La creación del Parque Nacional Alto Purús fue uno de los detonantes para el estallido de la crisis en Puerto Esperanza. El otro motivo del ascenso de la conflictividad en la localidad tuvo que ver con la puesta en marcha de las obras de construcción de la carretera Interoceánica Sur, el eje vial entre Perú y Brasil que conecta, a través de 2,600 kilómetros de recorrido, el océano Pacífico con el Atlántico.
Para los que proponen la conectividad terrestre como única salida para romper el aislamiento de la provincia con el resto del país, el trazo de la Interoceánica “acercaba” el Purús a Iñapari, una localidad a 300 kilómetros de Puerto Esperanza por donde precisamente pasa la mencionada vía. En ese contexto, un grupo numeroso de vecinos de Puerto Esperanza, liderados por el párroco Miguel Piovesan y el alcalde provincial, se manifestaron a favor de la construcción de una vía asfaltada que pudiera conectar a la población de la capital provincial con la carretera.
Los interesados presentaron en el 2005 la documentación técnica necesaria para la ejecución de una obra de esta naturaleza al Ministerio de Transportes y Comunicaciones y al año siguiente, el representante de Ucayali al Congreso de la República hizo lo propio a través de un proyecto de ley. Tras varios intentos fallidos por parte de congresistas, cuya opinión favorable a la construcción carretera era más que evidente, se estableció una Comisión Multisectorial para ejecutar el Plan de Acción para Purús, una iniciativa multisectorial encaminada a poner fin el aislamiento secular de la provincia de Purús a partir de la conexión aérea subsidiada.
Los MABOSINFRON entran en escena
“En el 2006 formamos nuestra asociación pensando en el turismo, retoma su relato Javier Rodríguez, fundador de los MABOSINFRON, habíamos escuchado hablar de Tambopata y del Manu (las áreas protegidas más importantes del departamento vecino de Madre de Dios) y nos dijimos, por qué no podemos hacer lo mismo nosotros”. Con el apoyo del párroco Piovesan lograron reunir a cerca de 80 pobladores de Puerto Esperanza, la mayoría agricultores, con la intención de pedirle al Gobierno Regional de Ucayali la cesión de los bosques del río La Novia. “Todo caminó bien hasta que un día el padre nos escuchó hablar de ecología, de cuidar el bosque, prosigue su relato Rodríguez, en ese momento se enfadó mucho y nos dejó de apoyar”.