Desde la pavimentación de la carretera que junta a las comunidades ubicadas a lo largo del corredor Galera – San Francisco y que junta a la autopista que une a las ciudades más grandes, Caimito está siendo frecuentemente amenazado por la presencia del megaturismo.
El turismo a gran escala se hace presente tras el significativo impulso que se da a esta actividad desde el gobierno local en toda la costa ecuatoriana. Ha sucedido que en algunas de las pocas playas con ecosistemas conservados de la provincia de Esmeraldas, varios territorios han sido comprados por grandes empresas turísticas de capitales externos. Esta realidad se va acercando cada vez más a Caimito y ha suscitado la llegada de personas que si bien no cuentan con los capitales de las grandes empresas turísticas, sí cuentan con los contactos gubernamentales necesarios para intentar intervenir en la zona y abrirla al megaturismo
Esto se constata por las presiones turísticas que ya están ocurriendo en los poblados más cercanos en donde las tierras están siendo usadas para el turismo de manera poco organizada y esto ha ocasionado que nueva gente foránea llegue al sector. Sin embargo no solamente gente extraña se ha hecho presente, sino también quienes hace muchos años salieron de Caimito para vivir en otras ciudades y ahora pretenden regresar con la idea de implantar negocios turísticos sin respetar los procesos comunitarios desarrollados durante ya casi una década.