A pesar de la productividad de las tierras en el cantón Guasaganda no se han generado iniciativas gubernamentales o privadas para la diversificación de las actividades establecidas en la zona. El trabajo de los comuneros ha repercutido en la mejora de sus ingresos económicos y en la capacidad por establecer un mejor precio para la comercialización de la leche.
La comercialización de la leche se realiza de manera directa al consumidor. Si bien el precio de leche es bueno, los comuneros anhelan tener un centro de acopio para mejorar tanto la calidad como la comercialización de la leche puesto que es una zona netamente ganadera. Existe una alta oferta, por lo que los miembros de la Asociación están en la búsqueda de apoyo estatal para formar el centro de acopio y posteriormente generar derivados de la leche como queso y yogurt.
Los comuneros del Recinto El Palmar han percibido en el mediano plazo la mejora de sus condiciones socio-económicas en comparación a sus vivencias cuando formaban parte de la Comuna Maca Grande. Sin embargo, existe una preocupación por tratarse de una comuna indígena y con poca accesibilidad a tierra para la producción.
Los hijos de los comuneros del Palmar están en edad escolar y asisten a las escuelas del Cantón Guasaganda, si bien ellos han tenido mejor acceso a la calidad de la educación expresan la dificultad en acoplarse a un sistema de educación mestizo y con marcadas diferencias en la metodología de enseñanza. Remarcan que en el hogar se intenta mantener la cosmovisión indígena y el tejido social que conlleva el pertenecer a una comunidad. Las visitas periódicas a la comuna de Maca Grande dan cuenta de este tejido comunitario que persiste a pesar de los avatares de la modernidad y el proceso migratorio, y que muestran su potencialidad en las perspectivas de diversificación productiva y el deseo de expandir sus circuitos de comercialización de la leche.