Entre los primeros sindicatos agrarios en la Amazonía boliviana
Originalmente, el norte amazónico boliviano estuvo habitado por grupos dispersos de pueblos indígenas que vivían de la caza, pesca y extracción de productos forestales, por su naturaleza nómada, eran muy pocos los que practicaban la agricultura de roza y quema, sólo una minoría había sido contactada por las misiones en Moxos y otros lugares. A principios del siglo XIX este aislamiento terminó con la llegada de exploradores bolivianos y brasileños que buscaban la “cascarilla” [1] y que entraron a la región desde la parte media del Río Beni. Luego de la independencia de Bolivia en 1825, surge la creación de territorios coloniales, estas áreas eran escasamente pobladas y todavía debían ser incorporadas a uno de los departamentos. La explotación de la corteza de la quina, localmente conocida como cascarilla, logró vincular a una región hasta entonces aislada con la economía mundial. Personas, familias y comunidades recuerdan aquellos tiempos, ya que constituyen importantes elementos para comprender el presente (Stoian, 2015).
Nicolás Suárez Callaú (1851-1940)
El año 1882 llega Nicolás Suárez Callaú a la Amazonía boliviana y toma posesión del lugar denominado Cachuela Esperanza[2], convirtiéndola en una ciudadela y bastión del poder económico de la goma a nivel mundial. Ahí, Suárez tenía 2.000 empleados en su firma, administrando la mercancía que se exportaba a Europa y que llegaba por vía fluvial desde Europa hasta el Pará. La casa Suárez llegó a poseer más 20.161 estradas, equivalentes a 4.891.601 hectáreas o sea 4,4% del territorio boliviano (Vallvé, 2012)
Hoy Nicolás Suárez Callaú es recordado de distintas maneras. Unos afirman que fue un gran patriota, cívico, defensor de la Amazonía boliviana en la guerra del Acre, empresario reconocido atrajo recursos y pobló a la región; otros en cambio, dicen que su época está marcada por la mucha población indígena, apropiación de tierras de los indígena nativos, explotación laboral “semi-esclavizada”[3] en la recolección del látex de la goma o siringa.
De acuerdo con el testimonio de Gilberto Guari, indica que su padre [Calixto Guari] trabajaba en la casa Nicolás Suárez hermanos, quien estableció su imperio cauchero y llegó a controlar más de cuatro millones de hectáreas, en lo que ahora es la Amazonía boliviana. Más tarde él [su padre] y su compadre Pior Poñez buscaban retirarse de la empresa y trabajar por su propia cuenta porque mucho los explotaban, no miraban el peso de la goma que recogían. Lo entregaban, los empleados lo pesaban y le ponían el peso que querían y eso traía conflictos. La producción de látex del árbol de goma [[4]] en ese entonces se le llamaba el oro negro, se decía que traía riqueza a toda la región, incluso los empleados que eran buenos para sacar la goma, sacaban en grandes cantidades y podían recibir mejor paga. Cuando el precio fue cayendo las condiciones de trabajo fueron desmejorando, cada vez había que sacrificarse más. Al final las horas en el día no alcanzaban, incluso tenían que trabajar a escondidas por la madrugada para cumplir con el peso que se tenía que entregar. Este tipo de trabajo los obligaba a dormir pocas horas y trabajar más horas en el día y en la noche. Las injusticias fueron muchas, incluso algunos de los capataces golpeaban con frecuencia a la gente (…) años más tarde lograron salir porque eran bien trabajadores, ellos no debían a nadie. En ese entonces, como todavía pasa ahora, el que debía era como un esclavo y tenía la obligación de trabajar en condiciones en las que podían abusar de uno, porque decían que uno no devolvía el valor de la deuda por flojo y la verdad que no era así”. “Ya libres, ellos tuvieron ese instinto de explorar un lugar para poder vivir, al principio pensaban dedicarse a la explotación de la goma, porque no había otro producto que valga y se pueda vender, entonces ellos dialogaron y así estaban buscando un lugar donde asentarse” (Taboada et al, 2004).
Sr. Eusebio Quette (centro), uno de los fundadores de la comunidad
(Foto CIPCA, 2003)
Ya por el año el año 1935 don Calixto Guari, descendiente Tacana oriundo de Tumupasa (Provincia Abel Iturralde, La Paz), ex trabajador de la casa Suarez hermanos, decide abandonar la actividad de la extracción de la goma, junto a su esposa Filomena Yanamo y deciden trabajar con un japonés, Nicolás Kuan, más conocido como “Cuba”, allí conocen a Maximiliano Cortez y Eusebio Quette, la actividad principal que realizaban estas familias era la producción de caña de azúcar (Juana Ibana, comunidad de Santa María).
La aventura del desplazamiento de los primeros inmigrantes japoneses se produce el año1899. Llegaron desde el Perú 91 personas, sin un plan definido y por ello se fueron desperdigando por la geografía nacional. Algunos se instalaron en la ciudad La Paz, otros incorporados al rudo trabajo de la explotación de la goma elástica, actividad que más tarde continuaron en el territorio de Pando. Hacia 1910, un nuevo grupo arribó por el río Madre de Dios, recorriendo senderos poco conocidos, hasta asentarse en la ciudad de Riberalta. Ellos trabajaron persistentemente, logrando establecerse en espacios que convirtieron en habitables, abriendo sendas y en terrenos aptos para la agricultura (Kunimoto, 2015).
El 13 de abril de 1914 se suscribe el Tratado de Comercio entre la República de Japón y Bolivia, entonces Ministro de Relaciones Exteriores de Japón Eki Hioki y por parte de del Gobierno de Bolivia, J. Cupertino Arteaga, dicho tratado autoriza la adquisición de propiedad agrícolas en el territorios Bolivia, constituyen compañías, asociaciones y sociedades comerciales, más tarde se implementa los subsidios y ciertos privilegios de otorgación de concesiones para la agricultura por 10 años.
“A raíz de la disminución de la producción de caña de azúcar en el predio de Nicolás Kuan (Cuba), en 1943 las tres familias que trabajaban con el Japonés, fue don Eusebio Quette Chao, su esposa Clara Guari, Maximiliano Cortez, su esposa Susana Yanamo y Calixto Guari, su esposa Filomena Yanamo, decidieron quedarse a explorar el bosque y acamparon en el lugar denominándolo La Hormiguita, posiblemente porque se dice que existía bastante hormiga, y posteriormente el Arroyo Castaño” (Salomón Quette Castedo, comunidad Santa María).
Fue así el 30 de mayo de 1953 se funda la Comunidad Santa María con siete familias; Eusebio Quette y su esposa Clara Guari, Cirilo Beyuma, Carmen G., José Tamo, Valentina Castedo, Cipriano Beyuma, Pior Poñez, Manuel Bazán y por supuesto mi padre y madre Calixto Guari y Filomena Yanamo Chalary (Taboada et al, 2004). El nombre de la comunidad Santa María fue propuesto por Calixto Guari, ya que tenía dos hijas Santusa (Santa) y María, los dos nombres juntos dan razón social a la comunidad. La propuesta fue aceptada por todas las familias que la habitaban, de ahí que ya tenía el nombre de Santa María.
Santusa y María
(Foto CIPCA, 2003)
Al principio, las primeras familias no vivieron en el lugar, iban y venían por el trabajo que tenían que hacer, después pero poco a ya fueron asentándose, construyeron sus viviendas junto al Arroyo Grande, luego se trasladaron al lugar que conocemos hoy “Las Limas”, tampoco resultó ser un buen lugar y se tuvieron que trasladar a otro trecho que se conoce “Pan de Arroz” y se quedaron como tres años por allá ….., el lugar era feo en época de lluvia, se hacía charco y aparecieron muchas enfermedades por la humedad sobre todo para los niños (Mario Francisco Cartagena, ex dirigente Comunidad Santa María).
Después de muchas dificultades que pasaron estas familias, a final decidieron trasladarse a un lugar más alto, es decir, área donde no se inunde, este cerca de un arroyo para abastecimiento de agua y la accesibilidad a la comunidad. Actualmente la comunidad de Santa María, tiene esas características.
“En aquellos tiempos, el sindicato se maneja con simples acuerdos en reunión, porque no eran afiliados a ninguna organización como hoy, el dirigente decir en la reunión lo que teníamos que hacer, si había acuerdo de las bases se hacía aun que no había nada firmado, como dice en el libro[5] “palabra empeñada, palabra cumplida”, estas cosas se ha ido perdiendo con el tiempo, porque la hemos aumentado más familias, hoy la mayoría de las cosas las hacemos como por obligación, tenemos que basarnos al Estatuto Orgánico de la comunidad, ni aun así algunos no cumples y son sancionados” (Consuelo Castedo Mamani, ex dirigenta Federación de Campesina Vaca Diez y promotora del saneamiento de tierras).
Las reuniones las encabezaba siempre don Calixto, quién era reconocido como el Guaraje [Jefe de la comunidad en idioma Tacana], que significa jefe de la comunidad. Era la persona que organizaba las actividades comunales, en idioma tacana decía: ‘memurundum munjura pamapá’, que quiere decir: ‘vamos a trabajar todos juntos’, estos principios fueron que llevaron a progresar la comunidad.
Las organizaciones sindicales fueron promovidas para el saneamiento de tierras después de la Revolución de 1952, se sabe que aunque el Beni no participó directamente de la Revolución (… refiriéndose al MNR), porque era un lugar olvidado para los gobernantes, aun así se inició a formar organizaciones sindicales, y nos organizamos para demandar la tierra para nuestro sector (Mario Francisco Cartagena, ex dirigente de la comunidad Santa María y promotor jurídico en el saneamiento de tierras).
La Federación de Campesinos de la Provincia Vaca Diez, se organiza con 7 comunidades que fueron San Antonio, San Carlos, Warnes, Las Piedras, Hamburgo, La Esperanza y Santa María en fecha 20 de Octubre de 1953, y se funda la organización sindical a nivel de la provincia Vaca Diez, los comunarios de Santa María se sienten orgullosos de haber fundado esta organización matriz.
Cuatro años después de la fundación (1957) se inaugura la Escuela en la Comunidad de Santa María, la primera profesora fue Consuelo Rodríguez López, posteriormente la profesora Mercedes Barba y el primer director fue el profesor Luis Monanqui, dando el origen del Núcleo Educativo que tiene actualmente base en la comunidad.
“Recién en el año 1980 nos mandan mediante la Federación de Vaca Diez, el estatuto de la Confederación matriz el cual nos sirvió como guía, y donde tuvimos que analizar en la comunidad en base a los usos y costumbres que tenemos, así fuimos adecuando a nuestro criterio” (Mario Francisco Cartagena, ex dirigente de la comunidad Santa María).
La estructura sindical de la comunidad se mantuvo desde su fundación hasta el año 2001 con 3 carteras (Secretario(a) general, Secretario(a) de relaciones y Secretario(a) de actas). Con la promulgación de la Ley de Participación Popular (1994), la comunidad recién es reconocida con Resolución Municipal N° 52/95 del 10 de mayo de 1995, Resolución Prefectural N° 73/95 del 9 de mayo de 1995 y Registro N° 77/95 del 10 de mayo de 1995.
La Comunidad Campesina Santa María, es una de las comunidades más grandes de la provincia Vaca Diez, en términos de superficie titulada colectivamente por el INRA con una superficie de 49.656,9 hectáreas, que para las actividades productivas como la agricultura, agroforestería y aprovechamiento de recursos naturales como la castaña[6] están distribuidas por familia, es decir, existen áreas definidas por la asamblea de la comunidad.
[1] Árbol de Quina es conocido científicamente como Cinchona officinalis
[2] Cachuela Esperanza, una de las pocas poblaciones del oriente en alcanzar un descomunal desarrollo. A principios de la década de los 90´contaba con teatro, hotel, farmacia y almacenes de primer nivel, hoy la vida en la población trascurre en apacible calma y olvido.
[3] Es la obligación de trabajar para una persona, hasta saldar deuda acumulada que en muchos casos es heredada a los hijos. La semi-esclavitud está representada por la servidumbre, la explotación laboral y el trabajo coercitivo. Su característica principal, es la pérdida de libertad y la transmisión de la deuda por generaciones.
[4] Árbol conocido con el nombre científico Hevea brasiliensis
[5] Entre el Castaño y la Hormiguita.
[6] Árbol conocido con el nombre científico, Bertholletia excelsa.