tenga una incidencia efectiva en la equidad de género en diferentes aspectos de la vida comunal, pues un paso inicial sería la reformulación de la lista oficial de la comunidad en la que actualmente siguen figurando los varones como jefes de hogar en representación de su unidad familiar, de ahí que se exige participación de los hombres en las actividades y reuniones comunales, donde las esposas participan en calidad de remplazantes o suplentes. Muchas veces las normativas no son puestas a la práctica ya que las normas comunales tienen mayor peso.
En este proceso Viviana, Jacoba y Regina han sido las principales beneficiarias ya que lograron ser reconocidas como las titulares de sus parcelas. Esta situación les marcó un hito histórico en sus vidas, pues las tierras heredadas de sus ahora difuntos esposos pasaron a su propiedad legal, excepto Jacoba, quien más bien aprovechó la oportunidad para formalizar la designación de sus tierras a los hijos, otorgándolas en calidad de herencia.
Este proceso fue positivo para todas las mujeres de la comunidad, ya que fueron reconocidas como propietarias legales de las tierras que anteriormente sólo figuraban a nombre de sus esposos, padres o hermanos. Así mismo se han involucrado en este proceso de manera activa, participando en los comités de trabajo.
Actualmente, los comunarios de Patarani se encuentran elaborando el Estatuto Orgánico de la Comunidad, normativa interna que refleja los acuerdos comunales en torno a la organización y administración de la propiedad agraria en el que se establecen las reglas de uso y tenencia de la tierras, los principios y valores de convivencia comunal, las obligaciones y los deberes de los comunarios, el cumplimiento de la función, los mecanismo de resolución de conflictos, entre otros. En torno a la situación no hay muchas expectativas de transformación en este documento, pero desde el enfoque a la comunidad como agente de cambio social, se espera que haya cambios en torno a la situación de las mujeres, que algunos usos y costumbres sean discernidos por los comunarios y conducidos a cambios a fin de garantizar el bienestar de toda la comunidad.