A partir de la conquista de la tierra, y con 10 años de trabajo, la historia de Mariano Díaz es una sucesión regular de victorias para sus pobladores, aunque sin duda muchas mejoras faltan para la plena vigencia de los derechos humanos en la comunidad.
Los pobladores de Mariano Díaz relatan que uno de sus principales logros es el nivel de organización alcanzado, lo que les ha permitido alcanzar lo que motivó tantos esfuerzos y luchas: un lote donde producir, una casa donde vivir dignamente con la familia.
Las buenas condiciones permiten a la comunidad organizar cada sábado una fiesta en el centro comunal, donde se comparte algún deporte y se culmina con baile, algunas bebidas y diversión.
La expresión periódica de esta buena organización es la asamblea dominguera, que se inicia a las 09:00 de la mañana y culmina alrededor de las 16:00, y en la que además de debatir los temas que atañen a todos y todas, se comparten la comida, cantos y noticias.
La comunidad dice ver el futuro con optimismo gracias a su propia experiencia de conquistas, y afirma “Nosotros sabemos, por nuestra identidad campesina, que si no hay lucha y conciencia política, no hay futuro. El campesinado debe consolidar este modelo de producción como alternativa real al capitalismo destructor”.