Para describir la naturaleza de la demanda de este caso concreto así como las estrategias de acceso, es necesario reconstruir algunos episodios de la historia reciente de esta comunidad; de esta manera, se hará alusión a tres periodos. El primero de ellos se refiere a las condiciones previas a la arremetida violenta de los grupos armados; el segundo a las condiciones del desplazamiento y el vicio institucional y para terminar, el proceso organizativo de toma de tierra.
Está zona se caracterizó por la gran concentración de la tierra. Así, el latifundio no depende de la producción y se refugia en las grandes inversiones transnacionales y estatales en los territorios rurales. En últimas, el latifundio con estas condiciones termina ubicando al campesinado en terrenos marginales, que no sólo se caracterizan por tener unas complicadas condiciones físicas, sino que además, su posible asignación desde una institución oficial es una difícil labor, dado que establecer la propiedad legal de muchas de estas tierras ha resultado realmente complejo para el Estado por su incipiente capacidad administrativa e institucional, además de la voluntad política que le apuesta a un modelo de desarrollo económico de empresarización e inversión privada.
En esta zona del país, la presencia permanente del conflicto por la tierra – que enfrenta al campesinado desposeído, sin más arma que su propia fuerza de trabajo y con una incipiente presencia del Estado, contra la élite terrateniente y sus intenciones de acumulación –, resultó ser un escenario que propició la aparición de las primeras estructuras paramilitares.
El inolvidable agosto del 97, es establecido por las y los pobladores como la feha en la cual arremeten los primeros grupos al margen de la ley, identificados como Autodefensas de Córdoba y Urabá pertenecientes al Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, al mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, desde ese entonces, se da inicio al proceso que dejaría como resultado más de 48 campesinos asesinados y el desplazamiento del pueblo junto con el cconsecuente despojo de sus tierras.