La historia de los afro descendientes en el Cauca
Para comprender la historia de resistencia de los pueblos afro descendientes, es importante resaltar el hecho de que en el contexto de la colonización, la política de la corona española consistió en el secuestro y el comercio de los pueblos africanos, al ser arrancados de sus territorios y sometidos a la esclavitud para luego ser convertidos en mano de obra, dada la disminución de población a cuenta del genocidio previo a las comunidades indígenas habitantes de estos terrenos desde fechas inmemoriales, así como el empleo de formas de producción esclavistas bajo condiciones inhumanas que generaban altas tasas de mortandad y que como consecuencia requerían de constantes flujos de nueva mano de obra servil.
Un poco de historia
La documentación histórica indica que los primeros afro descendientes llegaron a la región del Cauca y lo que hoy es Guachené hacia 1546, siendo forzados a realizar actividades agrícolas, ganaderas, mineras y de oficio doméstico. El tráfico esclavista a mano de los imperios de ese entonces, Holanda, Portugal, Inglaterra y España provenía principalmente de los países ubicados en la costa occidental africana, las comunidades que llegaron provenían de diversos países de África como Guinea, Congo, Mali, Cabo Verde y algunos de sus apellidos fueron nombrados como las regiones de donde provenían, la geografía circundante o del puerto en el cual habían sido embarcados para América; como resultado, en la actualidad predominan en la región del Norte de Cauca los apellidos: Balanta, Viáfara, Mina, Carabalí, Lucumí, entre otros.
La llegada y permanencia de la comunidad afro en la zona norte del Cauca se relaciona con la constitución de grandes haciendas y de la explotación minera entre los siglos XVII y XIX. Estas haciendas se ubicaron en zonas que se conocen hoy como La Arrobleda, San Rafael, Quintero, La Quebrada, Cuprecia, San Julián y San José, todos ubicados en el municipio de Guachené. Así también, los ríos Aguablanca, Japio, Quinamayó, fueron centro de explotación del oro, en donde las comunidades afro descendientes esclavizadas se rotaban para los trabajos entre las haciendas y las minas. En los límites de las veredas y la cercanía de las minas se fueron formando caseríos de las comunidades negras con el fin de reducir costos.
Históricamente Guachené era un caserío del municipio de Caloto, a donde llegaron a refugiarse hombres y mujeres afro descendientes que huían del yugo de la esclavitud al que fueron sometidos en el contexto de la colonización, y que deseosos de libertad, respeto, dignidad y autodeterminación, se refugiaron en las geografías más salvajes y de difícil acceso para que el yugo español no llegara a agraviarlos nuevamente, formando asentamientos y palenques, lugares comunitarios donde podían disfrutar de su libertad, bien fuera reconocida o auto- otorgada con la resistencia y sangre de muchos valientes que hallaron la muerte en búsqueda de su libertad.
La titulación de tierras en el Norte del Cauca, surge debido al desmoronamiento de la economía de hacienda bajo la pérdida del control de la mano de obra que era antes esclavizada, por esto, la estrategia de los hacendados consistió en permitir que las comunidades afro descendientes adquirieran propiedades en zonas aledañas a las haciendas para mantener una relación de dependencia, lo que generó unas dinámicas paternalistas entre los hacendados y los habitantes de los poblados afro descendientes, asegurando para la época una estabilidad económica.
A partir del siglo XX, se observa un declive en la actividad minera lo que da paso al auge de la agricultura, en donde la tierra se convierte en un eje articulador de autonomía, autosuficiencia y liderazgo comunitario de la región. No obstante, durante el periodo de la violencia (1948-1960), la tierra se constituye en el botín de guerra y miles de hectáreas son nuevamente acaparadas por los terratenientes de la región, quienes integran estos territorios al desarrollo industrial del cultivo de caña de azúcar, lo que destruye el proceso social comunitario de las comunidades negras. A través de intimidaciones, asesinatos, desapariciones, se expropian las tierras afro descendientes y los terratenientes, quienes se convierten en dueños de las tierras y comienzan a financiar un nuevo orden territorial que no contempla a las comunidades sino como nueva mano de obra, ya no esclavizada pero aun así sometida a cuenta de un sistema mercantil excluyente.