La aprobación del decreto 2366, significó que Tariquía fuese incluida como una de las áreas protegidas con inminente actividad hidrocarburífera. Ya en julio de 2015, un mes después de la aprobación de dicho decreto, siendo consultados por la prensa, los representantes tariquiyeños declararon no haber sido informados sobre los proyectos hidrocarburíferos que pretendía llevar adelante el gobierno nacional dentro la Reserva y anunciaron las 10 comunidades del Distrito 8, que habían enviado una carta al Ministerio de Hidrocarburos, al Ministerio de Medioambiente y Agua y al SERNAP, para ser informados sobre aquel decreto (El País, 21 de julio, 2015). A fines de ese año, ante la falta de respuesta, las comunidades volvieron a solicitar una reunión de información y debate, y propusieron llevarla a cabo el 15 de noviembre. La respuesta que obtuvieron fue una carta de disculpa por su inasistencia de parte del Ministerio de Hidrocarburos (El País, 17 de noviembre de 2015).
Después de un tiempo, personeros del Ministerio de Hidrocarburos y autoridades de Padcaya llegaron a la comunidad de San José para anunciar que los proyectos hidrocarburíferos habían sido aceptados por los otros distritos y que únicamente faltaba el consentimiento del Distrito 8 para aprobarlos. Ante el pedido de estas autoridades, las comunidades respondieron que necesitaban una adecuada socialización del proyecto para definir si es que daban el permiso o no para la realización de los proyectos exploratorios en su territorio y la reserva que han resguardado desde su creación.
A inicios de 2016, la postura e iniciativa de la representación sindical fue muy importante y definitiva en ese momento. Luego de la visita de personeros del Ministerio de Hidrocarburos, las comunidades discutieron y analizaron la situación, y decidieron conformar una comisión de representantes de las 10 comunidades de Tariquía, que debía verificar la situación ambiental y social del Chaco tarijeño, que desde hace años tiene una intensa y extendida actividad petrolera e hidrocarburífera.
Lo que vio la comisión ese marzo fue desalentador, la contaminación de fuentes de agua y la situación en que viven las comunidades indígenas y campesinas de la zona chaqueña, motivaron a las autoridades sindicales y comunidades tariquiyeñas para decidir no aceptar el ingreso de empresas petroleras a la Reserva.
Va una comisión al Chaco, una persona, un dirigente por comunidad, y luego de la Subcentral, y vuelven y nos informan de que la cosa es grave, el tema ambiental, el tema social más que todo, nos dicen que el tema es grave y que tenemos que defender. (Entrevista a Francisco Romero, diciembre de 2017).
Entonces, el 27 de marzo de 2016, todas las comunidades del Distrito 8, unánimemente emitieron un VOTO RESOLUTIVO que rechazaba de manera total los proyectos de exploración y explotación hidrocarburífera en la Reserva. (Ahora Digital, 20 abril de 2016).
La defensa de la Reserva en las voces de las mujeres que han sostenido esta lucha revela lo que para ellas representa la expansión del extractivismo petrolera a las comunidades y lo que su participación significa para los movimientos de defensa ante la situación de los sindicatos nacionales:
Tomando en cuenta que los dirigentes que teníamos en ese tiempo y que eran varones y decían que salía a reuniones y que decían que habían asados y bebidas de por medio, y todo eso y volvían con otra idea, ya no volvían con la misma postura que iban, entonces de ahí decidimos levantarnos las mujeres (Entrevista a Amanda Colque, diciembre de 2017)
Existe una relación entre la lucha por el agua y la vida, el “ser libres”, unida a la protección de las otras mujeres de sus familias, quienes enfrentarían riesgos de ingresar los proyectos hidrocarburíferos:
Yo estoy luchando porque quiero a Tariquía, aquí he nacido, aquí he vivido toda mi vida entera y quiero mucho a Tariquía, valoro mucho a comparación de otro lugar donde podamos salir, que no es lo mismo, acá todavía contamos con agua dulce, tenemos vertientes de agua dulce, no nos falta el agua, la vegetación, casi todo el tiempo es verde, vivimos libres todavía, no somos así avasallados por nadie, somos bien libres, producimos de todo, todo tenemos aquí. (Entrevista a Sofía, diciembre de 2017)
Por ningún motivo no queremos, no queremos las mujeres, o sea si es que llegan gentes extranjeras como decimos y nosotros tenemos nuestra familia, y muchos nos han dicho cuando vienen esas empresas a trabajar por ahí siempre hay desintegración de las familias, entonces vienen personas de fuera se meten así con las hijas… hay gente desconocida, nosotros que sabemos que son, son personas de bien o son personas de mal entonces uno ya con qué confianza vamos a mandar a nuestras hijas asía, qué sabemos si van a volver bien o van a volver lastimadas, ni nosotras estamos ya seguras entonces (Entrevista a Narda Choque, diciembre de 2017).
Así como han establecido una lucha por otras comunidades como la de las colmenas que cuidan:
Nosotros aquí no queremos (actividades hidrocarburíferas) por ningún punto porque como lo vamos sabiendo no va a traer nada bueno , va a traer afectaciones, enfermedades, contaminaciones de todo aquí, y que a las abejas también,
Por otro lado desde un inicio, las mujeres y las comunidades desafiaron el discurso impositivo gubernamental que identifica los proyectos hidrocarburíferos con desarrollo y mejores condiciones de vida:
Usted sabe sin agua que hacemos, que ganamos con eso, ya se venderán sacaran el gas, petróleo y todo, no sé qué, con la plata, pero la plata no vamos a comer, no vamos a tomar petróleo ni nada, nosotros así como estamos sin cosas grandes vivimos mejor (Entrevista a Narda Choque, diciembre de 2017).
Desde enero de 2016, las comunidades habían realizado manifestaciones en la plaza central de la ciudad de Tarija sin ser escuchados, así mismo, colectivos del área urbana tarijeña comenzaron a apoyar la demanda de las comunidades de Tariquía. Esta situación se mantuvo durante todo el 2016 y parte de 2017.
Las comunidades con especial impulso de las mujeres, frente a lo que sucedía en los niveles provincial y departamental del sindicato, donde se apoyó la exploración hidrocarburífera en la Reserva, decidieron conformar en marzo de 2017 el “Comité de Defensa”, que asumió la lucha por no permitir el ingreso de los proyectos hidrocarburíferos eligiendo como representante principal a Francisco Romero de la comunidad de Motoví.
Al ver que nadie nos hacía caso y ya sabíamos que el gobierno ya iba a venir nomas con las empresas petroleras a hacer la exploración […] como no nos escucha nadie salgamos a una marcha de protesta, hagamos ver que en Tariquía hay gente (Entrevista a Francisco Romero, diciembre de 2017).
La medida central que organizaron fue la marcha que partiría desde la comunidad de San José dentro la Reserva, hasta la ciudad de Tarija. En cumplimiento a lo decidido, el lunes 24 de abril de 2018, salió la columna central de la marcha denominada “Paso a Paso por la Dignidad. Tariquía de pie, nunca de rodillas”:
“Se anuncia oficialmente a la opinión Pública y pueblo en general que se realizara la primera marcha pasifica (sic) “Paso a Paso por la dignidad de TARIQUÍA de Pie nunca de Rodillas” que partirá desde las comunidades de Tariquía […]. 1ro. El motivo de la marcha es el rechazo total a la exploración y explotación petrolera en nuestras comunidades de Tariquía” (Comunicado a la opinión pública, 9 de abril 2017).
La marcha empezó de madrugada, encabezada por las mujeres de las comunidades, quienes sostuvieron el ánimo de la columna, inventando, practicando y cantando consignas de la defensa durante los cuatro días en que se recorrió a pie el camino que lleva a la ciudad. La movilización se sostuvo principalmente por donaciones de comida que los grupos urbanos consiguieron para la logística, y administrados junto a la dirigencia del Comité y sus comisiones designadas para la movilización. Pasando por la cumbre más alta de la serranía que rodea el ingreso a Tariquía, las jornadas de caminata fueron largas, desde las seis de la mañana hasta las siete u ocho de la noche, con algunos lapsos de descanso, hasta llegar a los lugares acordados por la comisión encargada para pasar las noches.
De inmediato, personeros de gobierno llegaron precisamente el día que partía la marcha para ofrecer proyectos de viviendas a las comunidades, lo cual fue tomado por el Comité de Defensa, como una medida para debilitar la marcha; también autoridades de Estado iniciaron una campaña de desprestigio contra la movilización, anunciando por distintos medios de comunicación que la marcha no era numerosa y no representaba a todos los habitantes. A pesar de todo, la marcha llegó a la ciudad de Tarija para entablar el diálogo con instituciones municipales y departamentales, logrando algunos acuerdos como producto de las negociaciones.
Fue un momento muy significativo porque se sustentó, como desde un inicio, en lo que se llama la “vida orgánica” de las comunidades, que tienen que ver con el significado de la palabra “orgánico”, -perteneciente o derivado de los seres vivos, de un organismo vivo-, o en clave comunitaria, en la capacidad de participación colectiva en la toma de decisiones, y el debate-elaboración conjunta de discursos y horizontes sobre lo que estaba sucediendo coyunturalmente, mediante Asambleas que lograron establecer el “no al ingreso de las petroleras” a la Reserva, todo esto canalizado por el Comité de Defensa, como espacio donde podían ejercer autonomía política, y que, por otro lado, pudo expresar las demandas de las comunidades sobre derechos básicos. “Nosotros hacemos vida orgánica desde que aprendemos a tener uso de razón, yo desde mis 12 años, por ahí más o menos ya he empezado a hacer vida orgánica ya como deportista y luego ya en el sindicato” afirma Francisco Romero, explicando que desde temprana edad participan de eventos importantes y cargos sindicales como un trabajo de servicio hacia las comunidades. Lógica y prácticas comunitarias que han sido rotas, desconocidas y suplantadas por el ingreso de prebendas junto a los proyectos petroleros. Por eso, el Comité de Defensa que encabezó la marcha del 2017 recalcaba: “lo orgánico empieza de abajo para arriba, desde las bases, no estamos en tiempos de dictaduras que tenemos que estar recibiendo órdenes de arriba para abajo, entonces orgánico llamo yo de abajo para arriba, desde las bases y es lo que se ha organizado a nivel de Subcentral” (Declaraciones Felicindo López, 2017).
Tejida con esta idea sobre lo orgánico estaba la clave de defensa que propusieron las comunidades: defensa del agua y de la vida, como un eje profundamente ligado a la vivencia de las mujeres en las comunidades, lo cual ha resignificado la participación sindical en Tariquía y la fuerza de sus planteamientos y acciones.
Las autoridades del Estado no prestaron atención a las demandas y al rechazo a los proyectos hidrocarburíferos que había proclamado la marcha de abril, y continuaron con una estrategia de división de las comunidades, a través del ingreso de operadores políticos que llegaron para ofrecer obras y “desarrollo” a cambio del apoyo a los proyectos hidrocarburiferos. Producto de esta “labor de zapa”, las cuatro comunidades más pequeñas decidieron apoyar estos proyectos y dejaron de asistir a las reuniones de la Subcentral Tariquía. Dejaron de ser parte de ella:
Luego volvimos a hacer la reunión de la Subcentral, la evaluación de la marcha y la reoganización de la Subcentral, ahí ya se presentan los que no van, se presentan a decir “no, que la marcha ha sido política, ha sido de las ONGs” y vinieron de la Federación igual. Pese a todo eso nosotros hemos llevado nomas adelante la reunión, se ha pretendido llevar a delante la elección de la subcentral donde nosotros hemos visto que había la pretensión de tomar la Subcentral para desmovilizar totalmente, no se podía elegir ya la Subcentral y se deja para una siguiente reunión. A la siguiente Reunión ya todas esas comunidades que tenían funcionarios públicos y que no han salido a la marcha, esas cuatro comunidades ya no se presentan y han dejado de hacer vida orgánica (Entrevista a Francisco Romero, diciembre de 2017).
La división y peleas dentro de las representaciones sindicales se ahondaron y las cuatro comunidades que se separaron de la Subcentral, decidieron conformar el “Comité de Desarrollo”, el cual se alió con las comisiones de gobierno que ingresaban a la Reserva para hacer una “socialización” que fue criticada y rechazada por las comunidades en lucha. Esta ha sido una de las consecuencias más dolorosas para las familias y comunidades y que es una forma directa de vivir la instauración extractivista en la Reserva:
Eso también no me gusta, eso ha entrado como una cizaña, la cizaña ha venido de allá, de fuera, ha venido parece desde le gobierno, desde las autoridades de la provincia del ejecutivo seccional de Padcaya, del alcalde y eso, ha comenzado a coordinar acá con las autoridades políticas. (Entrevista a Teodoro , abril de 2017)
A pesar de la fuerte presión que se ejercía contra éstas, a partir de obras que se comprometían a comunidades que apoyasen los proyectos de ingreso de las petroleras, las comunidades en la defensa, obtuvieron una importante victoria al ganar en mayo de 2017 la dirigencia de la Subcentral, que quedó a la cabeza de la dirigente Paola Gareca.
“Nosotros no hemos dado el sí para que se entren las petroleras”
La lucha en San Pedro y la estrategia estatal
Sin importar la reiterada impugnación de las comunidades, la empresa Bolpegas llegó a la Reserva sin su consentimiento para realizar la exploración magnetotelúrica. Avionetas y equipo de la empresa sobrevolaron y atravesaron Tariquía sin haber informado a las autoridades sindicales, por lo que éstas tuvieron que averiguar las zonas por donde pasarían los equipos e ir hasta el lugar para comunicarles la decisión de las comunidades sobre su rechazo a sus actividades inconsultas. Ante la insistencia de los empleados de Bolpegas, que pasaron a los terrenos de la comunidad de San Pedro, donde pretendían instalar un campamento:
Ellos se han entrado así como ladrones a casa ajena, sin pedir permiso, nosotros hemos dicho no, sin importar que digamos no, han venido, se han entrado, hemos ido de la comisión y los hemos encontrado aquí en el corazón de San Pedro, con su campamento y todo, pareciera que no se respeta la decisión de la mayoría… (Testimonio de Sofía, diciembre de 2017).
Las familias campesinas y dirigentes de la Subcentral, alertadas sobre la presencia de los trabajadores de Bolpegas llegaron hasta el lugar y les pidieron que se fueran porque habían ingresado sin el consentimiento de las comunidades, la gente de la empresa tuvo que retirarse ante la movilización de los habitantes de la zona y otras comunidades.
Equipo de Bolpegas intentaba hacer un campamento para la exploración magnetotelúrica sin consultar con las autoridades de la comunidad de San Pedro. Foto: Yo soy Tariquía
Para las comunidades y su organización sindical, fue importante haber logrado la salida del personal de Bolpegas, y marcó un momento en la lucha para fortalecer su postura de defensa de la Reserva. Instancias de Estado junto a la dirigencia que había aceptado los proyectos hidrocarburíferos continuaron con su estrategia de control y división de las comunidades. El ofrecimiento de las “obras de desarrollo” (luz, entrega de cocinas) con las que llegaban a cambio de la aceptación de los proyectos hidrocarburíferos, se negoció con instancias ajenas a la Subcentral, lo que estaba destinado a debilitar a la dirigencia sindical que está a la cabeza de Paola Gareca: “Entraron de manera ilegal se puede decir porque han venido a ofrecer a un centro de madres y no a la organización sindical”.
El ingreso de este tipo de comisiones con proyectos se hizo recurrente, así como la penalización hacia las comunidades y, en especial, a las mujeres que participaron de la defensa, acusándolas de estar contra el desarrollo de la región. Con la presión y amenazas de no recibir estos proyectos por la lucha que estaban realizando, las seis comunidades sostuvieron su postura. El 21 de noviembre de 2017 ingresó al aniversario de la reserva, una feria organizada por instituciones del Estado que llegó con regalos que suelen dar en estas ocasiones, (bolsas estampadas con propaganda de gobierno, afiches, entre otros), intentando anular los festejos que había organizado la Subcentral. Ante el avasallamiento, la comitiva gubernamental fue desalojada pacíficamente pero con firmeza por autoridades comunales del espacio central, hacia otro lugar. Ha sido una de las pocas ocasiones en que las comunidades rechazaron con esa contundencia la forma en que llega el Estado y sus obsequios condicionados.
Tuvimos que desalojarlos del campo, darles otro sitio para que ellos si querían hacer, demostrar lo que ellos decían que hagan en otro sitio en otras palabras hicimos respetar el acto social de las comunidades (Entrevista a Francisco Romero, diciembre de 2017).
Poco después de la aprobación mediante leyes de las actividades hidrocarburíferas en Tariquía, como parte de la estrategia gubernamental, el Ministro de Hidrocarburos, Luís Sánchez, anunció el 5 de mayo de 2018, en una conferencia de prensa, que se suspendían las actividades hidrocarburíferas en la Reserva, (Página Siete, 5 de mayo, 2018). La noticia fue tomada con cautela por las comunidades y con razón porque luego se vio que se trataba de otra medida para ahondar las divisiones entre comunidades, como efectivamente sucedió algunos días después de la conferencia del Ministro. Entonces las personas, dirigentes y comunidades que son afines al gobierno realizaron movilizaciones en la ciudad de Tarija exigiendo la reactivación de los proyectos. Ante esta situación la dirigencia de la Subcentral mantuvo su postura y rechazó, el 7 de mayo, en un Voto Resolutivo los nuevos intentos divisionistas destinados a imponer los proyectos hidrocarburíferos. La suspensión que había dicho Sánchez, quedó sin efecto.
La tensa situación entre comunidades continúa y el Estado, a través de sus instituciones locales, a la par de organizar el cerco a las comunidades en lucha ha seguido la línea de amedrentamiento contra mujeres, como denuncian ellas constantemente en los ampliados de Subcentral Tariquía. Los intentos de acallarlas han implicado acusaciones que afectan su condición de mujeres, culpabilizando y atacando la forma en que han venido ejerciendo su voz política, intentando generarles a través de mentiras problemas a nivel familiar (El Sabalito N° 1, mayo de 2018). En este mismo sentido, se ha denunciado que las autoridades han repartido obsequios a grupos de mujeres (cocinas y garrafones de gas licuado), menos a las mujeres de la defensa, recriminándoles su participación en la lucha por la defensa y que, por ejemplo: “no merecen tener esas cosas”, “ustedes ya saben por qué no van a merecer nada”, por oponerse, les dicen, al desarrollo de Tariquía. (El Sabalito, Boletín Nro2, 2017). El gobierno, junto a autoridades de YPFB, ha continuado las medidas legales para consolidar las actividades hidrocarburíferas en la reserva. De esta manera, una vez que estaba concluyendo la etapa de exploración magnetotelúrica, aprobaron sin consulta ni información las leyes 1049 y 1050 de exploración y explotación en la Reserva.