Los Ye’kwana u “hombres de río” de acuerdo al último censo del Instituto Nacional de Estadística (INE) se constituyen en unas 6 mil personas[1], ubicados en el Estado Bolívar y Amazonas de Venezuela respectivamente. Para el caso de los Ye’kwana del Caura que se encuentran en el Estado Bolívar, con una superficie de 26% del territorio nacional tiene 11 municipios y posee 3 cuencas hidrográficas (Cuyuni, Caroní y Caura). Para el 2001 el Estado Bolívar contaba con el 3.7% (50.361 indígenas) de la población total nacional, alcanzando ésta última los 534.816 habitantes[2].
El INE (2011) advierte un aumento de la población indígena nacional a 724.592, de la cual el 7,5% (54686 indígenas) se encuentra en el Estado Bolívar. En dicha entidad, la población indígena está conformada por 17 pueblos de diversa filiación lingüística (Akawayo, Arawako, Kurripako, E’ñepa, Huottöja (Piaroa), Jivi, Joti (Hoti), Kariñas, Mapoyo (Wanai), Makushi, Pemón, Piapoco, Sanema, Sape, Shiriana-Uruak, Warao y Ye’kwana respectivamente), siendo los de mayor población los Kariñas (4,7%) y los Pemón (4,2%). Según el censo 2001, estos dos últimos pueblos tienen un porcentaje alto de población en áreas urbanas[3]. Para el Viceministerio del Poder Popular Indígena del Territorio Comunal de Valles, Sabanas y Tepuyes del Ministerio para el Poder Popular de Pueblos Indígenas[4] existen 397 comunidades indígenas en el Estado Bolívar.
Según Nalúa Silva Monterrey[5], los poblados en si no están conformados por una sola casa comunitaria. El patrón de asentamiento actual es estructuralmente idéntico al antiguo teniendo una Casa Comunal con vecindarios familiares en la periferia. La mayoría de las comunidades tienen un poco más de cien habitantes. De acuerdo a la misma autora[6], cuando se produce una migración de los pueblos Ye’kwana del Caura se le da continuidad a las relaciones sociales que se establecen al interior del mismo grupo familiar. Un dato importante a tener en cuenta, es que la integración societaria en los pueblos indígenas de Guayana se da a través del intercambio y no necesariamente mediante el ejercicio político (control y coerción) entre los Ye’kwana.
A lo largo de su historia, la economía de los Ye´kwana se ha realizado en base a la tradición en el intercambio del pueblo Ye’kwana, basada en su artesanía. Siendo una de las más hermosas en la región, se han visto complementadas por actividades que dan cuenta de la sostenibilidad de sus iniciativas[7]. Así tenemos que se han dado proyectos de extracción de la pulpa de frutas de cuatro variedades de palma; domesticación y cría de animales; deshidratación de frutos; comercialización de plantas medicinales; extracción de colorantes y aromas; cultivo; turismo, producción de cacao y caza. Esta última es nocturna y se realiza a lo largo de los ríos que bañan a las comunidades. Hay una caza planificada que responde a expediciones generalmente organizadas en grupos que salen de las propias comunidades. Hay otros lugares conocidos como “áreas de reserva” las cuales a pesar de contar con abundante fauna silvestre, al ser de difícil acceso, se convierten en santuarios[8].
Los nuevos patrones poblacionales están marcados por frecuentes migraciones y movilidad de familias e indígenas Ye’kwana ya sea por razones económicas, políticas, sociales y culturales. El efecto de la minería ilegal en la cuenca del Caura ha conducido a la fragmentación y amenazas constantes al territorio autodemarcado por Kuyujani y a sus organizaciones indígenas tradicionales; en la actualidad hay una fuerte tendencia a que la dinámica migratoria demográfica esté determinada por la minería ilegal. En efecto, la Cuenca del Caura se encuentra dentro de las poligonales del Arco Minero del Orinoco (AMO), la migración se da tanto en el pueblo Ye’kwana como de terceros. Esta situación trae consecuencias nefastas de carácter socios-ambiental y cultural que están en estos momentos desarrollándose no pudiendo todavía inventariarse de manera definitiva su incidencia.
En la mayoría de las áreas urbanas hay servicios básicos fundamentales limitados (agua y electricidad), aunque el acceso a los servicios básicos como la educación hayan venido mermando por la minería ilegal, lo cual ha hecho que por ejemplo los maestros se dediquen a otras actividades por los sueldos precarios.
La mayor parte de las actividades del pueblo Ye’kwana tiene que ver con la siembra de los conucos donde se produce yuca para el casabe, mañoco, batata y plátano entre otros. La pesca constituye el principal sustento nutricional de dicho pueblo contando algunas comunidades con ambulatorios y educación intercultural bilingüe que, en la actualidad, no todos se encuentran en funcionamiento.
Por otra parte la malaria constituye el principal problema de salud pública en la zona. La malaria que había sido erradicada en la mayoría de las regiones del país a mediados de la década de 1960, es una de las enfermedades de más rápida expansión en Venezuela durante este período reciente. Según el Informe Anual 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Venezuela tiene una de las tasas más altas de infección de malaria en el mundo en este momento. Representa más de un tercio de todos los casos de América Latina y es uno de los cuatro países del mundo designados por estar en un estado de "alerta".
Los pueblos indígenas son probablemente el sector más afectado por la enfermedad porque están expuestos a contraer la enfermedad pero no tienen acceso a atención médica adecuada y, por lo tanto, padecen terribles tasas de infección, re-infección y a veces hasta la muerte[9].
La Cuenca del Caura tiene una enorme diversidad de especies de aves y peces y de bosque virgen que está siendo amenazado por mineros ilegales, invasores de tierras y por la deforestación.
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[1] Instituto Nacional de Estadísticas (INE), 2011.
[2] Ver Allais, María Luisa (2004). “La población indígena de Venezuela según los censos nacionales”. Ponencia presentada en el II Encuentro de Estudiosos de la Población. AVEPO, Caracas, 24-26 de noviembre. Recuperado el 29 de enero de 2018. venezuela.unfpa.org/documentos/Cambio%20demografico.pdf
[3] El 40.8% para los Kariñas y el 32.7% para los Pemon.
[4] Informe 2010 del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas.
[5] Silva Monterrey, Nalúa (1992). La constitution du groupe local: relations génealogiques et territoriales. Le cas de Jyuwutuña. Memoire de DEA, Paris, EHESS.
[6] Op.cit.
[7] Arvelo-Jiménez Nelly y Jiménez Simeón (eds.) (2009). Ye’kuana y sus recursos naturales. Potencialidad de algunos de sus conocimientos asociados a la biodiversidad. IVIC, p.66-67.
[8] Op.cit.p.46.
[9] Ver Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (GTAI) y PROVEA. Acción Urgente: Pueblos indígenas en aislamiento voluntario o contacto inicial de la Amazonia venezolana amenazados por la minería ilegal y la malaria. Venezuela, Marzo, 2018.