El plan comunal de desarrollo y las aspiraciones de la comunidad
La comunidad se ha organizado para exigir al Estado diferentes opciones de inversión, que pasan por construir un sistema de trasvase desde el Tambo, un desafío técnico que sin embargo tiene la ventaja de ser una fuente de agua propia y de excelente calidad; la construcción de una represa en la quebrada Grande en el límite entre Laderas Norte y Laderas Centro, que podría regar toda la parte baja de Laderas, pero con la desventaja que es una quebrada estacional, comprometiendo la cantidad de agua a embalsarse; y finalmente surge la posibilidad de trasladar la planta de tratamiento de aguas residuales de la ciudad de Tarija hasta la comunidad de Laderas, que aunque presenta un alto grado de riesgo en la salubridad, implica una fuente continua de agua, que teóricamente será tratada y monitoreada en su calidad.
Para la comunidad desarrollar un sistema de riego es una prioridad que permitiría a las familias consolidar un sistema productivo más autónomo con implicancias importantes para la vida en la comunidad, empezando por las relaciones de trabajo que se establecen entre las comunidades de la zona “secana” con las comunidades de la zona que tiene riego, donde la gente vende su fuerza de trabajo y de donde provienen las autoridades políticas del municipio. “Ellos no ven con buenos ojos que tengamos riego, pues se les acaban los trabajadores baratos” (Sixto Chinchila, Secretario de Laderas Centro).
El impacto de la implementación de un proyecto de riego de la magnitud de la planta de tratamiento, o de una represa en el límite entre Laderas Norte y laderas Centro, es sin duda enorme, pues se podrían habilitar alrededor de 400 hectáreas de tierra agrícola con capacidad de producir dos veces al año, y esta tierra ya fue distribuida a las familias de la comunidad, empezando por aquellas que no tienen tierra agrícola actualmente, y complementando a todas las otras. De pronto, una comunidad que organiza su economía en la venta de su fuerza de trabajo en época seca, y que su producción es mayormente para el autoconsumo, puede pensar en una realidad relativamente cercana para acceder a condiciones productivas que hasta hace muy pocos años era solo una fantasía.
La experiencia organizativa de los semilleristas es una base importante para prever una estrategia de comercialización comunitaria, y fue discutida constantemente en el proceso de planificación comunal; así como una estrategia comunal de establecer un sistema de producción ecológica en la zona baja donde se habilitaran las tierras de cultivo bajo riego, fruto sin duda de la formación de los jóvenes de la comunidad en el CETHA y su interacción con proyectos alternativos de desarrollo.