La vida comunitaria en Tariquía
Gestión de la tierra, espacios y vida colectiva
Las comunidades campesinas en Tariquía son mucho más antiguas que la Reserva y, en los últimos tres años, organizadas primero en el Comité de Defensa y después en la Subcentral sindical de Tariquía, han protagonizado una de las resistencias más fuertes e importantes a los proyectos hidrocarburíferos en el país.
En el siglo XVII, se sabía que la zona estaba ocupada por comunidades guaraní, situación que se mantuvo hasta por lo menos mediados el siglo XIX, luego estas comunidades que llegaron a convivir con colonos ganaderos fueron desapareciendo progresivamente (Torrez, 2006). Como explica Humberto Romero, habitante de la comunidad de Motoví y exguardaparque:
Yo conozco los libros de cuando han llegado aquí los jesuitas aquí a Tarija, unos libros que están en la Iglesia San Francisco, de que los chiriguanos [guaraní] tenían sus asentamientos ahí en la zona de Salinas, en la Misión entonces esos campos han sido naturales. Aquí ha sido una población de los chiriguanos, entonces cuando los jesuitas han llegado aquí a estos espacios territoriales aquí era poblado por gente indígena, chiriguana (Entrevista a Humberto Romero, agosto de 2018).
En la época republicana se estableció un régimen latifundista (Plan de manejo, 2000), situación que no cambió ni con la Reforma Agraria de 1953. Luego de la creación de la Reserva Nacional y la posterior organización por distritos, quedó definida la existencia de diez comunidades en el Distrito 8 de Tariquía, donde viven alrededor de 3 mil personas, que tienen como forma de vida la ganadería vacuna y ovina, la agricultura de productos para la venta como el maní y el maíz, y verduras – hortalizas, entre otros, sobre todo para el autoconsumo.
En los meses de mayo a noviembre, época seca, es constante ver ganado vacuno trasladándose a zonas de pastoreo situadas en diferentes pisos altitudinales, en la Reserva y fuera de sus límites, en lo que se conoce como “ganadería de trashumancia”. Hasta el 2004 se calculaba que 36 mil cabezas de ganado se alimentaban dentro de Tariquía (Ayala, 2004). Es importante señalar que la propiedad de las tierras de pastoreo actualmente es de carácter colectivo y, por tanto, tiene una titulación pro-indiviso, luego de que casi 20 años después de la Reforma Agraria los trabajadores de haciendas lograron obtener las tierras del latifundio, al fragmentarse éstas, se convirtieron en propiedad colectiva (Torrez, 2006).
Distrito 8: Tariquía
|
Comunidades
|
1
|
Acherales
|
2
|
Acheralitos
|
3
|
Cambarí
|
4
|
Chillahuatas
|
5
|
Motoví
|
6
|
Pampa Grande
|
7
|
Puesto Rueda
|
8
|
San José
|
9
|
San Pedro
|
10
|
Volcán Blanco
|
Dentro de esta gestión de las tierras y de la vida comunitaria, las mujeres tienen un papel transversal y central, al cuidar la reproducción familiar así como también cooperan en el trabajo de siembra y cosecha, esto marca su forma de establecer una relación con su entorno
Nosotras las mujeres, más que todo es cuidar los niños, preparar los alimentos y algunas vece también salir a trabajar al campo, sembramos todo tipo de semillas que aquí produce, y hasta hace poco no teníamos camino, hace cinco años que tenemos el camino, entonces era bien difícil pero era bien linda también porque nosotros poco salíamos a la ciudad, aquí se vivía comiendo las frutas del campo, antes también no se controlaba se cazaba para comer, se pescaba, ahora ya no porque como es reserva y está bien controlado, nosotros estamos bien controlados (…) y como aquí hay animales, las mujeres tejían, antes se tejía mucho hasta las frazadas, los ponchos, los costales, con telares, se hilaba la lana, los colchones también lo hacíamos de la lana de oveja, todavía se sigue haciendo eso, pero muy tranquilos, a pesar de todas las dificultades, las limitantes que teníamos por la inexistencia del camino era muy lindo porque nos sentíamos libres, éramos unidos, no le temíamos a nada, porque nunca pensamos que nadie nos iba a avasallar de esa manera (se refiere a los proyectos hidrocarburíferos…) hay mucha diferencia de lo que era antes y lo que es ahora y no queremos imaginar cómo va a ser de aquí a 20 años si ingresan las petroleras, lo que más nos preocupa es que ya no somos libres (Entrevista a Amanda Colque, diciembre de 2017).
La vida comunitaria está profundamente ligada a la actividad ganadera, de manera más reciente al cuidado y cría de los panales de abejas, que sobre todo realizan mujeres. Esta laboriosa faena representa la profunda interrelación entre el trabajo de las mujeres y su entorno:
Yo he empezado de una cajita y así he seguido masito, masito, las abejas son de acá nomas (…) En invierno no hay floración tenemos que alimentarlas nosotros con agua de azúcar, yo he empezado con unita, me he ido al monte al bosque a buscar. Nosotras es una fuente de trabajo de nosotras, nos ayuda mucho para mantenernos, nosotros consumimos la miel es alimento pero también medicinal (Entrevista a Raimunda López, junio de 2018).
Toda la dinámica familiar y comunitaria alrededor de la tierra y la zona núcleo está gestionada por el sindicato campesino. Las diez comunidades que también son parte del Distrito 8, tienen una representación sindical, juntas, éstas conformaron la Subcentral Tariquía, un nivel intermedio dentro la estructura sindical provincial y departamental.
En cuanto el sindicato es también una estructura de representación y participación política, la Subcentral Tariquía es parte de un engranaje de niveles sindicales, como sucede en otras subcentrales y departamentos: los sindicatos de cada comunidad conforman la Subcentral Tariquía, la cual a su vez es parte de la Central de Padcaya. Ésta última forma parte de la representación de la Provincia Aniceto Arce, la que está dentro de la Federación Departamental de Trabajadores Campesinos de Tarija que incluye a las representaciones de todo el departamento, y además, es parte de la estructura nacional sindical, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).
A principios de los 90, el sindicato aún no tenía la fuerza de participación de las comunidades, sin embargo, gracias al esfuerzo de una generación de dirigentes, éstas fueron fortaleciendo la intervención de más personas:
La gente no le tomaba interés al sindicato, se hacía una reunión, iban las autoridades a veces, poco participación había de la gente, y hablar y opinar ya no dicen nada, esto ha empezado a cambiar el año que hemos empezado a hacer saneamiento de tierras, el 99 por ahí, ya ha empezado la gente a participar, ha empezado el problemas de las tierras, ya tenía cada cual sus tierras, el título (como reserva) es colectivo (…), así yo he andado mucho (Entrevista a Armando R., junio de 2018).
Por una parte, el carácter del sindicato en Tariquía fue luchar por conseguir beneficios para las comunidades que, históricamente y hasta la actualidad, ha sido una zona que no recibió proyectos para hacer efectivos sus derechos básicos y establecidos constitucionalmente, como la instalación de agua potable o electrificación, pese al boom petrolero en el departamento de Tarija. Un ejemplo de esto es que Tariquía obtuvo un camino de acceso desde la comunidad de Pampa Grande hasta Padcaya hace solo cinco años y todas las familias tuvieron que trabajar decenas de jornales para construirlo. Antes, el transporte para el comercio de sus productos, abastecimiento de algunos productos o para temas de salud, debería realizarse obligatoriamente a pie o a caballo.
La población vive de la agricultura, de la ganadería, ahora de producir maíz, más que todo, producto principal, papa hortalizas como se produce todo, entonces eso. Ya la ganadería, ahora la gente ya se está dedicando más a la apicultura, antes hasta no hace mucho no teníamos camino, ahora ya hay un camino en pésimas condiciones pero ya hay un camino, (…), no va a todas las comunidades, solamente a Pampa Grande. Servicios de salud hay pero son muy pésimos, la educación o sea unidades educativas las son las peores del municipio del Padcaya deben ser, no hay atención, las escuelas están cayéndose, desarrollo productivo no hay nada (Entrevista a Francisco Romero, diciembre de 2017).
Por otro lado, en distintos momentos de defensa de la Reserva el sindicato tuvo un rol particular. A fines de los 90, se movilizó ante la amenaza del Proyecto Hidroeléctrico Cambarí, y logró frenarlo.
Lo que sí había amenazas de una represa, eso en Cambarí, eso había y con eso hemos hecho bloqueo, y hemos apoyado con la Federación, todas las centrales de Arce han apoyado y hemos hecho bloqueo como 9 días, pero lo han volcado esa vez pero dicen que no lo han borrado de los proyectos, dice que sigue. Así hemos peleado mucho, porque había amenazas graves esas veces (Entrevista a Armando R., junio de 2017).
Una vez creada la Reserva, personas de las comunidades en calidad de guardaparques participaron de la defensa de bienes como la madera, que era extraída ilegalmente por taladores (El Sabalito Boletín Nro. 2, 2018).
Dependiendo de la correlación de fuerzas y otros factores internos, la representación sindical también puede asumir lógicas de poder que tienen que ver con pugnas partidarias y lógicas de la representación más liberal. En el nivel más pequeño (comunidades de base), y el inmediato superior, (subcentral), la lucha ha sido una constante de las comunidades de Tariquía y su Subcentral sindical, pero también ha sido muy significativo el trabajo comunitario como en el caso de la construcción del camino que se ha mencionado, una capacidad de organización que se generó a partir de una gestión de la vida comunitaria y las luchas para protegerla. En la defensa de las comunidades y sus formas de vida, en la experiencia y memorias de lucha, han tenido un papel central las mujeres.