Secadora de café
En la actualidad en la comunidad Veinticuatro de Mayo existe un porcentaje muy similar entre dirigentes hombres y mujeres, esto ha ayudado a que se equiparen los derechos y obligaciones dentro de esta comunidad.
Uno de los objetivos de las mujeres y de todos los miembros de la organización es mantener la vegetación nativa, proteger las vertientes y ríos, para esto aprovechan los residuos orgánicos para la elaboración de abono natural, nunca queman los residuos de las cosechas y se encargan de reutilizar los residuos inorgánicos, como botellas plásticas, llantas, etc. Con esto además de asegurar la sostenibilidad de sus formas de aprovechamiento y vida, también aseguran un hogar para los animales que habitan estas tierras.
La organización plantea el respeto a la Pachamama (Madre Tierra) y toda su cultura y tradiciones giran alrededor de este principio, por ende se convierten en protectores naturales del ecosistema que les brinda sostén. La eliminación periódica del uso indiscriminado de pesticidas y el cambio de lo químico hacia lo orgánico garantiza productos saludables y una permanencia del ecosistema.
La Organización de mujeres Kallary Muskuy Warmi Wankurishca intenta fortalecer sus actividades y ser un referente en la nacionalidad kichwa, como actores económicos y como un pilar fundamental para la protección del territorio y su naturaleza.
Al ser la mujer una predicadora de la cultura ancestral transmite a futuras generaciones el ámbito de la conservación de los bosques, llevando al tema económico a segundo plano, y logrando que la práctica de la chacra se convierta en prioridad dentro de cada hogar.
El fortalecimiento de la organización de las mujeres hace que las comunidades transformen su visión y se prevengan de caer en las redes del sistema capitalista. Esa mirada es propia de las mujeres que saben cómo la Pachamama provee a todas las familias y saben que es prioritario el sostenimiento de la tierra, eliminando el uso del químico y la práctica del monocultivo.
La comunidad Veinticuatro de Mayo se convierte en el motor que promueve la práctica asociativa de una producción responsable en busca del Sumak Kausay.
Uno de los retos que se plantean es la ruptura del machismo en sus comunidades y que hombres y mujeres se conviertan en guardianes de la naturaleza, realizando las mismas prácticas de conservación de ríos y bosques, y evitando la tala indiscriminada.
Su plan a futuro también es exportar el Café Robusta Orgánico, tratando de eliminar intermediarios, sacando certificación de calidad y bajo el término del valor agregado que consiste en la promoción del café orgánico cultivado por mujeres kichwas, con el fin de enviar su producto al mercado europeo, para esto empezaron con contacto en Alemania.
Cambiando la matriz productiva de las familias que conforman la Organización de mujeres dará la oportunidad de que muchas personas vuelvan a la protección de la tierra sin dejar de obtener beneficios económicos.
Plantas colectivas de café