Hola, bienvenido!

Confirmar

Eliminar?

116
La historia de Ema Tapullima y las señoras de Puerto Prado

Introducción al caso
Información geo-referencial y clasificación del caso
Características demográficas y culturales de la población
Naturaleza de la demanda y estrategia de acceso
Aspectos legales, conflictos y actores
Avances y expectativas
Galería
Línea de tiempo
Inicio Casos Quiénes somos Documentos Novedades Participa
  • Ingresar

Naturaleza de la demanda y estrategia de acceso

 

En el pasado los habitantes de la actual Comunidad Nativa Puerto Prado vivían a orillas del río Ucayali, en un territorio vinculado a la explotación del caucho y otros productos del bosque. Presionados por el crecimiento demográfico y la escasez de recursos para subsistir, se vieron obligados a migrar en búsqueda de mejores tierras para aposentarse y reiniciar una nueva vida.

En el año 1999, después de varios fracasos en el intento por reubicarse y la evidente dispersión de muchos, un grupo de ellos logra instalarse en una zona boscosa de la cuenca del río Marañón donde fundan un centro poblado iniciando de inmediato la lucha por la propiedad sobre la tierra recientemente ocupada.

Desde entonces hasta la fecha, el grupo fundador ha sido liderado por Ema Tapullima Maruyari, una pobladora elegida en el año 2008 Teniente Gobernadora de la comunidad, un cargo ejercido únicamente por varones en Loreto y los demás departamentos amazónicos

“Nuestra historia es una historia de lucha, relata la propia Ema, es una historia sencilla, como la de otros pueblos que viven al lado del río. En los últimos cien años tuvimos que movernos hasta tres veces, siempre dejándolo todo atrás. La última vez fue en el 2000 más o menos. Vivíamos a varias horas de aquí, en el Ucayali, pero el río empezó a alejarse de nuestras casas. Vivir lejos de su cauce se hizo muy difícil. Un día una mujer muy joven que estaba a punto de dar a luz se murió en nuestras manos. No pudimos llevarla a tiempo a un hospital y falleció. Me enfurecí, lloré y como nunca alcé la voz para convencer a mis vecinos que debíamos partir. Lejos de un río no sabemos vivir. Buscando y buscando llegamos a este bosque, calladitos nos instalamos y empezamos a trabajarlo. Muchos se desanimaron y se fueron, no podemos seguir contigo, Ema, me decían antes de irse. Pero yo me quedé con mi familia y seis más. Ahora somos quince”. 

Mapa Descargar Caso Compartir Comentar
® Movimiento Regional por la Tierra 2017 •