La lógica de las primeras familias allegar a estas tierras fue ocupar un territorio que se encontraba en un total abandono y no eran utilizado, el hecho de reclamar o legalizar estos terrenos como suyo constituye un derecho adquirido por estas familias.
Para ellos este proceso fue un camino muy complicado que duro alrededor de nueve años, inicio por medio del Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización (IERAC), que luego se convertiría en Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA) y que en la actualidad se conoce como al Secretaria de Tierras y Reforma Agraria que pertenece al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP).
Luego de iniciado los trámites en el IREAC comenzó el levantamiento topográfico de la zona y para entonces el tema burocrático era muy engorroso en los años 70s, los moradores debía viajar muchas veces hasta la ciudad Quito ya que todos los trámites eran centralizados, cabe mencionar que se recorre más de 6 horas en bus para ello, estas personas tenían que regresar el mismo día para evitar el gasto de hospedaje y alimentación, por no contar con los recursos económicos necesarios.
Luego de 3 años se logra obtener estos estudios topográficos, el siguiente paso era obtener los planos y eso duró 4 años más aproximadamente en similares condiciones que en anterior proceso.
En la última etapa tuvieron que reunir la documentación necesaria para presentarla para su respectiva legalización de la comunidad por medio de las escrituras globales. En base a esto, ellos administran sus tierras, repartidas en un promedio de 30 hectáreas por familia, en caso de que un hijo decida formar un nuevo hogar se le entrega como herencia un porcentaje de tierras para que pueda sostenerse como familia independiente. Si su herencia es superior a tres hectáreas de terreno pasa a ser un socio más de la comunidad.
La comunidad cuenta con personería jurídica, con estatuto y reglamentos, esto lo han realizado mediante asambleas para tomar la decisiones en torno al desarrollo de la comunidad y para para obtener créditos con el Banco de Fomento, con este dinero se han podido solventar ciertos proyectos productivos.
De esta manera, en la comunidad Veinticuatro de Mayo liderado por Antonia Grefa y las demás personas tanto ya asentadas en la comunidad como las que se añadieron luego de la reubicación por el terremoto, promueve el buen uso del territorio y combate las prácticas extractivistas de las empresas petroleras y madereras, que son amenazas en el territorio de la provincia de Orellana.
Por medio de asambleas permanentes tanto a nivel comunitario, como de la organización Kallary Muskuy Warmi Wankurishca se garantiza que no ingresen vorazmente las empresas petroleras ni madereras, ya que ellos han palpado en su diario vivir lo que ocurre en el bloque 7 que tienen sus pozos cerca de la comunidad, el proceso escaso que utilizan para “recuperar” el suelo por los pequeños pero muy dañinos derrames que ocurren.
La comunidad Veinte y cuatro de Mayo se encuentra en el límite del bloque 29 y el bloque 7, tomando en cuenta que el Ecuador divide así los territorios para el control en las licitaciones a las empresas ya sea minera o petrolera que desean hacer sus trabajos extractivistas en el país.
El Bloque 7 fue licitado en la segunda ronda en 1985, siendo concesionado a British Petroleum (BP-Gran Bretaña). Durante su estancia hizo sísmica, perforó y encontró crudo de 21º API, calidad media. BP se retiró en 1990 y asumió las operaciones Oryx (EE.UU.), empresa afamada de ser “limpia”, la primera que hacía reinyección de aguas de formación, que perforaba diagonalmente y que era innovadora; sin embargo su fama, en Ecuador, demostró lo contrario, pues pronto entró en conflicto con la población indígena y campesina por los numerosos derrames que lo contaminaron todo.
En el 2001 entró Perenco-OMV (Francia-Austria) que en el 2004 quedaría sólo como Perenco tras la fuerte campaña que se realizó, durantelos años 2003 y 2004, en contra de la empresa austriaca en coordinacion con la organizacion Global 2000, Accion Ecologica, Oficina de Derecho Ambiental y Recoka.
El Bloque 21 se licitó en 1994 y entró Oryx, quien operaba ya en el bloque 7. Desde entonces estos dos bloques han sido operados siempre por las mismas empresas, por eso los tratamos juntos, por su proximidad y la misma operadora. Oryx logró llegar a acuerdos con los pueblos Kichwa y Huaorani.
Lamentablemente en la actualidad luego de ya las empresas petroleras se están retirando de la zona de Loreto, dejan a comunidades que dependían una económicamente de estas empresas y un consto ambiental muy alto. Afortunadamente la comunidad Veinte y Cuatro de Mayo bajo sus políticas de escritura global, se protege para no cometer la atrocidad de permitir el ingreso de las empresas petroleras, más aun conociendo lo que paso con sus comunidades cercanas.
Con todos estos antecedentes la propuesta de un comercio solidario por medio del proyecto de producción de café orgánico, que sirva de modelo económico y que no dependa de la actividad de las empresas petroleras en la zona, que este conocimiento del cuidado del suelo este dentro de la ética de la protección de la Pachamama, que la organización de mujeres transmita y se capacite para la recuperación del suelo en sus territorios.