Según los datos oficiales del Censo agropecuario de 2011, en la localidad de Centurión un total de 226 establecimientos explotan 87.468 hectáreas, siendo la ganadería sobre campo natural la que ocupa un 84 % de la superficie, mientras que la forestación con montes artificiales ocupa el 4% y las tierras de labranza (agricultura forrajera o de granos) ocupa un 2% (DICOSE, 2012). Además, unos 186 establecimientos son menores a 500 hectáreas y detentan 24.444 hectáreas (28% del total de la superficie seccional) lo que indica la fuerte presencia de productores ganaderos familiares (82%) en la zona, mientras que 40 establecimientos mayores a 500 hectáreas y presuntamente “empresariales” (17%), detentan el 72% de la superficie (unas 63.024 hectáreas). Asimismo, un 57% de la superficie se utiliza bajo el régimen de propiedad, mientras que el arrendamiento cubre un 27% de la misma, y otras formas de tenencia precaria, como los pastoreos y las ocupaciones, alcanzan al 16% (DICOSE, 2012).
Un 37% de los integrantes declara poseer alguna superficie de tierra en régimen de propiedad (promedio de 57 hectáreas) siendo su destino el uso de campo natural (sin declarar la utilización de campos mejorados o cultivos) con una orientación productiva de cría y recría vacuna y ovina. El promedio de cabezas vacunas por integrante del grupo asciende a 20 vacas de cría (declarando un rodeo total de 526 vacas) y 50 ovejas de cría cada uno de ellos. Si consideramos a las existencias totales como rodeo único, el grupo original de 24 integrantes contaría con 526 cabezas vacunas y 1287ovejas en el momento de su constitución (año 2014).
En términos generales los integrantes del grupo son propietarios y/o arriendan pequeños predios o tienen animales bajo modalidad de pastoreo en campos particulares o en “las calles”. Son tenedores de pequeños rodeos vacunos (de unas 20 cabezas) y pequeñas majadas de ovejas, de las cuales obtienen carne y leche para la alimentación de la familia y van vendiendo animales según la necesidad de dinero o retienen animales para incrementar el stock, ya que es la única forma de hacer crecer su capital.
La gente del lugar realiza cría vacuna y ovina, vendiendo terneros y corderos. El manejo que implementan los productores no es el mejor, por la poca disponibilidad de tiempo dedicada, ya que muchos se desempeñan como asalariados en estancias de la zona, y el tiempo que destinan a su producción es reducido. Asimismo, tampoco contribuyen las situaciones precarias en las cuales pastorean los animales, en campos compartidos con otros productores, donde no pueden planificar el manejo del forraje para las distintas categorías de animales, o implementar medidas racionales importantes como el “entore concentrado”, y otras.