La población del lugar consta de pequeños grupos familiares de campesinas, campesinos y unos pocos pescadores, se conoce asimismo la existencia de pueblos ancestrales únicamente por la evidencia de vestigios arqueológicos que se han encontrado en el lugar o que han llegado con el arrastre del mar. Por esta razón la historia social de Caimito se centra en su población migrante campesina y pesquera que se asentó ahí en la época señalada quienes han trabajado la tierra, la han mantenido y la han preservado gracias al trabajo campesino en vínculo con el bosque.
En los años 40 Caimito fue un poblado más grande de lo que ahora es, se encontraba ubicado a orillas del mar, no junto a la carretera como viene siendo desde 1997 tras el fenómeno de El Niño. Doña Aidé Robinson, la mujer más anciana del lugar, considerada la “matrona” de Caimito por ser la persona de quien descienden la mayor parte de la población actual, cuenta cómo fue la vida de ese poblado y cómo se trasladó al actual sitio.
Ella relata la historia de Caimito desde su llegada en 1953 cuando fue a vivir al lugar para ser maestra de la única escuela que existía en los alrededores. El pueblo ubicado a orillas del mar contaba con más población de lo que actualmente tiene. Las principales actividades eran la agricultura y sobre todo la pesca a pequeña escala porque en ese entonces Caimito era un puerto de fácil acceso incluso cuando el mar estaba picado, eso hacía que el pueblo sea un centro de comercio local.