Historia y estrategias de la Capitanía Takovo Mora
En las últimas dos décadas llegan al municipio varios grupos de familias guaraníes provenientes de la zona sur de la provincia Cordillera, conformando comunidades indígenas afiliadas a la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG). A partir de esto, comunidades antiguas, como Tunalito y Curichi, también se autoidentifican como guaraníes[1].
La Capitanía de Takovo Mora abarca el territorio guaraní que va desde el inicio de la provincia Cordillera, cerca de la ciudad de Santa Cruz hasta el inicio de la Capitanía de Kaami, ya en Camiri.
Cuenta con 13 comunidades, entre ellas Yateirenda, La Ripiera, Tentami, Tembipe, Iguasurenda, Primavera, Nueva Esperanza, Nuevo Amanecer, Abapó Viejo y Piraicito.
Su creación es bastante reciente, pues data de 1997. Inicia con la petición de saneamiento de tierras en 1997 y su población es bastante heterogénea pues además de abrazar a guaraníes también cuenta con pobladores de origen quechua y aymara, quienes viven en algunas comunidades como Yateirenda o Tembipe, o en comunidades consideradas campesinas, como Nuevo Amanecer. Estas personas foráneas se han sumado principalmente por temas económicos pues son comerciantes de maíz que actualmente viven en las comunidades y ya son parte de las mismas, sin necesariamente adoptar las costumbres pero sí con la característica de ser dueños de los negocios que hay en las comunidades. Por ejemplo, en Yateirenda las tiendas son de propiedad de migrantes no guaraníes.
Llegando en busca de tierras
La comunidad de Yateirenda fue fundada el 7 de mayo de 1999 en la tercera sección municipal de Cabezas. En su mayoría las familias son provenientes de la comunidad Potrerillos del municipio de Lagunillas, pero también existen pobladores de otras comunidades de Chuquisaca y Santa Cruz.
Los principales dirigentes de esa primera época de Yateirenda se conocieron en el mercado Abasto de la ciudad de Santa Cruz, donde las reuniones de dirigentes guaraníes suelen darse espontáneamente y en ese momento (alrededor de 1995) se hace evidente la necesidad de tener tierras propias (para poder cultivar, de tal forma que puedan producir y vender sus productos sin tener que pagar alquileres a extraños o trabajar de peones).
La mayoría de estas familias estaban en búsqueda de “yvy maraê”, que es una tierra buena para la agricultura en la que además pudieran vivir en paz, porque tenían problemas de discriminación[2] y salud en sus comunidades originales.
Este grupo conformado por 17 familias fue el primero que llegó a asentarse en la comunidad campesina de Vaca Guzmán, en la que compraron un lote de 15 por 30 metros donde construyeron una carpa de aproximadamente 10 metros para cobijar a todos. Éste también es el inicio de la Capitanía de Takovo Mora que inicia más o menos en paralelo al primer asentamiento de lo que hoy es Yateirenda.
El primer capitán fue el señor Juan Nicolás Simón que junto con el señor Rubén Chacae Guillermo en calidad de técnico de la APG empezaron a buscar apoyo en diferentes instituciones. De esta manera, el contacto con Plan Internacional da como fruto la compra de una parcela para la producción de alimentos y vivienda.
En asamblea general a inicios de 1997 se determina la búsqueda de nuevas tierras porque las actuales ya eran insuficientes, las familias que en un inicio eran 17 ya sumaban 26. Se realiza un viaje a las oficinas del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) en Santa Cruz y se accede a un plano de tierras fiscales, junto con un documento en el que se especificaba qué tierras podían ser nuevas tierras guaraníes, en el proceso muchos castellano-parlantes aprovechan para pedir tierras y es así que Yateirenda queda con 800 hectáreas.
El primer asentamiento oficial en las tierras que hoy son Yateirenda se da el 7 de mayo de 1997, con el respaldo de los documentos del INRA.
El 14 de mayo comienzan los enfrentamientos con la gente de San Genaro, hacienda aledaña que hoy tiene el nombre de Ibiza. Los trabajadores de esta hacienda empezaron a amenazar en la noche con armas de fuego a los comunarios de Yateirenda para que se alejen del lugar, primero durante 10 noches seguidas para luego incendiar sus predios en los días siguientes, como resultado de estos enfrentamientos, quedaron heridos tanto comunarios como trabajadores de San Genaro.
Pasadas un par de semanas luego de los enfrentamientos, comenzaron a construir carpas y también empezaron a surgir algunas casas de adobe.
Las relaciones con la hacienda quedaron dañadas profundamente pues los peones de la hacienda siguen siendo reticentes a la población de Yateirenda. De hecho se considera que debido al asentamiento guaraní es que la Hacienda San Gerónimo debió cambiar de nombre a Ibiza y dedicarse sólo a la crianza de vacas para carnear, debido a que en los terrenos donde hoy se asienta Yateirenda es donde se producía caña de azúcar.
Tierra y productividad
En esas tierras normalmente se siembra maíz y kumanda (canavalia). Hace unos tres años estos terrenos también han servido para la cría de vacas y chanchos, en la negociación del sismo de 2013, los comunarios fueron compensados con dos cabezas de vacas lecheras cada uno, pero al no ser el pastoreo una de sus prácticas comunes, muchos las vendieron a los pobladores de Cabezas Viejo o bien a un comunario que sí tiene prácticas ganaderas, esta persona no es de origen guaraní, sino más bien quechua chaqueño.
“Los guaraníes son un poco diferentes, uno es el que sabe de criar ganado, por eso somos chaqueños” (Félix, junio 2016)
La percepción de mucha gente en Yateirenda es que su tierra al ser gredosa no es muy fácil de trabajar, por lo que no se podría producir tanto como quieren.
“Es muy gredosa (la tierra), aquí no se puede guardar semilla, no hay agua, hasta sin color. Sin ayuda no se puede hacer nada aquí” (Sara Nicolás, abril 2016)
Por ejemplo, en el caso de la familia de Hilda Gavino, todos sus hijos tienen acceso a los chacos comunales pero sólo uno de ellos trabaja la tierra, el otro hijo es el capitán actual de la comunidad y el esposo de su hija sí accede a trabajar en las tierras.
La producción en las tierras comunitarias es un poco dificultosa porque si bien están al margen del río Grande no es muy fácil acceder a riego para toda la tierra, situación a la que se suma la intensa sequía que azota el área durante los últimos años.
En el caso de Félix Orellana, uno de los comunarios más productivos de Yateirenda, utiliza las tierras para hacer un potrero y una peladora de pollos donde emplea a las mujeres del pueblo y paga 1.50 por pollo desplumado, precio superior a la empresa Sofía que paga 0,70 centavos por pollo, supuestamente, la ganancia estaría en que no se necesita transporte para ir hasta la empresa que está a 3 horas de caminata desde el pueblo.
Consolidación de Yateirenda
Principal salida de Yateirenda a la carretera Santa Cruz-Camiri
Actualmente, Yateirenda es una tierra colectiva, esto quiere decir que el título de propiedad está a nombre de la comunidad en su conjunto por lo que no existen tierras particulares que puedan ser vendidas o bien fragmentadas. Ningún comunario o comunaria tiene el título particular de su vivienda o de su chaco. Los predios de cultivo son en general de propiedad comunal también, es decir que del total de hectáreas que tienen se le designa un número específico de metros para trabajar a quienes lo pidan o deseen, a veces sucede que los comunarios a quienes se ha designado la tierra no la trabajan por lo que se la ceden en calidad de préstamo a otro comunario.
Para llegar a este punto el proceso legal ha sido largo. Como primer hito se puede tomar el 21 de julio del 2000, cuando en el gobierno de Hugo Bánzer Suárez se consigue la personalidad jurídica que según la ley 1551 de Participación Popular como Comunidad Indígena Yateirenda.
Los trámites para el reconocimiento total de las tierras duran tres años y en el 2002, se consigue la resolución jurídica de parte de la Universidad Católica que cede en favor de la comunidad 900 hectáreas, más un pozo perforado, una bomba sumergible más un aula que hoy se usa como puesto sanitario.
En el 2003 se consigue la construcción de 63 viviendas para la comunidad de parte de Caritas Pasoc (organismo dependiente de la arquidiócesis de Santa Cruz).
Recién el 9 de agosto del 2006 se obtiene el titulo ejecutorial que designa a Yateirenda como comunidad indígena, como Territorio Indígena Originario Campesino, forma bajo la cual el Estado otorga a los pueblos indígenas los derechos colectivos sobre el territorio.
Gestionar el territorio para ‘nuevos’ comunarios
En un inicio eran pocas las casas en Yateirenda, poco a poco se fueron construyendo más y atraídos por la ubicación de la comunidad (cercana tanto a Camiri como a la ciudad de Santa Cruz) mucha gente se fue uniendo a la comunidad.
“Llegué a Yateirenda porque hay que tener tierra propia, no se puede si no eres de comunidad, yo prefiero ser como guaraní porque así puedo hacer cosas con mi chaco[3]” (Angélica Chávez, quechua, febrero 2016)
El proceso para solicitar el ingreso a la comunidad inicia con una reunión con el Capitán, quien debe aceptar a la nueva familia e informar a la comunidad sobre la solicitud. Una vez que esto sucede se dota a la persona de un espacio para construir su casa, sin embargo en un primer momento solo se denomina “viviente”; para ser comunario hay que vivir tres años y hacer trabajos comunales cada cierto tiempo o cuando son requeridos, esto quiere decir que cada dos o tres meses se limpian las malezas o se hace algún tipo de pago que puede consistir en regalar a la comunidad una banda o una vaca para su aniversario.
[1] El Censo 2012 registra que en el municipio de Cabezas el 11,75% de la población mayor de 4 años se autoidentifica como guaraníes.
[2] Muchos comunarios mencionan que a principios de los 90 los ganaderos y población en general en el Municipio de Lagunillas los hostigaban a diario por ser guaraníes, situación que llegaba a no querer darles trabajo.
[3] Denominan como “chaco” al pedazo de tierra que se otorga dentro de las tierras comunitarias.