En el año 2003, muchos campesinos de la Zona Páramo sufrieron el desplazamiento forzado de la tierra y el territorio. En el caso de Nelson Alzate y su familia al no poseer tierra, sobrellevaban la incertidumbre adicional, de no saber qué les deparaba el futuro. No obstante, continuaron promoviendo y organizándose como sector campesino particular, evidenciando las necesidades, anhelos y proyecciones que sentían de manera común, en pro de intentar restablecer los derechos colectivos, que les fueron vulnerados y por supuesto, recuperar el contacto con la tierra.
En el mismo año, en medio de las dificultades, se consolidaron jurídicamente como una asociación, de la cual Nelson era el representante legal, desde allí promovió alternativas que les permitiera restablecer la autonomía y la gestión de los recursos propios, al tiempo que se presentó crecimiento[1] organizativo, vinculándose 67 familias al proceso. Ambiente de unidad, que les permite avanzar en cuatro líneas básicas de investigación, especialmente con los jóvenes rurales en temas ambientales de flora, fauna, apicultura y recursos hídricos; del mismo modo, se profundiza en el eje económico de producción limpia; como línea social se vinculan otras familias presentes en el entorno; finalmente, el aspecto político, que se relaciona con la participación ciudadana, en pro de la defensa de los derechos como comunidad vulnerable y demandante de la tierra.
La Asociación de Reservas ha sido… fuera de mi madre... Ha sido la mamá, digamos, donde yo he podido gestar proyectos, yo mismo los formulaba, me ayudaban las alcaldías ¡Algunas! Otras no… Y de cierta manera un proyecto duraba seis meses o un año, y ahí se lograban llenar algo de empleos (con la misma comunidad campesina) pero sí habían seis meses en que se trabajaba, se pasaba uno o dos años, que no se trabajaba, entonces tocaba hacer otras cosas para subsistir y así ha sido siempre, no ha habido continuidad pues en forma de trabajo (oficial), entonces yo creo que el mejor trabajo es el que uno genere, desde la misma finca o reserva. (N. Alzate, comunicación personal, 6 de Julio de 2018)
Pese a las múltiples adversidades presentes en el territorio, la Asociación logró establecerse en una de las zonas con mayor ausencia del Estado, lo que los lleva a buscar alternativas para la subsistencia digna en el territorio.
Cuando nosotros tenemos recursos económicos, nos queda muy fácil juntarnos, porque la plata nos puede trasladar, pero cuando tenemos escasez de recursos económicos, ya cada uno sabemos que tenemos que hacer en nuestras reservas, que es elaborar todo, para subsistir y resistir y vivir ...Si le preguntamos a los socios de la Asociación de la Red de Reservas en estos momentos, vemos que ellos sino son los presidentes de esas Juntas de Acción Comunal, son de la junta directiva, o son de un grupo de mujeres o dirigentes de deportes, pero tienen la dinámica en la vereda, si nos vamos para la vereda el Brasil doña Bertha, ella es la que mueve la vereda, si nos vamos pa” Rancho Largo José Noé, Jhon David, don Humberto, si nos vamos pa” Magallo centro, allá está Julián, si nos vamos pa” la Argentina pues nosotros mantenemos la dinámica… Si nos vamos para Anorí por allá vemos a doña Noralba, doña Mery y lideran la gente de Anorí y cuando nos vayamos a reunir pues nos podemos reunir. (N. Alzate, comunicación personal, 6 de Julio de 2018)
Allí la lucha de las familias es constante y buscan que todos los miembros que no han podido acceder a la tierra, lo logren, como lo es el caso de este hogar campesino, que en medio de amenazas y adversidades, alcanzaron el sueño de acceder a la tierra, en un lugar ideal para desplegar el arraigado y amor de sus culturas campesinas.
En este sentido, Nelson es semilla que nace en un lugar y germina en otro, pues sus orígenes provienen de la vereda Hidalgo, donde logró sacar adelante sus estudios de bachillerato, dándose a conocer en el sector rural como “técnico”, pero no por la titulación, sino por las observaciones y curiosidades permanentes, que le merecieron reconocimiento social, como producto de la sabiduría.
Por cosas del destino, se presentó a una convocatoria de la UCO (Universidad Católica de Oriente), siendo becado para estudiar una tecnología, en la cual conoció un compañero, que le permitió acceder a uno de los desafíos más grandes en la vida: La tierra.
Hablando de tierras y de cosas, resultó que él tenía una finca por allá arriba, y yo hacía mucho tiempo había pasado por allí y yo veía esa finca y decía ¡Esa finca tan bonita! ¡Tan Bonita! Y resulta que era ¡Esa! Entonces ¡palabras allá, palabras aquí y en buena amistad! me dijo: Le vendo la mitad, y yo: ¡Le compro la mitad, y sí me da facilidades de pago! ¡Pues hacemos el negocio! Él me dijo ¿Conoce la tierra? Yo, sí la conozco está en monte. ¡No necesito más! ¡Yo sé cómo es! Es muy difícil la entrada al monte. Pero mucha gente entró por otros sectores y sacaban carbón y sacaban madera, mientras tanto él estudiaba también y la estaban arrasando, pero el corazón del monte todavía estaba quietecito y empecé, hice el negocio con él, empecé a pagarle las cuotas, entonces ya yo me empecé a mover más por las veredas, con el proyecto de la Asociación de Reservas, Entonces, lo poquito que yo ganaba, pa’ alimentar a mi familia, levantando todo este montón de cachorritos y el resto para irle pagando las cuotas a él, entonces ahí logré amarrar un poquito el negocio y entonces esa finca no tenía casa, entonces yo le dije a Gustavo ¿Cómo hacemos para hacernos a unas casita? Y dijo, Nelson abajo hay una casa, esa casa no es mía, esa casa es de otra finca, que es límite, entonces ya empezamos a negociar con el otro señor, hablamos con el vecino dijo ¡ah yo sí les vendo! Entonces ya, Gustavo y yo compramos otro pedacito para ir juntándola, el sueño era construir los dos, él con su familia y yo con la mía, pero todo los dos, juntos de aquí a la Universidad, hasta que el trabajo terminó y ya le dije a mi amigo ¿Gustavo me puedo ir pa’ esa casa a vivir? Yo sé que es una sociedad, era una casa inhabitable, pero le dimos vida, y así fue como llegué yo a esa reserva, recuerdo que llegamos el 10 de junio del 2009, aterrice yo a esa reserva, hacía (...) dos, tres meses o cuatro, ya venía trabajándole a la casa, empañetándola, organizándola, cuadrándole piedritas, el tema de las aguas, todo eso. (N. Alzate, comunicación personal, 6 de Julio de 2018)
La solidaridad comunitaria hizo que la hazaña de esta familia fuese acertada, al igual que el autoabastecimiento de alimentos generados en la misma finca y la posibilidad de intercambiarlos, de esta manera la crisis económica, no se sentiría con todas las fuerzas. Pero, aun así, no era suficiente con los recursos generados en el mismo terreno, hacía falta librar la finca y no sólo sostenerse en ella, entonces, casi de manera inmediata, se dieron cuenta del gran reto en el que se habían metido y de la magnitud del sueño.
Y llegué allá, y ya entonces ¿Cómo producir? Entonces me fui con dos cabras y la familia, las cabras las truequé con otras familias de la asociación y ya por lo menos tenía un traguito de leche, y a sembrar semillitas, maicito, frijolito, arveja y a vivir; entonces ya, me apoyaba mucho con la familia mía que estaba anidando, entonces, de abajo me mandaban las frutas de tierra cálida: naranja, mandarina, plátano, yuca, yo les mandaba a veces leche o cebolla y empezó a crecer un poquito la reserva. (N. Alzate, comunicación personal, 6 de Julio de 2018)
Por ello, buscaron la forma de trabajar jornales con los vecinos de varias veredas, puesto que la meta estaba clara: Había que acceder a la tierra para vivir con tranquilidad y para ello trabajarían con todas las fuerzas. Otra de las estrategias implementadas fue brindar asesorías con los conocimientos que tenía sobre ganadería, zootecnia y la agricultura, ganándose el reconocimiento y las recomendaciones de los vecinos. Pero, pese a los esfuerzos depositados en el trabajo,
Las deudas empezaron a uno a acosarlo. ¡Entonces no era tan fácil! Hay que tener plata, pa’ que le puedan prestar plata a uno, hay que empeñar la finca, cuando no tenía un documento para empeñarla, entonces ha sido muy difícil y en esa lucha desde el 2009 hasta el sol de hoy he ido pagando pedaciticos y estoy pues como a punto de legalizar lo poquito que me toque (N. Alzate, comunicación personal, 6 de Julio de 2018).
Como se ha dicho, las deudas acosaban, pero la utopía de una tierra propia, estaba cada vez más cerca. En medio de la esperanza y la lucha, quiso contemplar una propiedad más amplia y se comprometió con mucho más de lo que podía. Se cumplirían los plazos sobre los predios que ya “había negociado” pero, por más que quisiera no tenía las posibilidades que las circunstancias le exigían.
Como familia insistieron aún más, trabajaron fuertemente en los senderos del bosque, donde planearon rutas, hicieron pinturas de las aves locales y lo que no le podía faltar a este espacio, implementaron la alimentación orgánica, con cultivos y culinaria tradicional campesina y con posibilidad de hospedaje.
Isabel la esposa, también desempeño un rol importante con sus habilidades en la culinaria y comenzaron a implementar los saberes de los dos y se les ocurrió, volver su finca, un espacio recreativo de turismo ecológico con componente social y trabajaron de la mano, con picas para proyectar la cancha, de modo que los turistas y los hijos pudiesen tener un espacio para la práctica deportiva y recreativa.
Actualmente, lograron librar en un 70% la finca, es decir, casi la mayoría, pero la preocupación marcada es la impotencia, de no alcanzar a pagar la totalidad que tenían proyectada para la conservación y protección de parte de un bosque aledaño al terreno que ya lograron librar.
No obstante, el terreno con el que cuentan suma un total de cinco hectáreas más la vivienda, lo cual se traduce en el hecho de poseer una tierra propia en un ambiente arraigado a sus sueños y proyecciones. Lo anterior, no significa que no puedan continuar con la estrategia de seguir negociando pequeños pedazos de tierra, representa que han alcanzado una importante meta, que tenían pendiente con la familia y con las personas que habían formalizado tratos y compromisos.
Ahora, son menos frágiles que antes, hoy se han demostrado, que pueden alcanzar los sueños, perseguir ilusiones y quebrantar las arduas circunstancias, todo lo que se les avecina, son frutos de las semillas que sembraron, cuidaron, aporcaron, abonaron y que en este momento es tiempo de cosechar.
La creatividad es mucha, pero el secreto principal de la estrategia, fue el hecho de perseverar como familia y ocupar el terreno en el que vivirían, porque en vez de “pagar” arriendos y alimentación, los esfuerzos familiares se priorizaron hacia la alentadora posibilidad de luchar por un terruño propio para vivir y compartir.
Es plausible esta historia de vida en la que se demuestra que las ilusiones se pueden alcanzar y volverse hechos de realidad. Hay momentos que demandan sacrificios, esfuerzos; pero la proyección común, debe ser la esperanza, el seguir caminando, seguir haciendo historia y seguir dando ejemplo de otro tipo de modelos económicos, que son exitosos y que son bioéticos.
Es de destacar, el trabajo colectivo por los derechos campesinos y la búsqueda de alternativas creativas dadoras de sentido para los jóvenes, los niños, la comunidad en general, que no dista de las expectativas personales y familiares de vida. Se marca así, un rumbo de autonomía en el que son las mismas comunidades quienes planean y construyen los caminos de transformación social y el acceso a un derecho tan esencial como lo es la tierra.
Estas acciones, ponen de manifiesto las luchas populares y campesinas presentes en cada territorio, en donde se reflejan principios latinoamericanos de la economía comunitaria, la educación popular, la agroecología, la soberanía alimentaria y los derechos bioculturales que incluyen el derecho a la tierra.
[1] La Red de Reservas Campesinas es el resultado de la iniciativa de las familias campesinas, que vieron la necesidad de organizarse alrededor de luchas comunitarias en el tema agrario, surgieron a partir de una base social de once familias nativas en años anteriores aldel año 1999.