De acuerdo a la reunión de Santa Rosa de Tencua, diez años atrás, las principales expectativas estaban orientadas a la gestión del territorio mediante el reconocimiento por parte del Estado de la autodemarcación dejada por Kuyujani, así como a través del fortalecimiento institucional basado en los derechos originarios en los hábitats y tierras ancestrales desde la visión de los Ye’kwana. Tal como fuera advertido en ese entonces por el indígena José Antonio Páez[1]:
“Desde la ancestralidad hemos ocupado este territorio y somos pueblo Ye´kwana, compartimos el mismo territorio, idiomas, cultura, historia, nuestra religión, nuestro mitología dice que al principio Wanaadi mandó a varios dioses entre ellos se destaca Kuyujani, el último dios enviado con una misión de establecer la vida en la Maneuda Nonoodö para que la tierra fuera fructífera y habitable, con agua, viento, árboles, animales, peces, y gente buena que crecieran, habitaran y custodiaran y vigilaran la creación, los sagrados, Kuyujani en su hazañas constituyó los siguientes: Kuyujani salió de Adajamenña llego a Asadaanña en alto Medewadi. De allí se fue a Kudutunña en río Paragua, de Kudutunña a Jadanña (Salto Para) en río Caura, y de allí a Kani aquí se quedó su hermana Kanichawa, después se fue a Minquiare en río Nichare, de Minquiare se fue a Anaichaiña aquí Kuyujani festejo con otro pueblos, Piaroa, Maku, Yawadana y definió a cada uno sus propio costumbres, después de la fiesta Yudeke envió el Diluvio se inundó la mitad de Cerro Anaicha, Kuyujani se escondió en el cerro Anaicha, cuando bajo el diluvio Kuyujani salió y se fue a Kododojaanoña kuwa´jüdinña, de allí llego a Siwomonña, en río Ventuari, y de allí bajo a Madakúwaiña, después a Yakudiyanña en el bajo Ventuari, después se fue a Kenewainña aquí Kuyujani hizo crecer la población, de Kenewaiña se fue a Kudushi ku´jaiña aquí tuvo problema con Kudujaashi, se fue a Joosemenña en río Kunu (Cunucunuma), de allí se fue a Samja ku´jaiña Jayamu Kwawö en río Padamo, y desde allí se fue otra vez a Adajamenña el punto de partida donde estaba su hermana Kuyunu, venían con él su dos hermanas Wasajana y Amasuadi. Así es que Kuyujani recorrió y demarcó el territorio Ye´kwana que por herencia de nuestro antepasado nos pertenece este territorio, que hasta hoy en día vivimos en este territorio”.
Es así como se produce la apropiación de los derechos territoriales por parte del pueblo indígena de la cuenca del río Caura del estado Bolívar. Desde su cosmovisión se deja abierta la posibilidad de que el territorio demarcado por Kuyujani sea reconocido por el Estado venezolano. Al respecto Páez continúa diciendo:
“Utilizaremos los límites de Kuyujani, personaje histórico del pueblo Ye´kwana, para la demarcación de nuestro territorio en la cual hacemos vida y tenemos conocimientos ancestrales sobre este espacio. Kuyujani nos enseñó cómo cuidarlos y dejo todo los recursos para nosotros, el agua, bosques, montaña, aire, animales, peces y otros.
Igualmente, desde que Kuyujani estableció el hábitat nuestro los Ye´kwana hemos venido cuidando nuestro territorio, conservando y protegiendo los usos de los derechos consagrados por los mandatos de Kuyujani sobre todo los recursos que nos dejó para nuestro pueblo, de la tierra y de los bosques vivimos, y cuidamos y respetamos de el por lo tanto existe una relación hombre y naturaleza, porque creemos que la naturaleza es un mundo vivo.
De esta manera, conociendo nuestro derecho consuetudinario sobre este espacio ancestral mitológico haremos la demarcación de nuestro territorio y de acuerdo por la decisión tomada por ambas organizaciones de nuestro pueblo Ye´kwana del Caura y Ventuari, guiándose por los recorridos y límites de Kuyujani que se contó en generación en generación, hoy este conocimiento usaremos como la argumentación de nuestro derechos sobre la posesión de este territorio que nos pertenece por herencia, la cual hablaremos en un Mapa todo estos conocimientos”.
La propuesta de la organización indígena Kuyujani
En varias asambleas comunitarias realizadas en diversas comunidades de la cuenca del Caura, entre los meses de agosto y diciembre 2017 se levantó la propuesta de la organización indígena Kuyujani del Caura. Tal como lo destaca Emjayumi Coordinador actual de la organización indígena Kuyujani de la Cuenca del Caura[2]:
“Los Ye´kwana y los Sanema durante generaciones hemos vivido en la cuenca del río Caura. Los últimos 500 años de historia oficial, escrita por los no-indígenas, así como todas las reseñas antropológicas realizadas hasta hoy, mencionan nuestro modo de vida (cultura, medicina, mitología), haciendo mención de muchos elementos que nos rigen y que siempre, todos ellos, han estado directamente relacionados con la naturaleza. La Naturaleza ha sido esencia del ser indígena. Es precisamente con la llegada del occidental (conquistadores y colonizadores), que se inicia la cultura extractivista que es la punta de lanza de lo que hoy se llama capitalismo, donde se saca todo de la naturaleza sin importar los daños causados a la misma, es allí cuando se comienza a observar y reseñar el deterioro del medio ambiente. De hecho, aquellos grupos indígenas que han abandonado su cultura, son los que han comenzado a contaminar y deteriorar su entorno junto a los no indígenas.
Quien se detenga a observar nuestro ancestral modo de vida, que es guiado por estrictas reglas y normativas con bases religiosas y sociales, podrá darse cuenta de lo importante y primordial que es, tanto para Ye’kwana como Sanema, el mantener ecológicamente nuestro entorno. De tal manera que, nuestro hábitat que es la Cuenca del Caura, es parte de nuestra cultura y como tal lo hemos tratado y administrado.
El buen uso y el estado de conservación de la cuenca, dan testimonio de que la manera en que nosotros usamos, administramos y consideramos los recursos de la cuenca es idónea y sostenible. Esta propuesta no comprende la totalidad del recientemente decretado Parque Nacional Caura, sino al área que ancestralmente hemos ocupado sin obtener hasta ahora el reconocimiento legal señalado en las leyes nacionales vigentes.”
Fieles a los principios indígenas la organización indígena Kuyujani presentó al gobierno nacional una propuesta que permite conservar su cultura, la vida, la madre tierra de acuerdo al interés del pueblo indígena y del resto del país. Dicha propuesta se ha identificado como Zona de Hábitat y Tierras Indígenas Yekwana- Sanema en el Parque Nacional Medewadi (Caura). Es importante destacar que el territorio ancestral está directamente relacionado con objetivos de desarrollo integral, como lo son:
1) El mayor bienestar de la población (Preámbulo de la CRBV).
2) Protección del medio ambiente (Artículo 128 de la CRBV).
3) Seguridad y defensa de la nación (Artículo 327 de la CRBV).
A lo antes expuesto Emjayumi agrega[3]:
“Los dos primeros puntos están directamente relacionados ya que, desde el criterio de nuestra cultura, si protegemos el medio ambiente se logra un mayor bienestar para el ser humano. Y los estudios realizados han demostrado lo cierto de esto en nuestras comunidades. Para citar un ejemplo, mencionaremos el Análisis ecológico social y Ordenamiento Territorial de la región del Río Caura, trabajo de investigación realizado en 2009 por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente. En ese trabajo se menciona, entre muchas otras cosas, que en toda región que comprende la cuenca del Caura (Bajo, Medio y Alto), el 0,39% corresponde a zona agrícola vegetal; el 1,43% a zona agrícola animal; y el 0,04% a plantaciones. Todo esto representa el 1,86% de la región. Cabe destacar que dentro de este porcentaje se incluyen zonas urbanas no-indígenas y es en esos sectores no-indígenas donde se ha presentado la mayor problemática de deforestación”.
En cuanto a los conucos indígenas del medio y alto Caura, este estudio expresa lo siguiente[4]:
(…) Es muy marcada la diferencia que hay en el tipo e intensidad de la explotación de los recursos en cada uno de los sectores que componen al área de estudio, a saber: cuenca baja, media y alta. (…) en el Alto y Medio Caura, la distribución de las explotaciones es dispersa, mas no aleatoria, ya que se guía por un conjunto de criterios establecidos por los indígenas. No obstante, desde el punto socio-económico y ambiental, es un valor sumamente importante ya que estas comunidades son uno de los elementos que dan vida a este ecosistema, produciendo la tierra y manteniendo el turismo. La distribución dispersa de estos conucos, constituye un punto positivo para el ecosistema, ya que no hay una concentración de las explotaciones del bosque que origine intensificación en el deterioro ambiental (…).
Con respecto al punto referido a la seguridad y defensa de la nación, las comunidades Ye’kwana y Sanema que habitan la cuenca del Caura están conscientes de la importancia estratégica que esta zona representa, puesto que es una zona fronteriza con la República Federativa del Brasil. Al respecto Emjayumi afirma[5]:
“En este sentido y como actores primarios que hacemos vida en la región y la habitamos desde tiempos ancestrales, coexistiendo con toda la dinámica que se lleva a cabo en ella, estamos llamados a ser vigilantes de la soberanía del país, en conjunto con las autoridades nacionales, con el fin de evitar y minimizar los impactos de las actividades ilícitas a lo largo y ancho de toda la región del río Caura. Así lo entendemos y lo asumimos en el marco del nuevo concepto de seguridad y defensa contenida en nuestra CRBV, en sus artículos 327 y 328 en los cuales se homologa la noción de seguridad y defensa (ambiental) a la protección de áreas protegidas y, sobre todo, a la demarcación de los hábitats y tierras indígenas”.
Mantener la propuesta de autodemarcación y demarcación territorial planteada por nuestro pueblo
Este es otro de los aspectos importantes a resaltar y el cual engloba a todos los anteriores, ya que es un elemento sin el cual no se lograrán los anteriores, y la protección del Parque Nacional Caura sería defectuosa e incompleta, porque no se estaría considerando a los hombres y mujeres que desde hace mucho tiempo, generación tras generación han venido habitando y protegiendo estos espacios. Tal como lo señala Emjayumi[6]:
“La demarcación y reconocimiento, por parte del Gobierno y demás venezolanos, a nuestro territorio no es un capricho o una necesidad de tener propiedad por tenerla: es un factor vital e imprescindible para poder salvar, mantener y perpetuar nuestras culturas, origen de la cultura e identidad venezolana. Nuestras comunidades indígenas son un libro de historia ancestral abierta y viviente, disponible a la consulta de todo estudioso preocupado por sus orígenes, espejo de lo que es la raíz de la idiosincrasia venezolana y americana en general. El reconocimiento a la demarcación territorial realizada por el pueblo Yekwana-Sanema garantiza el correcto y fiel desarrollo de las culturas indígenas en su medioambiente original. Por lo tanto, con este factor, se garantiza la actuación y permanencia del actor primario en el Parque Nacional Caura”.
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[1] Ver Tomedes, Ramón. Informe de las actividades realizadas en el fortalecimiento de las capacidades para la conservación de la biodiversidad en el territorio Ye´kwana y Sanema. Encuentro por la reivindicación de los Ye´kwana, pueblo originario del territorio mitológico de Maneuda y Kuyujani. Santa Rosa de Tencua, diciembre 2007.
[2] Propuesta de Zona de Hábitat y Tierras Indígenas Yekwana- Sanema en el Parque Nacional Medewadi (Caura).
[3] Propuesta de Zona de Hábitat y Tierras Indígenas Yekwana- Sanema en el Parque Nacional Medewadi (Caura).
[4] Ver Ministerio para el Poder Popular para el Ambiente. Análisis ecológico social y ordenamiento territorial de la región del Río Caura. 2009, p.62.
[5] Propuesta de Zona de Hábitat y Tierras Indígenas Yekwana- Sanema en el Parque Nacional Medewadi (Caura).
[6] Propuesta de Zona de Hábitat y Tierras Indígenas Yekwana- Sanema en el Parque Nacional Medewadi (Caura).