San Clemente con sello agrícola
La comuna de San Clemente cubre un área de 4.503,5 km2 y posee una población de 37.261 habitantes (Censo 2002, INE). Dentro de la distribución geográfica de su población, un 64% habita áreas rurales.
Actualmente, la actividad productiva de la zona se caracteriza principalmente por una explotación agrícola impulsada, en gran medida, por empresas que muchas veces contratan o alquilan terrenos a propietarios locales, los que son trabajados con productos agrícolas tales como maíz, tabaco, papas y manzanas.
Modernización de la agricultura chilena y el surgimiento de los/as temporeros/as
Las actividades agrícolas durante el año se llevan a cabo por temporadas que demandan mano de obra en distintas actividades agrícolas, existiendo así el concepto de “temporeros/as” , el cual define una nueva categoría ocupacional atribuida particularmente en el caso chileno a la población campesina que realiza un trabajo estacional o transitorio en actividades de cultivo de la tierra cuyo destino principal es la agroexportación, transformándose en uno de los efectos de la modernización de la agricultura comercial.
Los fenómenos de modernización llevados a cabo durante la segunda mitad del siglo XX por el Estado de chileno, tuvieron un profundo impacto en el sentido de pertenencia e identidad en el sector rural. La percepción instalada de todo lo relacionado a lo rural fue vista muchas veces como un atraso. No obstante, la vida en el campo sigue siendo parte fundamental de la comuna de San Clemente.
Los procesos y cambios hoy en día se ven reflejados en transformaciones como el ingreso de procesos modernizadores y la pérdida de algunas antiguas instituciones rurales que van de la mano con la instauración de una lógica de mercado que inunda en gran medida las relaciones productivas y económicas que encontramos hoy en día en la actividad rural, como Valenzuela hace referencia:(…) Pero la sociedad actual y sus desigualdades ya no se sustentan en las mismas relaciones. Estas últimas efectivamente se han modernizado, el campo chileno actual es una viva expresión de este cambio, de esta profunda modernización. Los patrones, los latifundistas y los terratenientes, tanto como los inquilinos y los afuerinos, todos los personajes rurales tradicionales, han desaparecido de la escenografía actual el campo. (…)” (Valenzuela, 2010. Pág. 12).
San José de Perquín y la pervivencia de una agricultura tradicional
Así, bien podemos entender hoy en día las características socioculturales de la comuna de San Clemente, específicamente en el sector de San José de Perquín, existen ciclos de producción agrícola que incrementan la actividad agroeconómica de la zona dando trabajo a gran parte de la población del lugar. Aun así, continúa en muchos casos una tradición agrocultural, heredada desde generaciones. Cabe destacar que se debe establecer una diferencia entre la actividad de la agricultura con un sentido económico y las denominadas “agroculturas”. La actividad económica ha derivado en una constante homogeneización del patrimonio alimentario en pos del desarrollo del mercado agrícola, mientras que las agroculturas poseen un conocimiento del trabajo de la tierra y el mantenimiento de una diversidad alimentaria con la cual se identifican, expresando una concepción cultural de la relación entre la tierra y la soberanía alimentaria “(…) El hecho de que en la actualidad el 90% de las tierras con mayor biodiversidad en el mundo sean manejadas por comunidades agrícolas y pueblos indígenas, indica que la estrecha relación entre cultura, modos de consumo y concepciones de desarrollo, característica de las culturas rurales, ha sido más efectiva y beneficiosa para la humanidad de lo que comúnmente pudiera haberse pensado, y que, existen prácticas, saberes y formas de relación con el hábitat que las sociedades modernas y urbanas deben aprender de las agro-culturas y aplicarlas para preservar la biodiversidad (…)” (Pérez, 200:3). Desde este punto de vista es que podemos contextualizar la situación actual que se vive en el sector de San José de Perquín. La población se asienta sobre terrenos adquiridos gracias a la reforma agraria, por lo que aún muchos conservan, si bien no enormes extensiones territoriales, un espacio lo suficientemente necesario para seguir practicando la siembra de variados productos alimentarios en pequeña escala. De esta forma existe una relación entre la presencia casi absoluta del monocultivo que domina la mayor parte del área económica y la tradición agraria de los pobladores, que si bien son participantes en las actividades agroeconómicas del sector por la oportunidad laboral que ven en ellas, siguen manteniendo un antiguo legado cultural sostenido por la relación del campesino y la tierra.